Los “Fuchs” castellanos impresos por los Birckmann: en torno a un tratado de Botánica renacentista conservado en la Biblioteca “Marqués de Valdecilla”

 

Antonio González Bueno.
Facultad de Farmacia U.C.M.

  

La intervención de los Birckmann en el proceso de difusión del De historia stirpium...

En 1549 la viuda del impresor Arnold Birkmann hizo imprimir, en los tórculos parisinos de Benoist Prévost[1], una Histoire des plantes… (A Paris: par la veufve Arnould Byrkman, 1549)[2], en la que se incluyen 520 grabados realizados ex-professo por Pierre Haultin[3], quien firma algunas de las portadas[4]. La edición costeada por los Birckmann[5] responde a unas condiciones de mercado, especialmente favorables, que este grupo impresor estaba acostumbrado a aprovechar.

El Histoire des plantes… (París, 1549) toma por modelo el De historia stirpium... de Leonhart Fuchs (Basileae: In Officina Isingriniana, 1542), añade, tras sus 510 grabados iniciales, las seis novedades que incorporó la edición alemana (Neu Kreüterbuch... Basel: durch Michael Isingrin, 1543)[6] y, por último, tres grabados[7] –uno de ellos doble-, que no habían sido impresos con anterioridad; al menos dos de ellos fueron recuperadas por Rembert Dodoens, incorporadas a su Cruydeboeck... (Antuerpiae: Ex officina I. Loei, 1554) y, desde entonces, generalizado su uso entre las ilustraciones botánicas renacentistas[8]. La obra incluye un índice trilingüe (griego, latín y francés) de los nombres de las plantas, y una carta de presentación de Arnold Birckmann a sus lectores. Todo el texto está redactado en lengua francesa.

Sin duda alude a los grabados de Pierre Haultin el comentario que Johannes Birckmann hace a Francisco de Enzinas, en carta fechada en Londres, el 30 de mayo de 1549:

“Escribes que querías enviar el Herbario (el español supongo) a Basilea. No sé si es buena idea, pues mi hermano [Arnold] ha comprado en París precisamente unas figuras que podrían servir para el Herbario español….”[9]

Los ejemplares del Histoire des plantes... (París, 1549) impreso por la viuda de Arnold Birckmann introducen otra primicia: la incorporación de un breve texto “extractado” de la obra original que acompaña a las imágenes. Este texto está elaborado con un marcado carácter divulgativo; su contenido se encuentra subordinado al espacio marginal de la ilustración y en él se pretenden resumir las siete secciones contempladas en la edición príncipe del De historia stirpium… (Basilea, 1542): nomina, genera, forma, locus, tempus, temperamentum y vires. El autor francés apenas bosqueja el contenido de la obra de Leonhart Fuchs, construyendo un texto, basado sobre planteamientos galenistas, pero alejado de la erudición del médico alemán, sin duda destinado a un público sin formación sanitaria especializada; no sólo los médicos universitarios profesaban el galenismo, también lo hacían un –nada desdeñable- grupo de cirujanos, boticarios, barberos y sangradores cuya práctica profesional no sólo era socialmente aceptada sino reconocida y homologada por la autoridad competente; y aún a ellos habría que añadir los otros sectores interesados en el comercio de estos productos: mercaderes, drogueros, especieros, etc.

Siguiendo la línea marcada por Leonhart Fuchs, el anónimo versionista francés otorga especial relevancia a los textos dioscoreanos, aunque las opiniones de Galeno y Plinio, siempre tomadas del original del De historia stirpium... (Basilea, 1542), también están presentes; cuando la iconografía no tiene correlación con las de los clásicos greco-latinos, el versionista recurre a “los modernos”, un término bajo el que se esconde, siempre, la opinión vertida por el propio Leonhart Fuchs.

La autoría de estos breves textos que acompañan a los grabados de Pierre Haultin no está clara; Frederick G. Meller, Emily Emmart Trueblood & John L. Heller, basándose en la atribución de un ejemplar conservado en el British Museum[10], mantienen la responsabilidad de Jean Belon; sin embargo, en nuestro opinión, la redacción de los textos corresponde a Jacques Goupyl[11].

Aunque el Histoire des plantes... (París, 1549) figure sin atribución alguna, la firma de Jacques Goupyl se encuentra en otro texto impreso en condiciones similares, el Dioscoridis Libri octo, graece et latine. Castigationes in eosdem libros… (Parisiis: Impesis viduae Arnoldo Birkmanni, 1549), una adaptación de la traducción de Jean Ruel, en cuya edición vuelven a coincidir los nombres del impresor, Benoit Prévost, y el del grabador, Pierre Haultin, quien puso a disposición del impresor los caracteres griegos con los que se compone esta obra bilingüe.

Acerca de Jacques Goupyl informa el prefacio que Benoit Prévost antepone a la edición del Dioscórides de Jean Ruel que comentamos (París, 1549): es médico, lector del “Dioscoride en grec” en la Facultad de Medicina de París y, a tenor de los comentarios de François Fontanon que sirven de prólogo, todo un experto en la obra de Dioscórides[12].

Algo más sabemos sobre él, nació en la diócesis de Luçon en torno a 1525; estudió Humanidades en Poitiers, donde recibió una esmerada formación en lengua griega; fue preceptor de varias familias en Saintonge. Reside en París, al menos, en 1548, allí recibe el grado de doctor. Su reputación le lleva a ser elegido por Enrique II, en 1555, para sustituir a Sylvius (Jacques Dubois), a quien él considera su maestro, en la cátedra de Medicina del Collège de France. Reconocido helenista, dispuso de una biblioteca, rica en manuscritos y obras impresas, dispersa a consecuencia de un motín sufrido en 1563; es posible que falleciera poco tiempo después[13].

No conocemos obra atribuible a Jean Belon[14]; por el contrario, Jacques Goupyl (ca. 1525-1564) se nos presenta con una obra coherente, en la que encaja –relativamente bien- la versión de Leonhart Fuchs que nos ocupa; vaya por delante que, en cualquier caso, ésta sería una obra menor y que, quizás por ello, quedara sin su firma; la principal ocupación libraria de Jacques Goupyl fue la edición de textos médicos en lengua griega.

