"A unos diez kilómetros del pueblo donde nací, en Alemania, Kirn Nahe, ha estado durante mucho tiempo -y, de hecho, sigue estando- la Bolsa Mundial de Piedras Duras. Es un pueblo de unos treinta mil habitantes en el que se encuentra una tienda de trabajos en piedras duras detrás de otra. En ellas se venden desde ceniceros hasta figuras de bichos horribles. A esta localidad llegaban piedras de todos los rincones del mundo y, después de talladas, se arrojaba al río el material inservible que sobraba. Esos trozos desechados quedaban a merced de los niños, y con ellos inicié, a los doce años, una colección que fui ampliando, año tras año, hasta que ocupó dos maletas enteras. Hoy todavía las conservo sin saber qué hacer con ellas."
(El arte del presente: Colección Helga de Alvear. Exposición en CentroCentro. Madrid: 2013, p. 16)

"Cuando descubrí que los artistas fotógrafos habían hecho fotos capaces de emocionarme profundamente, me decanté por la fotografía.
[...]
Mi "tesis" como estudiante de posgrado es la obra en sí bajo cualquiera de sus formas.
[...]
No me creo capaz de hacer fotos de manera impersonal, ya que me afectan y me siento involucrado en las situaciones que conducen a su creación o que la trascienden.
[...]
Los besos son uno de los medios que emplearía si no supiera hacer fotos
Para mí, las fotos proporcionan un medio para retener, intensamente, un instante de comunicación entre un ser humano y otro".
(Emmet Gowin: exposición en la Fundación Mapfre. Madrid, 2013, p. 10-11)

"Nuestros cuerpos, ¿dónde? Nuestros cuerpos, ¡aire! ¿El movimiento? ¡Tan lento! ¡Qué lentitud, los recuerdos vagos! ¿Y después? ¿Y después?
Todo oscuro, todo vive, todo se mueve, todo vuelve, nada ha pasado, nada pasará, el viraje.
(Giacometti: terrenos de juego. Exposición en la Fundación Mapfre. Madrid, 2013,  p. 260)

La belleza encerrada: El Prado dentro del Prado