La Escuela de Bellas Artes de San Fernando estrenó su nueva sede en la ciudad universitaria de Madrid en 1967. Varios años después se encargó a Concepción Zamacona Ugalde la puesta en funcionamiento de la biblioteca procedente de la calle Alcalá. Fue ella la descubridora de unas viejas y voluminosas carpetas que contenían un fondo excepcional: 285 dibujos de desnudo y estatua (‘academias') realizados a lápiz grafito, carbón o tiza sanguina por antiguos alumnos de la Escuela, entre 1752 y 1914. A Conchita Zamacona debemos la primera relación de los autores de estos dibujos, algunos pensionados en Roma: Juan Adán, Francisco Alcántara, Mariano Amare, Isidro Carnicero, Joseph del Castillo, Mariano Salvador Maella...y Marcelina Poncela y Ontoria, de brillantísimo expediente académico, una de las seis alumnas que en 1884 estaban matriculadas en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado.

En 1988, años después de convertirse la Escuela en Facultad y quedar incorporada a la Universidad Complutense, llevé a cabo como directora de la biblioteca la reorganización de este valioso fondo, para facilitar su consulta y velar por su conservación: ordenación alfabética, separación de las firmas dudosas y los anónimos, numeración currens, acondicionamiento individualizado e instalación en armarios blindados ignífugos.