Biblioteca Complutense

La enseñanza del latín: jetón con retrato de Erasmo de Rotterdam

Jetón con retrato de Erasmo de Rotterdam.

(ca. 1531). Plomo o cinz. Diámetro: 35 mm. Peso: 6,94 g.

Colección José Luis Gonzalo.

Esta pequeña pieza metálica no es una moneda, sino un jetón o medalla de carácter decorativo, acuñada para ser fijada sobre la ropa (una gorra por ejemplo), o sobre alguna pieza de vajilla. Constituye un testimonio, quizá menor, pero muy significativo de cómo la gran fama de Erasmo en toda Europa (y que en la universidad de Alcalá de Henares fue de gran importancia), no se sustentó solo en la gran difusión impresa de sus obras espirituales, filológicas y bíblicas, sino también en la paralela proliferación de estas piezas decorativas y artísticas. Hoy las denominaríamos como “merchandising”, y fueron producidas en diferentes formatos para satisfacer la curiosidad y admiración de sus miles de lectores y admiradores. Así, el mercado se vio inundado durante un tiempo por medallas, estampas, cuadros y figurillas metálicas alusivas al humanista, que eran vendidas en mercados y librerías. A España también llegó esta moda. Mencía de Mendoza poseía a su muerte una medalla de Erasmo con San Pablo en el reverso, y sabemos que  Juan de Vergara tenía un retrato de Erasmo a su muerte, y que buscó otro para el cardenal Fonseca. Este jetón está inspirado en una medalla previa (1519), labrada por Quentin Massijs (1466 - 1530), en bronce, con el busto de Erasmo mirando en la misma posición, parecida vestimenta y birrete. Una leyenda en griego y en latín recordaba que se trataba de la IMAGO AD VIVA EFFIGIE EXPRESSA del Roterodamo. Al  reverso Massijs hizo figurar al dios Término, emblema del autor, con la leyenda CONCEDO NVLLI. El alto precio de esta medalla (que era excepcionalmente grande, 103 y 106 mm de diámetro), así como de otras que se acuñaron en esta época (como curiosidad recordaremos que el propio Erasmo sería enterrado por sus amigos en Basilea, junto con uno de los medallones de Massijs, con la idea de facilitar el reconocimiento del cadáver en caso de exhumación), favoreció que pronto se acuñaran otras piezas más baratas. Ya en 1524 el propio humanista Erasmo quiso que se acuñara en un formato más pequeño su medalla labrada por Massijs.

No se conocen ejemplares de esta segunda emisión, pero sí de otras que, en imitación de la de Massijs, proliferaron por Europa. En su elaboración destacó el alemán Hieronymous Magdeburger, en cuyo taller parece que se acuñó este jetón hacia 1531, si atendemos al año que figura en el anverso del mismo. De la misma acuñación hizo diferentes emisiones, tanto en plata, como en bronce o plomo, dependiendo de lo que el cliente deseara gastarse. Su modelo fue la medalla de 1519: el busto de Erasmo es muy parecido y asu alrededor presenta también la leyenda IMAGO * AD * VIVA * EFFIGIE * EXPRESSA * 1531. En otras piezas de Magdeburger se comprueba que al reverso también se copiaba el emblema erasmiano (Museum Rotterdam, 57102), pero no es el caso de esta pieza, que carece del mismo. No parece tratarse de un defecto de fabricación, o de un deterioro,  sino de una evidencia del uso decorarivo que se dio a este tipo de jetones. Su reverso liso obedece a su utilización para ser fijada sobre objetos muebles, pero no para decorar gorras, ya que carece de agujeros con que poder hilvanar el jetón a una pieza de tela. Disponemos de un ejemplo al respecto,  la copa de Erasmo  tiene una sobrecopa en la que sobre su extremo superior, liso, se ha insertado un jetón idéntico al que se muestra en esta exposición. Con este uso decorativo, se comprende que Magdeburger abaratara costes eliminando en la elaboración de estas piezas un reverso que nunca se vería. La transmisión artística de este retrato erasmiano se extendió al ámbito librario, lo que generó un verdadero modelo tópico sobre la efigie del autor. Hans Holbein el Joben (ca. 1497-1543) realizó en 1533 una entalladura en madera, un medallón que seguía el modelo de Massijs, y que se utilizó por vez primera para ilustrar la edición erasmiana del Eclesiastés (Basilea: Johan Froben y Nicolás Episcopius, 1535), siendo reproducida en muchas ediciones a lo largo del siglo XVI, acompañando a los versos latinos de Gilbertus Gognatus en honor al propio Erasmo. Esta imagen recuerda en muchos aspectos a otro retrato xilográfico de Nebrija, en forma de medalla, y que también se difundiera en sus libros tras su muerte. Para comparar ambas imágenes este jetón se expone sobre una reproducción de dicho medallón xilográfico. Con el tiempo, la polémica en torno a las ideas del Roterodamo fue diluyendo este comercio, muy lucrativo al parecer entre 1520 y 1540, y muchas de aquellas piezas fueron objeto de abandono, de destrucción intencionada o de censura y mofa.

JLGS-M

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El jetón de Erasmo comprado con el Retrato de Erasmo de Rotterdam; busto, de perfil a la derecha, por Hans Holbein el Joven. Grabado en madera. (ca. 1570-1600). British Museum, 1895,0122.846.

 

Bibliografía: Bart FRANSEN. “Erasmo, Término y la muerte. Letras e imágenes en diálogo”, en Erasmo en España: la recepción del humanismo en el primer renacimiento español. Escuelas Menores de la Universidad de Salamanca 26 de septiembre de 2002 - 6 de enero de 2003, Madrid: Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior, 2002, pp. 41-47;  Georg HABICH. Hieronymus Magdeburger und Hans Schenck: zwei Studien zur Medaillenkunde, Halle (Saale): A. Riechmann & Company, 1925, nº 1893; George Francis HILL. Medals of the Renaissance, Oxford, The Clarendon Press, 1920, pp. 125-127; Friedrich Wilhelm H. HOLLSTEIN. German engravings, etchings and woodcuts c.1400-1700, Amsterdam: M. Hertzberger, 1954, nº 91; Johann David PASSAVANT. Le Peintre-Graveur, Leipzig, 1804, 6 vols., III, nº 391.58