De 1544 data una versión latina de un texto de Galeno, De exercitatione… (París, 1544)[15]; cuatro años después ofrecerá a las prensas una versión bilingüe, griego-latina, de Alejandro de Trayes[16]; sigue la versión de Dioscórides impresa a costa de la viuda Birckmann, sobre textos latinos de Jean de Ruel y los propios para la versión griega (París, 1549)[17]; en 1550 traduce a Alexandre Piccolomini[18]; de 1551 data su edición de Ausonio, en colaboración con Elia Vineto[19]; en 1553 publicó su versión de textos de Pablo de Egina, salidos de prensas venecianas[20], en 1554, edita a Areteo de Capadocia[21] y, en 1557, da a las tórculos una versión de Actuario[22]; aún queda por anotar un breve texto, éste póstumo, la edición de una carta de Pablo a Tito[23].

Pero sobre todos ellos nos interesa otro texto, quizás menor frente a los comentados, De Latinis et graecis nominibus arboreum, fruticum, herbarum, piscium et avium liber... cum gallica eorum nominum appellatione... (Lutetiae: ex off. R. Stephani, 1545)[24]; sucesivamente reimpreso a lo largo del siglo[25], y que encaja bien con el trabajo que, en 1549, realizara para la viuda Birckmann.

No es extraño que este mismo médico, interesado en los nombres vulgares de las plantas en lengua francesa, construyera esta edición, “reducida” y en lengua francesa, del De historia stirpium… (Basilea, 1542). El Histoire des plantes... (París, 1549) impreso para la viuda de Arnold Birckmann no es una edición “Nouvellement traduict en francoys”, como hace creer la portada, sino obra nueva, tanto en los grabados como en el texto que a éstos acompaña. La atribución a Leonhart Fuchs es una mera cuestión de imagen, el médico alemán nada tuvo que ver en la elaboración de esta obra que, por supuesto, no contó con su aprobación[26].

Será sobre esta versión francesa sobre la que se construya la edición preparada por “Juan Jarava”[27]. Arnold Birckmann –hijo- intentó rentabilizar, aún más, las planchas realizadas por Pierre Haultin y preparó una edición castellana; la traducción, al menos según consta en la portada, fue realizada por “Juan de Jarava”, de la impresión se ocuparon los talleres de Jean de Laet, ubicados en Amberes[28]. No es de extrañar la impresión en Amberes, desde 1549 los Birckmann no tienen producción parisina[29].

  

Dracontion

[Jacques Goupyl].. Histoire des plantes... (París, 1549).

Bibliothèque Nationale de France, R-89832.

Dragontea

 Juan Jarava. Historia de las yervas... (Amberes, 1557).

Biblioteca Marqués de Valdecilla (UCM). BH FOA 4665

 

 

 

Pommes du Perou.

[Jacques Goupyl].. Histoire des plantes... (París, 1549).

Bibliothèque Nationale de France, R-89832.

Yerva Mora que mata

 Juan Jarava. Historia de las yervas... (Amberes, 1557).

Biblioteca Marqués de Valdecilla (UCM). BH FOA 4665

 

Los textos castellanos del De historia stirpium... impreso por los Birckmann

En 1557, los herederos de Birckmann retoman los grabados de Pierre Haultin y, con la adaptación castellana que hiciera Juan de Jarava[30], imprimen, en los talleres de Juan Lacio [Hans de Laet][31], en Amberes, un nuevo título: Historia de las yervas… (Amberes, 1557) que habría de contar con dos versiones, cada una con portada diferente y otros cambios menores en los preliminares, de los que hemos de ocuparnos más adelante. Esta edición aporta una novedad iconográfica, el grabado de una escorzonera (Scorzonera hispanica L.).

La versión castellana contó, al menos, con dos ediciones distintas, ambas impresas en 1557; Jean Peeters-Fontainas incluyó ambas, diferenciándolas, en su repertorio de impresos españoles salidos de tórculos belgas[32]; no obstante desde que, en 1985, Carlos Gilly señalara que estas dos ediciones se trataban de una misma impresión a la que se le hizo variar la portada[33], la crítica ha aceptado -y divulgado- tal opinión sin mayores análisis[34].

Un estudio detenido de los ejemplares que han llegado hasta nosotros parece mostrar lo contrario. No sólo cambia la portada, todo el primer cuadernillo impreso, el que se ofrece sin paginar, es notoriamente diferente en ambas ediciones.

            Tampoco el cuerpo del texto es idéntico; sí lo es en su contenido, totalmente similar, incluidos los cambios de línea, pero no en la disposición de éste frente al dibujo; mientras que en una de las ediciones la plancha portadora del texto tiende a ocupar el centro o la parte inferior del espacio que le permite la iconografía [Peeters-Fontaines, 350], en la otra [Peeters-Fontaines, 351] ésta se sitúa sistemáticamente en la parte superior de la hoja. No hay duda de que la estructura de icon/texto volvió a ser compuesta.

La edición que lleva la portada señalada por Jean Peeters-Fontaines bajo el registro 351, en la cual figura el nombre de Juan Jarava en ausencia del de Leonhart Fuchs, y a la que corresponde el ejemplar conservado en la Biblioteca ‘Marqués de Valdecilla’ (signatura: BH FOA 4665), da inicio con una “Prefation de Iuan Iarava à los Lectores” que llena el recto del folio [II] y su vuelta; la “Tabula latina herbarum...” principia en el recto del [III] y concluye apurando el espacio del vuelto del [V]; el “Comienza la tabla de nombres Castellanos...” se inicia en el recto del folio [VI] y concluye a media página del vuelto del folio [VIII]. Tras estos preliminares sigue el texto e iconografía de los ensensios, el primero de los que consta la obra, y con el que se inicia la paginación arábiga[35].

La edición que Jean Peeters-Fontaines anotó bajo el registro 350, en cuyo título se alude a Leonhart Fuchs, se inicia con un prólogo del propio Arnold Birckmann “A los discretos y sabios lectores”, que conforma el recto del folio [II]. A su vuelta da inicio la “Tabula latina herbarum...”, que discurre entre el vuelto del folio [II] y el vuelto del [V]. El epígrafe “Comienza la tabla de nombres Castellanos...” ocupa el recto del folio [VI] y llega a media página del vuelto del folio [VIII]. Tras él se pasa a la breve descripción que acompaña al dibujo de los ensensios, como ocurre en la edición registrada por Jean Peeters-Fontaines con el número 351.

