Biblioteca Complutense

Exposiciones 2010

 

Libros de luz

Paloma Clavería

"Libros de luz" parece aludir directamente a la huella que dejan las personas sobre los libros, o quizás a las que éstos dejan sobre las personas. Se trata de una obra hecha con huellas o huecos que irradian una luz sutil, constante y mortecina. Unas fotografías sobre un soporte blanco y liviano, de sensaciones vaporosas, que se convierten en un auténtico elogio a ese fascinante, íntimo y perenne invento que es el libro. Un elogio del libro, el medio que deja huellas, huecos y señales, que estampa imágenes en nuestra retina y que arroja y refleja luz.

 
Arte & Letra
La exposición arte & letra está concebida como parte de un gran proceso: Por un lado, enseñar a disfrutar de las artes en sus múltiples formas y conceptos; por otro, a servir como resorte para nuevos movimientos.
La oportunidad que me ha dado la vida de apreciar el arte desde diferentes posiciones como: artista, galerista, coleccionista, “curator”, docente, y sobre todo de sentir el arte y emocionarme en cada evento, me han permitido enlazar este discurso y sacarlo a la luz.
En todas estas facetas encuentro reflejo, volviendo al inicio: al proceso creativo. Las obras que se reúnen aquí son parte de este viaje. Hay piezas de mi colección particular, pertenecientes a los años 60-70, donde aparece el arte del concepto, de ediciones realizadas, de artistas compañeros, todas ellas llenas de anécdotas, de vida, de momentos.
Al organizar y exhibir estas piezas de antes, de ahora, de siempre, acogidas hoy en estas vitrinas llenas de historia. Al enseñarlas a otros ojos, como testigos mudos, continúan su propio sendero, dando pie a nuevas obras, nuevos procesos. Esta exposición como proceso se amplía, se mueve, se vende, se cambia.

Libros de instrucciones de doo-rags y doo-rags de Olaf Ladousse
Un doo-rag es un gadget sonoro, una escultura musical que Olaf construye tuneando juguetes comprados en bazares baratos y transformándolos en objetos únicos en los que el ruido se transforma en música. Olaf los dota de un aspecto formal que ironiza sobre la estética de la industria pesada versus la industria de consumo. Maquinismo y arte, artefacto y escultura dialogan -se gritan a voces- en un doo-rag.

Libros de artista
La exposición de Libros de Artista de la Asignatura de Proyectos II, Grupo E2, del curso 2008-2009, en la Sala de Exposiciones de la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid.

 
Interprestaciones plásticas de El origen de las especies
El proyecto presentado en la Sala de Exposiciones de la Facultad de Bellas Artes tiene el apasionante sello de sus coordinadores, Elena Blanch y José Luis González Recio - profesora de Bellas Artes, docente de Filosofía, investigadores ambos-. Ya en otras convocatorias de este brillante equipo, (exposiciones del Grupo Arte y Filosofía en Matadero Madrid o en la Facultad de Bellas Artes) descubrimos las dos reglas que
convierten en éxito su modo de gestionar el pensamiento: 
1º Reflexionar al alimón: una persona de formación filosófica y otra formada en artes plásticas reflexionan sobre una pregunta ontológica de hondo calado, sobre una “caja negra”, en palabras de S. Woolgar.
2º Pensar desde dos generaciones: docentes y estudiantes, como colegas ante un dilema de fondo, como almas gemelas, se enfrentan juntos al saber (dejando en suspenso -en lo posible- las barreras de edad, status, jerarquía). La tarima y el pupitre dejan paso a una mesa llena de libros con dos sillas, una junto a la otra.

 
Hoja x hoja. Libros de artista
El libro en sí mismo no tiene sentido sin la acción, la secuencia implícita de pasar sus páginas. Es algo inherente al libro tradicional frente al soporte digital o libro electrónico, y vaya por delante que reivindicamos la primera opción frente a la segunda. Ojear un libro es, incluso, un placer que descubrimos al acercar nuestra nariz a su interior, como cuando lo abrimos por primera vez y es nuevo. En el caso de un libro antiguo, observamos que sus hojas se han oscurecido y su tipografía te transporta a épocas remotas de linotipias y tipógrafos, a su ardua elaboración, con tipos móviles solapados uno a uno para formar textos y a los tacos de madera grabados al detalle en sus ilustraciones. En el caso del libro de artista, obra para mirar y tocar más que para leer, este acto reflejo de pasar hoja tras hoja se magnifica. Al principio, es el impacto visual lo que predomina: cromatismo, dimensiones, forma, textura, todo ello en las múltiples e insospechadas formas que el libro como objeto artístico puede adoptar. Pero el espectador, atraído por la apariencia misma del objeto, no sólo lo contempla sino que no puede resistir el deseo de palpar sus páginas; tras la experiencia visual previa, la táctil es ineludible. Al tener en nuestras manos uno de estos libros pasaremos hoja por hoja, desvelando su interior, notaremos el tacto fino o rugoso de los diferentes papeles o materiales empleados, lo contemplaremos como una unidad en la que, en un primer momento, nos llamó la atención su forma externa.