A la gente le da todo igual; mientras no le tiren la basura del otro lado de la tapia, ni le llegue el olor de podredumbre a la terraza, se puede hundir el mundo en la mierda. (En la orilla)

He comentado en muchas ocasiones con varias redactoras de este blog lo difícil que resulta intentar explicar por qué te gusta un autor o una obra; mientras que es relativamente fácil exponer por qué te disgustan otros o no llegan a convertirse en referencia (aunque refrenes tu argumentación pensando en aquéllos a quienes les pueda atraer). Por eso creo que he llegado a sintetizar mi atracción por Rafael Chirbes con una idea que conjuga dos: me llega al corazón... y a la cabeza.

Desde su nacimiento, Sinololeonolocreo ha querido ser una crónica de lo que leen las personas que forman la Complutense y un espacio virtual para comentar y compartir lecturas entre la comunidad universitaria y la sociedad.

Para iniciar un paseo por las lecturas que ocupan a la UCM nada mejor que comenzar con nuestro Rector, Carlos Berzosa.

Este verano, varios simpatizantes y admiradores de Sinololeonolocreo coincidimos con el Sr. Rector en los Cursos de Verano del Escorial. Allí, cuando cae la tarde, una vez terminadas las conferencias y discusiones, es fácil encontrarse y charlar. En esas circunstancias, con la Sierra de fondo y el fresco de la noche, coincidimos con Carlos Berzosa en la misma mesa y nuestra reportera de excepción, MJ del Olmo, sacó una cámara del bolso y se puso a grabar.

La conversación, como veréis, fue improvisada e informal. El Rector nos contó sus últimas lecturas y entre ellas fueron apareciendo viejos amigos de este blog: Irene Nemirovsky, Rafael Chirbes, Stieg Larrson... Pero para saber todo lo que nos contó dale al play del vídeo y disfruta con las recomendaciones de Berzosa.

En su última novela, Crematorio, Rafael Chirbes hace una crítica despiadada de la cultura del ladrillo imperante en la sociedad española actual; a partir de la vida de un constructor sin escrúpulos -Rubén- y los personajes que le rodean, se nos hace una disección de las relaciones corruptas que propicia su entorno.

Conocí a Rafael Chirbes gracias a dos de las principales redactoras de este blog y desde entonces -sin que él lo sepa- me he convertido en uno de sus "viejos amigos".

Si hubiera sido más avispado habría elegido el pasado 20 de noviembre para hablar de él y de una de sus obras principales, quizás la más redonda, que transcurre íntegramente en ese día de unos cuantos años atrás (La caída de Madrid). Pero habrá otro momento para eso.

Lo que hoy pretendo es aportar una nueva nota a una de las secciones. La dedicada a un género que no me atrae especialmente, aunque bien mirado podría dar cabida a discursos tan dispares como Los viajes de Marco Polo, La vuelta al mundo en 80 días (o al día en 80 mundos), El corazón de las tinieblas, Moby Dick... o El viaje a ninguna parte.

Y quiero hacerlo con El viajero sedentario: ciudades, una obra donde Chirbes, de formación histórica, redactor en revista de viajes, vuelca su sensibilidad y su enorme cultura en descubrirnos diferentes ciudades por la que su vida ha transitado.