El profesor Velarde siempre ha destacado a aquellos profesores, colegas y discípulos con los que tiene “deudas intelectuales”, es decir que son sus “acreedores”. En este expositor figuran algunos de los “acreedores preferentes”.

Una vez ingresado en la Facultad de CC. Políticas y Económicas, Velarde asistió en 1944 a las clases de Valentín Andrés Álvarez en primero de carrera sobre “Introducción a la economía política” que le fascinó y empezó una amistad de décadas con Don Valentín.

Otro sería Román Perpiñá Grau quién no fue profesor directo de Velarde pero que éste dice que leyó en 1945 el artículo de Perpiña “De economía Hispana” y que fue para él bastante definitivo para su vocación economista.

En tercero de carrera (1944-1945) le dio clases el profesor Manuel de Torres sobre Teoría Económica de quién Velarde destaca la intensidad intelectual y de cómo integraba a los estudiantes en las lecciones académicas de tono keynesiano.

En ese mismo curso de tercero tuvo como profesor a Luis Olariaga quién siendo partidario de la escuela austríaca no valoraba las posiciones keynesianas, encontrándose así unas jugosas disputas intelectuales que le resultaron muy enriquecedoras. Luis Olariaga como presidente del consejo Superior Bancario le dio el primer trabajo a Velarde, en la Sección de Estadística de ese Consejo.

El Director de la Sección de Estadística del Consejo era Ángel Cerrolaza, quién además de enseñarle técnicas estadísticas y dada su gran formación humanística y literaria le formó en el gusto literario, proponiéndole lecturas desde Pio Baroja hasta novelas policíacas (como las de la colección argentina El Séptimo Círculo, dirigida por Borges y Bioy Casares).

Está Enrique Fuentes Quintana con quién la amistad y la colaboración intelectual vino desde que ambos terminaron la carrera de Económicas. Se expone el libro que para Bachillerato publicaron ambos en 1958

Finalmente se expone un título de José Luis García Delgado que es la edición comercial de la tesis doctoral que le dirigió Velarde y de quién Velarde dice que aprendió y que después de discípulo fue colega y amigo.