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Cuando nuestros libros viajan

Alejandra Rico Francia - 17 de Junio de 2010 a las 20:39

Fotografías de la distribución de los libros y los cartuchos de Art-Sorb® en el interior de la maleta metálica
Distribución de los libros y los cartuchos de Art-Sorb® en el interior de la maleta metálica

Entre las labores del Departamento de Conservación y Restauración de la Biblioteca Histórica está la supervisión de los libros y documentos que salen de la institución con destino a alguna de las numerosas exposiciones que se celebran cada año en diferentes ciudades españolas y ocasionalmente en el extranjero. Estos viajes son supervisados y controlados por el personal de nuestro departamento desde que la obra sube del depósito hasta que llega a su destino expositivo, y de nuevo, desde allí hasta su retorno a la Biblioteca Histórica.

 

Para reducir al mínimo los riesgos que entrañan la manipulación y el traslado, debemos asegurar que nuestros libros viajan protegidos y con los embalajes adecuados. Las vibraciones, los cambios de humedad, los golpes, son riesgos reales a los que se enfrentan las obras en estas circunstancias especiales. Nuestro cometido consiste en evitar todos estos riesgos y además, se designa una persona, el correo, que acompañará a las obras en todo momento.

 

Antes de que los volúmenes salgan de la Biblioteca, son revisados cuidadosamente, anotando su estado de conservación y fotografiando cada ejemplar. Se hace una caja de conservación individual, a medida, con un cartón especial[1], que protege cada obra de la luz, la humedad y los posibles roces y golpes.

 

Una empresa de transportes especializada recoge los ejemplares en nuestro departamento y los coloca en una caja especial en la que se incluyen cartuchos de Art-Sorb®[2] para mantener la humedad relativa durante todo el trayecto. Con objeto de controlar en todo momento la temperatura, humedad y vibraciones, podemos colocar en el interior de las cajas sensores que registran cualquier cambio[3].

 

Las cajas son el contenedor más habitual para el transporte de libros; suelen ser específicas para cada obra y no deben ser reutilizadas. Normalmente están hechas de madera. Este material emite vapores (ácido fórmico, acético y formaldehído) que son nocivos, por lo que, todas ellas llevan un revestimiento en su interior[4] que aísla las obras de estos gases y también de la temperatura y humedad externas. También se utiliza el metal, normalmente aluminio, material ligero, estable y resistente a los agentes químicos. Su único inconveniente podría ser el aumento de la temperatura en caso de recibir luz solar o estar situado cerca de una fuente de calor.

 

El interior de las cajas va recubierto en todas sus caras por espumas de poliestireno (PS) o polietileno (PE) con grosores que varían en función de las necesidades. Este material protege las obras tanto de las vibraciones externas como de la temperatura y humedad.

 

Finalmente, cuando se cierran los contenedores y con objeto de proteger su contenido, la empresa transportista coloca unos precintos numerados que se abrirán solamente en presencia del correo, en el momento de su entrega al comisario de la exposición.

 

En el proceso de devolución de las obras a la Biblioteca se siguen los mismos protocolos de seguridad.


[1] Cartón de conservación Premier de 650 micras libre de ácido y con reserva alcalina.

[2] Los cartuchos de Art-Sorb® están compuestos por perlas de sílice sensible a la humedad, que la absorbe o libera, compensando los cambios ambientales del espacio en el que se encuentra.

[3] Estos sensores en miniatura se denominan Data Loggers y nos permiten controlar las condiciones ambientales en vitrinas, almacenes o durante el transporte. Además de la humedad y la temperatura pueden registrar los niveles de luz, los niveles de radiación ultravioleta y los golpes y vibraciones.

[4] Los revestimientos interiores pueden estar confeccionados con Marvelseal®, que es un film barrera de Polietileno y nylon aluminizado. Este material es flexible y resistente a la transmisión de vapor de agua y otros gases.

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Comentarios - 2

Biblioteca Histórica

2
Biblioteca Histórica - 14-12-2009 - 15:51:51h

Estimado JP:
Cierto es que de poco sirve tanto cuidado si en la exposición de destino no se mantienen los parámetros de humedad y temperatura, por ello, nuestra Biblioteca cuenta con unas Normas de Préstamo que deben ser cumplimentadas y firmadas por la institución prestataria y que nos garantizan el cumplimiento de las premisas marcadas desde nuestra institución. En este protocolo no sólo se contemplan los tipos de vitrina, las condiciones de humedad, temperatura, iluminación, etc. sino los controles de acceso y seguridad en que deben ser expuestas las obras.
Respecto al coste del embalaje, puede ponerse en contacto con alguna de las empresas de embalaje y transporte de obras de arte que operan en nuestro país.
Muchas gracias por su participación.

 

Alejandra Rico Francia

JP

1
JP - 10-12-2009 - 21:41:09h

Bien, pero de poco sirve tanto cuidado si en la expo de destino no se mantienen los parámetros humedad/temperatura del ecosistema donde viven habitualmente los libros, que pueden no ser los óptimos según los teóricos de la conservación, sino todo lo contrario y, por tanto, difícilmente reproducibles en la vitrina o sala de destino.
Por cierto, ¿cuánto puede costar el embalaje que describes?

 

Haya salud,

 

JP


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