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¡Votad la desglobalización! de Arnaud Montebourg

Carlos Lombas 18 de Abril de 2012 a las 11:39 h

"En el cabaret de la globalización, el Estado realiza un strip-tease y al final de la función sólo le queda lo mínimo: el poder de la represión. Destruida su base material, anuladas su soberanía e independencia, borrada la clase política, el Estado nacional se convierte en un mero servicio de seguridad de las megaempresas...
Los nuevos amos del mundo no necesitan gobernar en forma directa. Los gobiernos nacionales están encargados de administrar los asuntos en su nombre."
(Subcomantante Marcos)

El concepto de aldea se centra en un lugar que no pasa de 400 o 500 habitantes, pudiendo tener 1, 2 o 14, pues todo lo demás pasa a ser villa, ayuntamiento ciudad o nación, para llegar a conformar el mundo.
La ruralidad, el Intervalo entre las cosechas, el agua, los animales que se reproducen y las personas, le da un equilibrio que le permite mantener su ubicación, su crecimiento, sus recursos, no exentos de rivalidades, pero sostenible y acorde con el objetivo de la vida vegetal animal y humana, rodeados además de mejores condiciones de vida, más comodidades, un amplio acceso a la educación, a la información y a las nuevas tecnologías.
Y toda esta explicación tiene como objetivo denegar ese término, que considera a 7 mil millones de personas, como habitantes de una aldea, y le añaden el adjetivo de global para conformar más la uniformidad, dato que resulta estrambótico comparado con lo consensuado anteriormente.

 

La globalización es como un alga de esas que se propagan cada verano por el mar Mediterráneo, cuyo hábitat no es el suyo y ha llegado escondida, como un polizonte en las hélices y en las redes de los barcos encargados de traer los productos manufacturados en las deslocalizaciones empresariales, a bajo coste. Las algas extrañas producen plagas de medusas invasoras, destrucción de bancos de pesca y reservas naturales y ad hoc la globalización produce  importante modificaciones en el hábitat humano: ¡ahora como peor,  me he quedado sin trabajo, sin casa, sin familia, sin ahorros, como  comida basura, o de la basura, y miro pasar menos yates, pero más grandes!

Arnaud Montebourg, con su libro de 78 páginas ¡Votad la desglobalización!, ha puesto un poco del guión para abrir nuestros ojos, que ya con un pie en el carro de la aldea global,  afirmábamos que "pensarlo en positivo, era teorizar en la buena dirección". Pero de pronto algo falla, y una mentira, semejante a  un hongo contaminante flota sobre nuestro mundo laboral, y el diminuto estado del bienestar.

" No es lógico que una empresa de un país europeo que da a sus trabajadores una coberturas sanitarias y laborales dignas y que invierte mucho dinero en respetar los estándares de contaminación tenga que competir en precio en la estantería del supermercado con el mismo producto hecho en un país donde los trabajadores trabajan 60 horas a la semana, con 10 días de vacaciones al año y sueldos de hambre. Algo falla".

Montebourg nos dice que, a" la inmensa mayoría, la globalización no nos ha aportado más que la desindustrialización, la precariedad, el empobrecimiento, la agudización de las desigualdades, la destrucción de los servicios públicos, el aumento de la deuda, las deslocalizaciones..."

Apoyándonos en los ejemplos de las graves catástrofes económicas, en sus nuevas ideas, en  los ejemplos de gobiernos mezquinos, leemos esta guía didáctica para encaminarnos hay un mundo más consistente, más justo y más culto, con propuestas realistas y de posible realización, acusando deliberada y con argumentación los objetivos de los potentes regidores de esta globalización que todo lo arrasa.

En pocas páginas, encontramos un principio de solución económica, pasando por un modelo arancelario, con cuotas ecológicas y partiendo de condiciones laborales del país de origen. La solución pasa por el ecosocialismo, con una interacción entre Alemania y Francia, adheridos al resto de la Unión Europea,  para un control de las economías internas, que hagan fluctuar los comercios de las empresas nacionales, primando sobre las multinacionales.