            Ambas dan comienzo -en la vuelta de la portada- con un extracto del privilegio concedido al librero Arnold Birckmann para editar, en exclusiva, la Historia de yervas..., firmado en Bruselas, un 23 de febrero. Lamentablemente, el ejemplar que conserva la Biblioteca “Marqués de Valdecilla”, objeto del presente análisis, carece de portada, por lo que transcribimos aquí el mencionado privilegio de impresión:

“El Tenor del / Privilegio. // El Emperador nuestro Señor, / consintio y permitio a Arnal- / do Byrcman Librero, que el solo pudiesse imprimir y ven- / der por todos sus Estados y / Señorios un Libro llamado / Historia de Yervas y Plantas, &c. Y prohibio / que ningun otro lo atreviesse imprimir, so pe- / na de confiscación de los libros, y veinte flori- / nes, que se applicaran al provecho del dicho / Arnaldo Byrcman, como mas largamente esta / contenido en el original del Privilegio. Dado / en Brusselas a. 23 de Hebrero, y firmado. / P. de Lens.”

En la “Prefation de Juan Jarava à los Lectores”, el autor se afana en defender la preeminencia de la Medicina frente al resto de las ciencias y artes humanas, no tanto por su utilidad conocida, la de sanar enfermedades y preservar la salud, “mas ta[m]bien es la mejor y mas verdadera Philosophia de todas las otras”. Si la Física se ocupa de los principios naturales y tiene como fundamento la Filosofía natural, la Medicina, partiendo de los principios de la Física, se empeña en escudriñar la utilidad de lo creado y, de entre ellas, las de las plantas. Así contemplado el estudio de la materia médica vegetal no es sólo de utilidad para el médico sino para todo aquel que desee interesarse por los objetivos de ésta: “no ay cosa criada de baxo del cielo q[ue] no escudriñe, y de la qual no de causa y razon...”

Y para justificar su aserto de que no sólo a los médicos corresponde el estudio de las cosas del mundo vegetal, sino a todo aquel interesado en la “mas verdadera Philosophia”, recurre a sus conocimientos de erudición clásica y se remonta a los estudios anatómicos de Alejandro Magno y a los zoológicos de Marco, emperador romano; o, tomándolo del propio Dioscórides -aunque sin citarlo-, justifica el interés por las plantas desde la mitología, de lo cual encuentra constancia en la denominación de los vegetales: Gentiana, en honor de Gentio, rey de los esclavones “que la hallo, y esperimento en la guerra”; Teucrium, en recuerdo de Teucrio, hijo de Telamon de Salamina; Centaurium en homenaje a su primer colector, “la hallo Chiro[n] ce[n]tauro, hijo de Saturno”; Phyllirea en homenaje a “Phyllira preceptor, e ayo de Achilles”; Artemisia “se llamo ansi de Artemisia muger del Rey Mauseolo”.

Tras cantar las excelencias de las plantas -“de tal suerte q[ue] verdaderame[n]te paresce, que la naturaleza se quiso remirar en ellas, y mostrar en ellas su poder...”- pasa a explicar las motivaciones que le llevan a realizar su trabajo:

“Movido pues por estas, y semeja[n]tes virtudes, y excelencias, tome el trabajo de traduzirlas en español, ansi sus nombres, como sus propiedades, y virtudes, y aunque de todas no se hallaron nombres propios, como ni tampoco en las otras lenguas, pero de las mas dellas se hallaron, y las otras, o por rodeos de palabras, o dexandoles el no[m]bre usado en las boticas se podran conoscer. Van ta[m]bien algunos nombres de arboles entre ellas, y de pla[n]tas, y ansi los arboles, y plantas, como las yervas pintadas al bivo, para que, o estando en los campos, y hazie[n]do caminos, o en las huertas y vergeles, qua[n]do es el tiempo, o en casa quando no las overe como en el invierno, se pueda por las pinturas considerar, y tener el uso dellas para quando oviere necessidad”.

            La introducción “A los discretos y sabios Lectores” que hace preceder Arnold Birckmann a la edición registrada por Jean Peeters-Fontaines bajo el número 350 es más breve y menos erudita[36]; su decisión de editar la obra -que figura sin mención expresa del traductor- se debe al

“... grande provecho y utilidad [que] se sacava de un libro intitulado la Historia de las Plantas o Yervas: compuesta por el muy excelente y famoso Medico Leonardo Fuchsio Aleman, por contenerse en ella los nombrs, especies, lugares, tiempos, propiedades, virtudes y operaciones de cada planta, con la verdadera pintura y representacion della...”

            Mas no es el texto completo de Leonhart Fuchs el que Arnold Birckmann ofrece a sus lectores:

            “... y viendo que por muchas razones no era facil a cada uno tenerla, pareciome bien, para que cada uno pudiesse gozar del con mayor comodidad, reduzirle en breve y aplazible co[m]pendio: en lo qual no tuve menor respeto al pobre que al rico, y a la baxa y grossera gente, que a los doctos y varones (...) Aqui esta co[n]tenido el sumario de cada yerva o planta, segun Dioscorides, Galeno, Plinio, Paulo Egineta, y este Autor Leonardo Fuchsio....”

Este carácter de libro-resumen, breve sumario del contenido de la obra de Leonhart Fuchs, se refuerza en el proemio:

            “... y por concluyr, en favor de todos los q[ue] estudian en Medicina, se han puesto en riba de cada planta, sus no[m]bres en Griego, Latin, y Castellano, co[n] los lugares do[n]de nascen, en que tie[m]po se halla[n] y estan en vigor, co[n] un sumario de sus principales fuerzas y virtudes...”

