El Intercambio
En 2024, la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) encarga una intervención artística para la fachada de su Biblioteca. El proyecto, gestionado por el estudio creativo Wäicreaciones, se encarga al artista Taquen, quien crea un mural cargado de simbolismo y titulado "El intercambio".
El proyecto busca fomentar la reflexión sobre la interconexión entre las dinámicas económicas y la sostenibilidad, integrando elementos visuales que invitan a una profunda comprensión de estos temas en el contexto académico y social. Intercambiar no se limita únicamente a la compra de bienes; las personas también realizan intercambios a través de saludos, conversaciones, actos de dar y recibir, así como en actividades como viajar, traducir o reciclar. De hecho, la mayoría de las acciones humanas generan intercambios, que pueden incluir bienes, ideas, aficiones, experiencias y diversas perspectivas sobre el mundo.
En la composición del mural, las golondrinas juegan un papel central. Estas aves migratorias son conocidas por recorrer grandes distancias entre sus zonas de reproducción y sus zonas de invernada. En el ámbito económico, las golondrinas representan el capital humano y financiero que se desplaza a través de fronteras en busca de mejores oportunidades. Al igual que las golondrinas, el capital financiero se mueve hacia regiones donde puede obtener mayores rendimientos, simbolizando la búsqueda constante de los inversores por mercados que ofrezcan crecimiento, estabilidad y rentabilidad.
Además de las golondrinas, el mural incorpora plantas que se dispersan a través del viento, el agua o los animales. Estas plantas simbolizan otro tipo de intercambio económico, relacionado con la distribución de bienes y recursos. Al crecer y desarrollarse en un ecosistema sostenible, reflejan la necesidad de un equilibrio entre la explotación de recursos y la conservación del medio ambiente. Un crecimiento económico sostenible es esencial para garantizar que los recursos estén disponibles para las futuras generaciones.
La representación de la presencia humana en el mural se manifiesta a través de dos manos que dan y reciben, un gesto crucial para el crecimiento y el desarrollo. Este acto no solo tiene implicaciones económicas, sino que también simboliza la transferencia y difusión del conocimiento.
Compositivamente, la obra se presenta en una escena donde la simetría evoca el principio de equidad, y los colores se fusionan con los elementos naturales que la rodean. Estas analogías no solo embellecen la fachada de la biblioteca, sino que también ilustran cómo los procesos naturales pueden reflejar y explicar conceptos económicos. El mural de Taquen invita a los espectadores a reflexionar sobre la interconexión entre fenómenos naturales y dinámicas económicas, resaltando la importancia de un equilibrio que beneficie tanto a las personas como al planeta.