Y el ciudadano medio ha de interaccionar individualmente, a la vez que recibe información de lo que come, también  pautar una serie de acciones para manifestar su rechazo a la acción destructora de las multinacionales, con lemas personales, fácilmente realizables como: ¡Un día en familia, sin tomar coca-cola! ¡Hoy no mando mensajes de móvil!¡ No comprar en los chinos!

Nota: un diario de tirada oficial, hace unas semanas saca una foto escandalosa en portada,¡ tres chinos, dos hombres y una mujer, porteando con carretillas, una gran pila de fardos cada uno, y el pie de foto, decía algo así ¡ nos falta mucho para trabajar como los chinos! Y yo digo, que ellos no pagan impuestos al estado español cuando abren un negocio durante cinco años, que donde producen lo que venden hay pena de muerte, no existe regulación laboral, ni derechos sindicales, eso ¿es el mundo que queremos para nuestros ciudadanos?

Por estás primeras campañas empezaría la desglobalización y un comienzo positivo al enderezamiento humano en relación con el trabajo y el consumo.

Y como acotación adyacente, no hemos de pensar que aquel idílico movimiento del 15 M ha desaparecido, que no existe. Está, va y viene, se reúne, exponen sus ideas, llevan apuntes a la sociedad que quiera escucharlos desde su página democraciarealya.com, haciendo de sus ideas un ejercicio de transversalidad que estoy seguro que reciben tanto las derechas, como las izquierdas, de España y de otras muchas partes del mundo, como un soplo de aire fresco, para jóvenes y no tan jóvenes, cercanos a la utopía, que un día se instalo en esa nuestra frase: ¡Un mundo mejor es posible!

Pasando de este lapsus a la inmediata y presente realidad Montebourg y otro muchos firman documentos, analizan la realidad nefasta del mundo laboral, social, educativa y sanitaria, que bajo la capa de comercio mundial, acomodan a la banca en los escaños democráticos para callarnos, lejos de la razón que justifica nuestra democracia occidental. Podemos hablar en voz alta, exigir, sobre todo porque nunca hemos de dejar de cumplir  con nuestras obligaciones impositivas, para que el estado y su gobierno ejercite su administración. Y sin embargo casi todos ellos sólo han utilizado su escaño o su cercanía al poder para robar el dinero público, que nadie les reclama que devuelvan. Más en España que en el resto de la comunidad europea de los doce junta.

"Leyes: sabemos lo que son, y lo que valen. Son telarañas para los ricos y poderosos, cadenas de acero para los pobres y débiles, redes de pesca en manos del gobierno". Proudhon.

 

Arnaud Montebourg nació en Clamecy en Nievre, 30 de octubre de 1962. 
Arnaud Montebourg es de Fixin (Gold Coast). El nombre de su padre es Michael y su madre Leila. 
Michel trabaja impuestos Montebourg como servidor público y Leila Cadi Ould es una profesora y ensayista española, que procede viene de la Argelia francesa, de una familia de Walis.
Montebourg estudió en la universidad de Dijon Marcelle Pardé antes de entrar en la Escuela Secundaria Stephen-Liégeard de Brochon (en Côte-d'Or) regresó a Dijon después de obtener su licenciatura y se integra a la universidad en 1980 estudiar derecho. A partir de entonces se incorporó a la Universidad de París I Panthéon-Sorbonne (siempre por la escuela de derecho), y emergió con una licencia. Luego se unió al Institut d'Etudes Politiques en París antes de mover el apoyo de la ENA, pero no está permitido. Hizo su servicio militar en el Batallón de Transporte 120 de Fontainebleau.

Su esposa Hortensia, es hija del conde Antoine de Labriffe
El ex colaboradora de Edouard Balladur y Philippe Douste-Blazy, Hortensia Labriffe essSecretaria general de las salas de cine de la Unión - Francia y delegada General de la Asociación de Productores Independientes de cine francés. 