            Los prólogos parecen dirigirse a auditorios distintos: mientras “Jarava” destina su obra a un público ajeno a la lengua latina, al que ofrece una “guía de campo” de las plantas útiles; Arnold Birckmann, aun cuando mantiene un amplio espectro de interesados[37] reconoce la especial utilidad de la obra “en favor de los q[ue] estudian en Medicina”. En cualquier caso, el texto que ofrecen es, en todo, similar y tales proemios sólo tienen apariencia propagadística.

Los índices incluidos en estas dos versiones presentan las disimilitudes que se señalan en la tabla[38]; además, es obligado hacer notar la mejor ordenación del espacio y la claridad de lectura que presentan los de la impresión correspondientes al registro número 351 de Jean Peeters-Fontaines frente a sus homólogos del registro 350.

Disimilitudes en la “Tabula latina....”

 

Peeters-Fontaines

Acanthus
Balattaria
Elleborus
Elleoselinum
Hedrea terrestris
Mala hortensis
Melotum
Origanum syvest
Pimpinella
Potamogiton
Sempervium
Solidago sarascenica

351

39. & 20
102
153. 154. & 152
150
499
288
298. 299
312
445. 446
370
18
415

Peeters-Fontaines

Acanthus
Blattaria
Elleborus
Elleoselinum
Hedera terrestris
Malva hortensis
Melilotum
Origanum sylvest.

Pimpinella
Potamogeton
Sempervivum
Solidago sarracénica

350

29 & 30
102
153, 134. & 152
152
499
288
298. 299
312
345. 346
370
18

415

 

Salvo el desliz que comete el índice de la edición referida como 350 al remitir a la paginación de elleborus, el resto de las disimilitudes de esta edición tienen como finalidad corregir errores presentes en la recogida bajo la notación 351, por lo que parece lógico considerar a ésta como anterior, de modo que la portada en la que figura el nombre de “Juan Jarava” pude ver la luz antes que la que porta el de Leonhart Fuchs[39]; probablemente ambas ediciones fueron prácticamente coetáneas.

            Quizás Arnold Birckamann quiso distribuir “dos libros”: uno destinado a los estudiante de Medicina [Peeters-Fontaines, 350], en el que éstos encontraran un “sumario” de los materiales que debían recordar, y para quienes la alusión a Leonhart Fuchs resultaba un evidente atractivo, y por ello -además de figurar en portada- se reitera su valor en el prólogo que el editor hace preceder a la obra; en este caso, el mérito del versionista queda fuera de lugar, lo importante del pequeño volumen es servir de “recuerdo” a la materia estudiada a través del De historia stirpium...

Para quienes quisieran disponer de una edición manejable de un “Dioscórides” en castellano, nada mejor que el librito de “Juan Jarava” [Peeters-Fontaines, 351], a su través podrían conocer las virtudes de las plantas que le eran próximas; para este tipo de público las alusiones a Leonhart Fuchs parecen fuera de lugar -no deja de ser un desconocido- y por ello se obvian en la portada y en las palabras preliminares del autor de la obra, que ahora sí se nos manifiesta: “Juan Jarava”.

Las portadas y los proemios nos remiten a dos obras bien distintas; el contenido es idéntico, pero los editores hicieron caer en el “engaño” a no pocos lectores y estudiosos que, al referirse a la obra, envían a la voz “Fuchs” cuando se encuentran con la edición referenciada por Peeters-Fontaines bajo el número 350 y a “Dioscórides” cuando se topan con una portada de la edición refernciada bajo la entrada 351; es probable que ésta fuera la elección que el propio Arnold Birckmann hubiera deseado si se le hubiese ofrecido la posibilidad de incluir su obra en un catálogo.

Portadas y proemios distintos para una misma obra, porque el contenido de ambas impresiones –salvadas las disimilitudes anotadas- es el mismo; Arnold Birckmann hizo construir una obra de bajo coste, y eso se nota en el cuidado –no excesivo- que el impresor puso al componer el libro: un solo tipo de letra, imágenes pisadas por la columna de texto y, en general, una calidad de impresión manifiestamente mejorable. No hay duda, quiso ofertar una obra a precio bajo, asequible a un público amplio.

            El texto de Juan Jarava es, como queda señalado, una traducción literal del Histoire des plantes... (París, 1549), sin más aditamentos –salvo algunos de detalle que comentamos más adelante- que la introducción de un nuevo icón, el último de los incluidos, dedicado a una escorzonera (Scorzonera hispanica L.)

            El grabado de Jarava fue reproducido por Pietro Andrea Matthioli (1500-1577) en su Epistolarum Medicinalium Liber Quinque... (Pragae: In Officina Georgii Melantrichi, 1561), allí declara la procedencia de la información: la planta, su descripción y dibujo le fueron proporcionadas por Joannes Odoricus Melchiorius, medico de la reina de Bohemia[40], a quien, a su vez, se la había hecho llegar Pedro Carnicero [Petrus Cannizerus][41], médico imperial. La descripción, que el autor reconoce tomada literalmente de la documentación remitida por su corresponsal, es muy similar a la que nos proporciona Jarava, lo que obligadamente remite a una misma fuente; he aquí la descripción de Matthioli:

            “En pintar esta hierba puso la naturaleza gran lujo y ornato, lo que la hace de felicísima visión. Su raíz es, en sus tres cuartas partes, simple y única, sostenida por unas fibras que nacen a su alrededor, del grosor de la Pastinaca sativa, carnosa, retorcida en su extremo. Su corteza es simple, negruzca, áspera, contraída por la sequedad del lugar donde nace, y que se desgarra en estrechas fisuras. Por dentro es blanca, algo pingüe, y se pega a los dedos por su jugo viscoso, tiene sabor dulzaino, casi igual al de las nueces del Póntico. Sus hojas se abren sobre la tierra, son carnosas, largas, acuminadas, de un color verde blanquecino, dispuestas en intervalos. Crecen muchos tallos, redondeados, gráciles y un poco duros, en cuyas sumidades producen cálices carnosos y cilíndricos, denticulados todo en derredor; que por el mes de mayo producen unas flores amarillas, con una multitud de hojas densamente apretadas, cuyo número y cuya longitud compensan sobradamente su angostura; cuando está totalmente abierta, la flor forma un orbe radiado muy hermoso, de color áureo, como si quisiera semejarse a un sol. Cuando llega el solsticio esta planta deja de florecer, transformándose admirablemente. Su cáliz aparece globuloso y erizado, con una aglomeración de aristas, cuyas glumas quedan por fuera del cáliz; las semillas germinan por dentro de estas aristas, que germinan cuando es el tiempo natural de ello. Crece en montes de tierras grasas y húmedas. Es remedio eficaz contra las mordeduras de víboras y otros animales ponzoñosos, contra toda clase de morbosidades pestíferas, tanto usando de sus hojas como del zumo de su raíz. Conviene a los que padecen ataques epilépticos. También se da a los cardíacos, y a los que sienten vértigos. Aquellos que comieran de su raíz acabarán con su tristeza, y conciliarán la risa. Incluso el jugo lechoso que mana de la raíz agudiza la vista. En suma, la totalidad de la planta es excelente para toda clase de usos...”[42].

