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Los balnearios en la Biblioteca Histórica

Isabel Corullón Paredes 14 de Julio de 2015 a las 11:18 h

Desde las tradiciones más antiguas el agua se ha venido considerando fuente de vida. El simbolismo de las aguas está presente en las primeras manifestaciones culturales de la humanidad, agua que purifica y regenera. Los balnearios son el mejor lugar para conectarse con ese simbolismo, para comprender y para iniciarse en ese elemento primigenio. Lugares dotados de modernas instalaciones, pero desde donde se siente con fuerza esa conexión de lo ancestral. Mi paso reciente por uno de ellos me ha permitido comprender que los balnearios actuales enlazan directamente con la cultura romana de las termas: el agua que sana y da placer. Interesada por conocer la historia de aquel balneario, localicé la primera referencia del mismo en Espejo cristalino de las aguas de España, de 1697. Fue así como el azar me llevó a esta obra fundamental, pionera en el campo de la hidrología en España, publicada en Alcalá de Henares en 1697. [Seguir leyendo]

 

Efectivamente, la obra de Alonso Limón Montero Espejo cristalino de las aguas de España... (BH DER 8535) es el primer tratado científico escrito sobre la naturaleza y las propiedades de las fuentes y las aguas termales españolas. Llama la atención su exhaustividad y sobre todo lo temprano de su fecha, a pesar de que se publicó tardíamente con carácter póstumo. Alonso Limón, originario de Puertollano, cursó estudios de Filosofía y Medicina en Alcalá de Henares, licenciándose en Medicina en 1658. En 1667 obtuvo la cátedra de Vísperas de Medicina en dicha universidad. En paralelo a su actividad docente, Alonso Limón escribió varias obras temas médicos. Una de ellas es el Espejo cristalino. que fue publicada en Alcalá en 1697 a instancia de varios catedráticos, 18 años después de la muerte de su autor. Para la elaboración de esta obra Alonso Limón se basó en los estudios existentes sobre las cualidades de las distintas fuentes, aportando además sus propias observaciones. Pero además contó con las aportaciones de unos cincuenta corresponsales repartidos por toda España, lo que le permitió reunir información de un total de 49 fuentes, 6 ríos, 5 lagos y 19 baños, cuyas características aparecen descritas en este libro. Se trata de una obra escrita en castellano y no en latín, para llegar a un público más amplio, como manifiesta el propio autor, y que alcanzó notable popularidad en su época. Publicada en folio, la Biblioteca Histórica conserva siete ejemplares de la misma, que proceden del Colegio de Cirugía de San Carlos, del Colegio de Farmacia de San Fernando, y del Colegio de los Jesuítas de Alcalá, así como de algunas bibliotecas privadas:  del ilustre médico Antonio Hernández Morejón, de la Condesa de Campo Alange, y de Marcos y Francisco Viñals. Clara señal de la popularidad y del aprecio perdurable que tuvo esta obra. 


A lo largo del siglo XVII se habían publicado varias obras que describían alguna de las fuentes españolas de carácter mineromedicinal o termal, sin embargo la de Alonso Limón es el primer tratado hidrológico de carácter general. Dos son sus aportaciones fundamentales: la extensión de su estudio, que abarca todas las fuentes conocidas en su época, y su fundamentación científica, ya que parte del estudio de las propiedades químicas de las aguas, dentro de los limitados conocimientos químicos de entonces. Como dato a destacar está la recomendación de la práctica del baño (algo totalmente denostado en su época) por su valor terapéutico, haciéndose eco de otras publicaciones anteriores que ya insistían en este aspecto. La primera de ellas, Práctica y teoría de los apostemas... de Pedro de León (1628) (BH FOA 4829).Todo ello constituye razón suficiente para que a Limón Montero se le considere el padre de la hidrología española.

 

A partir de la publicación de la obra de Limón Montero aparecieron otras  acerca del valor terapéutico de los baños, como el Libro de los baños de Arnedillo y remedio universal..del médico Juan Martínez de Zalduendo (1699) (BH MED 3970). Y en el siglo XVIII los avances registrados en la química favorecieron el interés por la hidrología, que  se manifiesta en la proliferación de los análisis de manantiales. Aparecieron numerosas obras sobre una determinada localización, pero se publicaron también otras de carácter general, como la Historia universal de las fuentes minerales de España, sitios en que se hallan... de Pedro Gomez de Bedoya y Paredes (BH FOA 5024), publicada en 1764, en la que se recoge el análisis químico y toda la información relativa a las virtudes terapéuticas de cada fuente. En resumen, se publicaron en esta centuria un buen número de obras acerca de fuentes y baños, que anticipan el auge de la balneroterapia desarrollado en España en la segunda mitad del s. XIX.

 

Sirva este artículo para poner de manifiesto la importancia de los fondos sobre hidrología que conserva la Biblioteca Histórica, cuyo interés radica en su antigüedad, ya que  corresponden a un momento anterior a la proliferación de impresos que se produce a partir de 1850 sobre hidrología y balneroterapia en España. Estos fondos contribuyen a recomponer la historia de los más vetustos y afamados baños españoles, algunos de los cuales han venido funcionando prácticamente sin interrupción desde la Edad Media hasta nuestros días.

 

 

 

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