Tras haber cumplido el servicio militar en el Batallón de Transporte 120 de Fontainebleau Arnaud consigue un fácil acceso a importantes cargos ministeriales. Ha sido asistente de distrito XX de París, y redactor de discursos para las ceremonias de los departamentos  d el Tribunal de Apelación de París en 1990. Él defendió muchos casos de alto perfil, incluyendo el de la encrucijada del desarrollo, la Asociación para los contribuyentes de Doubs y "inadaptados de Marrakech". También defiende Christian Didier, y Christine Villemin, en 1995, el mismo año. Sus cualidades como abogado en 1993 le valió el Premio Maurice Allehaut. Esta distinción es otorgada por el Colegio de París.

Le gusta escribir y ha publicado varios libros en general en el campo político en Francia. Publicó en 2002 "La máquina de traicionar a: Informes sobre la decadencia de nuestras instituciones", en el año 2003 "Por un nuevo partido socialista" (escrito en colaboración con Vincent Peillon). Los dos hombres renovaron su asociación en 2004 al escribir "En el corazón de la izquierda:. Elementos para un proyecto político"  y colabora con Bastien Francois, en 2OO5 y escribió "La Constitución de la  sexta República - Conciliar con la democracia francesa"

Se lanzó a la política muy joven en la Unión Nacional de Estudiantes de Francia en los años 80, afiliándose  al Partido Socialista en ese momento. Su carrera política nacional la inició en 1997 cuando fue elegido el sexto distrito de Saone-et-Loire, por el Grupo Socialista y reelegido dos veces, en 2002 y 2007. Al mismo tiempo, se dio a conocer en la escena política con algunas acciones como la propuesta de dimisión a Jacques Chirac, ante la comisión de la Corte Superior de Justicia en 2001.No se llevará a cabo tras otro entre el rechazo de Lionel Jospin, Primer Ministro de entonces. Se crea el mismo año el Convenio para la Sexta República (o C6R), que propone una nueva Constitución para restringir los poderes del Presidente de la República y confiar la mayor parte de las decisiones del Primer Ministro. 

Como secretario nacional encargado de la renovación (desde 2008) y Miembro de la Junta y el Consejo Nacional (desde 2003) del PS, Arnaud Montebourg se compromete a numerosas acciones en favor de un Nuevo Partido Socialista en 2002, lanzando en noviembre de 2005 un nuevo movimiento, Renovar ahora

2007 es definitivamente un año agitado para Arnaud Montebourg la creación de una polémica por publicar un artículo sobre Suiza como paraíso fiscal, y renunció poco después como portavoz de Ségolène Royal.( datos de Paris Match)

En la actualidad apoya a François Hollande en las presidencias, y estuvo en Madrid presentado este libro.

 Su interesantísimo blog, que admite comentarios: http://www.arnaudmontebourg.fr/


"Detrás de cada fortuna hay un crimen." (César Borgia) 

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Comentarios - 2

Marta

2
Marta - 5-11-2014 - 10:52:53h

Debo reconocer que es un tema muy interesante y que es digno de mucho debate. Yo personalmente me dedico al mundo de la moda, así que se por experiencia cómo funcionan las marcas de ropa, dónde fabrican sus prendas, cómo venden sus colecciones, etc.

 

No creo que se pueda decir que la globalización sea mala o buena de por sí. Como todo, tiene sus cosas buenas y malas. Hay quien dirá que los trabajadores que se dedican a coser ropa para las grandes marcas están explotados, y sin dejar de ser cierto, también es verdad que la existencia de empresas que dan ese tipo de trabajo en determinados lugares provoca el desarrollo económico y mejora de calidad de vida de muchas personas.

 

En definitiva, como todo, lo que habría que hacer es aprovechar los beneficios pero cuidando que no se incrementen tanto sus contras.

pepe

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pepe - 19-04-2012 - 23:23:33h

Mes compliments à vôtre grande publication,dans un contexte, l'actuel
réel et alarmant a constater pour la plupart d'optimistes.
Permetez moi une considération...l'humanité dans sa croissante voragine et presque chaotique maelstrom dans la plupart régies par un liedership politique périmé et leurs acolytes de profit au détriment de plus de secteurs vulnérables.


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