            Matthioli contestará a su corresponsal: “Con dolor he de manifestarte no poder satisfacer tus deseos, a pesar de mi buena voluntad por complacerte; porque esta planta peregrina no la había visto nunca, y si llegué a verla, no la reconozco...”[43] El botánico de Siena no había leído el texto de Jarava.

            En su epístola, el médico de la reina de Bohemia, ofrece algunos datos más sobre el origen de esta información, toda ella transmitida por Pedro Carnicero; el texto relata la misma historia del esclavo africano que conocemos por Nicolás Monardes, sin duda a quien se debe la popularización del remedio[44]; el médico sevillano publicó un opúsculo titulado Libro que trata de dos medicinas excelentissimas contra todo veneno; que son la Piedra Bezoar y la Yerva Escuerçonera...” (Sevilla: [en casa de Sebastián Trujillo], 1565)[45], allí relata:

            “La yerva Escuerçonera de que prometimos tractar. Es una yerva sabida y hallada de treynta años a esta parte (...) Es el caso que en Cathalunia, en el Condado de Urgel, en un lugar que se dize Momblanc, fue la parte do se descubrio & hallo la primera vez esta yerva Escuerçonera, que como toda aquella tierra sea molestada de ciertos animales muy venenosos que llaman Escuerço (...) Pues en este tiempo aviendo esta plaga tan sin remedio, truxeron a aquel lugar un moro cativo de Africa, que curava a los mordidos deste animal ta[n] venenoso, co[n] darles a comer de una rayz, & çumo de una yerva que el conocia, lo qual aprovechava tanto, que sanavan delas mordeduras & ponçoña muy facilmente, por lo qual occurrio tanta gente al moro, que le hiziero[n] no solo libre, pero rico, E nunca el moro en todo este tiempo con promessas & dadivas quiso decir, que rayz & yerva era, con que sanava tan grande mal, hasta q[ue] dos personas curiosas del pueblo visto qua[n]to yva atodos, sobre saber que yerva era aquella, se fuero[n] tras del, sin que el los viesse, & viero[n] do cogia la yerva, & sacava las rayzes della, ydo el moro, fueron al lugar do el la avia cogido & hallaro[n] la falto dela yerva que el moro avia cogido, dela qual tomada & sacada buena cantidad, porque alli avia mucha, fuero[n] se co[n] ella ala villa & a casa del moro, do le hallaro[n] q[ue] estava sacando la yerva de un costal en q[ue] la avia llevado, & mirada la una yerva & la otra, vieron que era toda una, por do no pudo negar el moro que era descunbierta la celada (...) Desde allí se come[n]ço a conocer por todos, & los q[ue] la avian menester, la yvan a coger & usavan della, para las mordeduras de estos animales que tengo dicho....”[46].

Algo diversa, complementaria a ésta, es la noticia que Francisco Franco daría poco tiempo después, en su Libro de enfermedades contagiosas... (Sevilla: Alonso de Barrera, 1569):

“Veinte y quatro años que tuve gra[n] noticia de la yerva Escurçonera, la qual me dio en Alcala de Henares Mossen viñales Clerigo Catalan, ayo de Mossen Antich, y Miguel Sarriera, Cavalleros catalanes, el qual me dixo q[ue] en cierto campo de Girona (...) ay muchas bivoras (...) y que esta yerva mata las Bivoras, y assi tomo el nombre de aquel grande effecto q[ue] haze. No es pequeño co[n]suelo de los hombres, ver que en donde esta la plaga se halla el remedio (...) Despues aca avra diez años que fuy llamado para curar al señor co[n]de de Palma, y en los dias q[ue] estuve en Palma cura[n]do á su Señoria le truxeron unas porcellanas de la yerva Escurçonera en conserva (...) no sabemos en qual de las partes esta la virtud; porque Dioscorides Anazarbeo, guardo esta orden en su maravilloso libro que ordinariamente descrive aquella parte de la yerva, en la qual esta la virtud (...) No faltan authores que reduzen esta yerva muy celebrada en nuestros tiempos, que es la Escurçonera, al capitulo de condrilla de Dioscorides: mas como la descripcion es breve: facilmente pueden dezir los que se inclinan por conjeturas debiles que es ella[47] (...) en fin de toda manera approvecha: y sospecho q[ue] todas las partes son provechosas, rayz, hojas, flor. No dize cosa alguna de la goma: q[ue] esta yerva tiene entre los ramos en quantidad de una hava pusola como señal muy importa[n]te con la qual se distingue de las otras especies de almirones: cierto es cosa bien de notar: porque yo hasta agora no he visto yerva alguna que tenga goma”[48].

            Estos testimonios, coincidentes y complementarios en muchos aspectos, nos llevan a fijar la utilización de esta planta en torno a 1545; Jarava escribió sobre ella hacia 1557, quizás se deba a él la primera noticia pública sobre su utilidad.

 

 

Portada

Juan Jarava. Historia de yervas... (Amberes, 1557) [Peeters-Fontaines, 350]

Biblioteca privada del doctor Jaume Josa

Portada

Juan Jarava. Historia de  yervas... (Amberes, 1567 [sic]) [Peeters-Fontaines, 350]

Biblioteca histórico-médica de la Universidad de Valencia, B/198.

 

Portada

Juan Jarava. Historia de yervas... (Amberes, 1557) [Peeters-Fontaines, 351]

Biblioteca Nacional de Madrid, R 39468  

Portada

Juan Jarava. Historia de yervas... (Amberes, 1557) [Peeters-Fontaines, 351]

Biblioteca Marqués de Valdecilla (UCM), BH FOA 4665

  

[Prólogo]

[Jacques Goupyl].. Histoire des plantes... (París, 1549).

Bibliothèque Nationale de France, R-89832.

[Prólogo]

Juan Jarava. Historia de yervas... (Amberes, 1557).

[Peeters-Fontaines, 350]

Biblioteca privada del doctor Jaume Josa

 

[Prólogo]

Juan Jarava. Historia de yervas... (Amberes, 1557). [Peeters-Fontaines, 351]

Biblioteca Marqués de Valdecilla (UCM), BH FOA 4665 

 

Juan Jarava. Historia de yervas... (Amberes, 1557) [Peeters-Fontaines, 350]

 

Biblioteca privada del doctor Jaume Josa

Juan Jarava. Historia de las yervas... (Amberes, 1557) [Peeters-Fontaines, 351]

Biblioteca Marqués de Valdecilla (UCM). BH FOA 4665

 

 

Juan Jarava. Historia de yervas... (Amberes, 1557) [Peeters-Fontaines, 350]

 

Biblioteca privada del doctor Jaume Josa

Juan Jarava. Historia de las yervas... (Amberes, 1557)  [Peeters-Fontaines, 351]

Biblioteca Marqués de Valdecilla (UCM). BH FOA 4665

 

Escorzonera

Juan Jarava. Historia de las yervas... (Amberes, 1557).

Biblioteca Marqués de Valdecilla (UCM). BH FOA 4665

Escorzonera

Pietro Andrea Matthioli. Epistolarum Medicinalium Liber Quinque... (Praga, 1561)

Biblioteca Marqués de Valdecilla (UCM). BH MED 841

 

 

Bibliografía

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[1] Benoist Prévost fue hijo del librero-impresor Yvonnet Prevost y hermano de los, también impresores, Fleury Prévost y Vincent Prévost; en diciembre de 1543 desposó con Marguerite Doublet, viuda del impresor Estienne Cavellier, ocupándose desde entonces del taller de su mujer; son frecuentes sus trabajos conjuntos con Jean Caveiller, su hijastro (cf. Renouard, 1965: 354-355).

[2] Sobre ésta y otras ediciones y versiones del De historia stirpium… de Leonhart Fuchs cf. González Bueno (2006a), en particular págs. 99-138; también Cortés Gabaudan (2006).

[3] Pierre Haultin (+ ca. 1580) tuvo abierta librería, en París, desde 1523; alcanzó reputada fama como grabador y fundidor; desde 1549 realiza labores de impresor en su taller parisino; estuvo asociado, desde 1558, con Paul Manuce; su ideología protestante le llevó a prisión -con confiscación de sus bienes- en 1562; son famosos sus caracteres musicales, realizados para Pierre Attaingnant ([DBF], 1932-2001, vol. 17: 722-723; Desgraves, 1960; Renouard, 1965: 200-201).

[4] Utilizando la marca de Benoist Prévost, como ha hecho notar Philippe Renouard (1965: 200).

[5] La responsabilidad se atribuye a Agnes von Gennep, viuda de Arnold Birckmann; ésta mantuvo una librería en París entre 1547 y 1549, durante estos años dirigió la edición de siete obras. Sus primeros contactos se establecen con Jacques Gazeau, pero la muerte de éste en 1548 (cf. Renouard, 1965: 166-167) le obligó a buscar un nuevo impresor, será Benoit Prévost quien se ocupe de las cinco obras siguientes impresas bajo su firma. A partir de 1549 las ediciones sufragadas por la viuda de Arnold Birckmann se editan en Amberes (cf. Renouard, 1964-1991, vol. 4: 58-67). Jacques Gazeau, junto a Guillaume Desboys y Jacques Dupuys, habían sido unos de los principales clientes y socios parisinos de su marido, con quienes mantuvo frecuente contacto desde Colonia, centro del entramado comercial diseñado por Arnold Birckmann (cf. Parent, 1974: 160).

[6] Son los siguientes: Veronica hederifolia L. (1543: XXa; 1549: 513), Plantago lanceolada L. (1543: XXIIa; 1549: 511), Lithospermum arvense L. (1543: CCLXXVI; 1549: 514), Orchis ustulata L. (1543: CCCVI; 1549: 515), Ornithogallum coccineum (Sal.) Cout. (1543: CCCCLXXXII; 1549: 512) y Pulsatilla vulgaris Mill. (1543: CCCCCXII; 1549: 516).

[7] Acacia karroo Hayne (1549: 517), Sideritis hyssopifolia L. (1549: 518) y Ammomum cardamonum Mat. / Elettaria cardamomum Mat. (1549: 519).

[8] La impresión del Cruydeboeck... (Amberes, 1554) de Rembert Dodoens es posterior a la edición de Histoire des plantes… (París, 1549) por ello damos prioridad a la edición francesa en contra de lo que viene siendo habitual desde que tal hipótesis fuera sugerida por Claus Nissen (1966); aún los más recientes estudios mantienen la propuesta sugerida por Nissen: “Nissen 666, noting that the new figures come from Dodoens’s Cruydeboeck, first published in 1554” (Meller, Trueblood & Heller, 1999: 719).

[9] Enzinas (1995: 460-461).

[10] Meller, Trueblood & Heller (1999: 719); en su asignación siguen la propuesta del Short-title catalogue of books printed in France and of French books printed in other countries from 1470 to 1600 in the British Museum (BM [STC France]). London: British Museum, 1924 (cf. pág. 190).

[11] Tal hipótesis ya había sido sugerida por Philippe Renouard: “Il est tentant de reconnaître en cet éditer anonyme le médicin Jacques Goupyl... ” (Renouard, 1964-1991, vol. 4: 64); José Pardo Tomás (1998: 19) la da por segura, sin indicar más referencias; le hace responsable de “la edición francesa de la obra de Fuchs”.

[12] “Franciscus Fontanonus Monspeliensis”, firma “Ex Lutetia Parisiorum ad III Cal. Augustii” (op. cit : fol. [19v]).

[13] Cf. L. Hahn (in Dechambre, 1864-1889, vol. 45: 770-771); P. Dumatre (1978: 81-198) ; A. Tétry (in [DBF], 1932-2001, vol. 16: 767) y M. Laignel-Lavastine (1936-1930, vol. 2: 186).

[14] Salvo que se le asigne la firmada por un “coetáneo” suyo, Jean Bellon, autor de unas Commmunes ivrium sententieae, quibus additae sunt contrariorum oppositiones & solutiones, per Ioannem Bellonum... (Lugduni: apud B. Arnolletum, 1549); reiteradamente editada, lo que parece convertir la obra en un éxito comercial (Lugduni: apud Gulielmum Rovillium, 1549; Venetiis: ex officina Erasmiana, 1550; Lugduni: apud Ioanem Flaiollet, 1551; Parisiis: apud Gulielmum Iulianum, 1552; Parisiis: apud Gulielmum Iulianum, 1559). La temática, más propia de la erudición legislativa, le separan mucho de nuestro interés.

[15] Claud. Gal. De Exercitatione quae pila suscipitur commentarius, Jacobo Gupylo, ... interprete… Parissis: apud G. Bogardum, 1544.

[16] Alexandri Tralliani, medici, lib. XII, graece. Rhazae de pestilentia libellus, ex Syrorum lingua in graecam translatus Jacobi Goupuli in eosdem castigationes... Lutetiae: ex officina R. Stephani, 1548. [precede la versión griega del título]. Reeditada en Basilea, en 1556, con texto griego y latino: Alexandri Tralliani medici, lib. XII, graeci et latini… auctiores… J. Guinterio interprete et emendatore. Adjectae sunt per eundem variae…observationes, cum Jacobi Goupuli castigationes... Basileae: H. Petrus, 1556.

[17] Dioscoridis Libri octo, graece et latine. Castigationes in eosdem libros… [Edidit Jacobus Goupyl, cum versione latina Joannis du Ruel]. Parisiis: Impesis viduae Arnoldo Birkmanni, 1549.

[18] La Sphère du monde, composée par Alexandre Piccolomini ... traduite de tuscan en françois par Jacques Goupil... Paris: G. Cavellat, 1550; editada, con adiciones, a comienzos del XVII: Sphère du monde, composée par Alexandre Piccolomini ... traduite de tuscan en françois par Jacques Goupil... Plus un discours de la terre et de l’eau fait par le dit Piccolomini, traduict ... en françois par Jacques Martin... Paris: D. Cavellat, 1608; Ib., A Paris: chez A. Sittart, 1618.

[19] D. Magni Aussonii... Opera diligentius iterum castigata et in meliorem ordinem restituta (ab Elia Vineto et a Jacobo Gopylo)…. Parissiis: apud Jacob. Kerver // apud G. Morelium et J. Kerver, 1551; bajo un doble pie de imprenta, como queda señalado.

[20] Pauli Aeginetae, ... Opera a Joanne Guinterio conversa et illustrata commentaris. Adjectae sunt annotationes Jacobi Goupyli… Joanne Baptista Camotio… corrigente. Venetiis: apud F. Turrisanum, 1553. Luego reimpresos en Lyon (Pauli Aeginetae... Opera, Joanne Guinterio... interprete. Ejusdem Guinterii et Jani Cornarii annotationes. Item Jacobi Goupyli et Jacobi Dalechampii scholia in eadem opera... Lugduni: apud G. Rovillium, 1567).

[21] Aretaei Cappadocis de acutorum ac diuturnorum morborum causis et signis lib. IIII, de acutorum ac dituturnorum morborum curatione libri IIII.... Parissis: apud A. Turnebum, 1554 [precede el título en griego].

[22] Actuarii. De Actionibus et affectibus spiritus animalis ejusque victu libri II, nunc primum in lucem prodeunt. Jac. Gouplyli beneficio... Parissis: apud Morterium Juvenum // apud B. Turrisanum, 1557 [precede el título en lengua griega]; editada bajo doble pie de imprenta.

[23] In epistolam divi Pauli ad Titum paraphrisis ad amplissimum cardinalem D. Joannem Bellaium, authore J. Gopylo [A Gabriele Naudeo, edita]. Parisiis: S. et G. Gramoisy, 1644.

[24] Ésta figura como “Aeditio secunda”, no conocemos cuál pudo ser la fecha de la edición príncipe.

[25] Una tercera edición en París (Lutetiae: ex off. R. Stephani, 1547), quizás reimpresa –“3ª aeditio”- en Poitiers (Pictavii: ex off. Marnesiorum et Bouchetorum fratum, 1552) y Lyon (Lugduni: apud T. Paganum, 1552); la cuarta edición salió de talleres parisinos (Lutetiae: apud C. Stephanum, 1554)

[26] Meller, Trueblood & Heller (1999: 719) señalan, refiriéndose a la versión castellana del texto: “It is [el texto] highly unlike that Fuchs had anything to do with the two Spanish imprints (...) The addition of the Dodoens figures (...) would not have been Fuchs´s decision”.

[27] En el catálogo crítico de la Biblioteca botánica de Arpad Plesch ([Plesch], 1973: 232) se alude, al comentar la edición de Plantarum efigies… (Lyon: Baltasar Arnoullet, 1549), a “l’existence d’une traduction en espagnol: … “Antwerp: En la Gallina gorda, por los herederos de Arnaldo Byreman [sic]. En Casa de Ian Lacio, 1557”, et existant au British Museum. La traducteur en serait Juan Jarava”. Es difícil aceptar este origen para nuestro obra, pues la versión de la que se “traduce” carece de texto. Sobre la atribución de esta autoría cf. González Bueno (2006a, 2006b) y Mancho (2006).

[28] Es ésta una de las pocas ocasiones en que una obra realizada por Arnold Birckmann –hijo- no va firmada con el habitual “héritiers Birckmann”; su sola responsabilidad figura, únicamente, en media docena de obras en latín y en este libro en castellano, todos impresos en Lovaina y Amberes entre 1549 y 1569 (cf. Rouzet, 1975: 18). Es posible que la traducción castellana fuera emprendida en colaboración con el librero parisino Jacques du Puys. La oficina de los Birckmann en Amberes permaneció abierta hasta 1582, entonces se procedió a la realización de un inventario de sus pertenencias, efectuado por su agente, Rumoldus Mercator, y el librero Lucas Bellerus; de liquidar las propiedades de los Birckmann en Amberes se ocupó, en 1600, el librero Jan van Keerberghen (cf. Rouzet, 1975: 17).

[29] “… c’est à Anvers, ou elle [la viuda Birckmann] a acheté une maison en 1548, qu’Agnes von Gennep, veuve d’Arnold Birckmann, exerce son activité à partir de 1549” (cf. Renouard, 1964-1991, vol. 4: 59).

[30] Cf. González Bueno (2006a, 2006b).

[31] Hans de Laet, oriundo de Stabroeck, en las inmediaciones de Amberes (en ocasiones figura como Hans de Stabroeck), nació en torno a 1524; ejerció como impresor en la ciudad de Amberes desde 1545 hasta su fallecimiento, en 1566; su mujer, Elisabeth Saen, con quien había contraído matrimonio en 1544, le sustituyó al frente del taller. Fue impresor oficial de la villa de Amberes entre 1549 y 1566. Las obras publicadas por Hans de Laet reflejan el carácter cosmopolita de Amberes en los años centrales del XVI: ordenanzas, tratados de Derecho, libros de Gramática, Biblias en holandés, obras católicas inglesas, textos clásicos en castellano, incluso algunas partituras musicales salieron de su taller. Es normal que su imprenta fuera utilizada por otros impresores, como el caso de Arnold Birckmann –hijo- que nos ocupa, también lo hicieron Henricus Henricius, Joannes Fouleurs, Joannes Bellerus, Guillaume Simon, Joannes Steelsius, y Gerard Speelmans, entre otros; por contra, obras bajo su responsabilidad fueron impresas en los talleres de Ammet Tavernier y Gillis Coppens van Diest (cf. Rouzet, 1975: 115-116).

[32] Cf. Peeters-Fontainas (1965, vol. 1: 188-189); en este repertorio figuran ambas ediciones bajo los números 350 y 351, a ellas haremos referencia en el cuerpo de nuestro artículo.

[33] Cf. Gilly (1985: 343); por otra parte, un estudio de obligada referencia por su cuidada elaboración. De la misma opinión se muestran los más recientes estudiosos de la obra de Leonhart Fuchs: “Except for differences in the title page, both imprints of the Spanish edition are identical, but their sequence is unknow.” (Meller, Trueblood & Heller, 1999: 719).

[34] “... although we should not talk of two editions: after a careful examination of different copies, it can clearly be seen that the cover bearing Jarava’s name is replacing the first one, which had previously benn supressed from some copies, as was observed by Carlos Gilly” (García Pinilla, 1995: 56).

[35] A esta edición responde, también, el ejemplar conservado en la Biblioteca histórico-médica de la Universidad de Valencia (sign: B/198) con una interesante variante en la portada: no presenta el emblema de la tradicional “gallina gorda”, insignia de los Birkmann, sino un peregrino, orlado por la leyenda Peregrinus sum a juvente mea; en el pie de imprenta se hace constar “Anvers: por los Herederos de Arnaldo Byrcman, M.D.LXVII [sic]”; el ejemplar carece de las páginas 255-256 –pan porcino / juncia olorosa- y el nombre de “pan porcino” está tachado en el índice (cf. López Piñero & López Terrada, 1998; 2000).  

[36] La carta de Arnold Birckmann “A los discretos y sabios Lectores” es traducción directa de la epístola con que principia la edición francesa (París, 1549) con la salvedad de referirse a los nombres en castellano y no en francés, como figura en aquélla.

[37] “... en lo qual no tuve menor respeto al pobre que al rico, y a la baxa y grossera gente, que a los doctos y varones”.

[38] Se omiten en la tabla las diferencias que no suponen disimilitudes en la lectura del índice.

[39] Este hecho dificulta la explicación habitual mantenida para el cambio de portada: eliminar de ella la alusión a Leonhart Fuchs, de reconocida fe protestante, e intentar soslayar así la inquina inquisitorial sobre el texto.

[40] “Ioannes Odoricus Melchiorus, Medicus, Petro Andreae Mathiolo, S.D.” (Cf. Matthioli, 1561: 366-383).

[41] “Imaginem hac una[m] cum herba & radicibus ex Hispania misit ad me [Ioanni Odorico Melchiorio] Clarissi Caesareus medicus, Petrus Cannicerus cun hac inscriptione...” (Cf. Matthioli, 1561: 380).

[42] “In hac depigenda herba multiplici luxu rerum parens natura colorem ornatu, foelicissime[m] lascivire vita est. Illius siquidem radix dodrantalus, simples, & unica nonnullus cirqunquae prode untibus fibris innititur, crassitudine sativae Pastinacae, ipsa carnosa, rara, teres in mucronem turbinatur. Cortices obtegitur simplici, subnigro, aspero, renunhic simulae marverit contrahitur, & in tenues rimas satiscit. Candida eadem intus est, pingui quodam & digitis adhaerente prae lentore succo, gustu subdulci qualis fere in Pontica nuce. Summa tellure laciniata herbae folia diffunduntur, carnosa, longa, acuminata, colore viridi languescente, singulaque ex intervallo disposita. Caules gerit plures teretes, graciles ac duriusculos, in quorum summitatibus herbacei prodeunt calices longiusculi, totosi arqueteretes, cuspide toto ambitu denticulata: e qua Maio mense lutei prodeunt flores adeo numerosis foliis dense stipati, ut numero, ac longitudine latitudinis angustiam abunde[m] pensent, ubi vero prorsus explicata fuerit, orbem radiatim circinantes adeo pulchri visuntur, ut aureo colore, & figura solem exprimere videantur. Incunte autem solstitio planta haec defloreseit, mirabili facta transmutatione. Nanque calices ipsi globoso horrent aristarum agmine, quae acie disposita glumis continuo excubant, ut semina ipsa densiori congerie intra aristarum vallum munita statuto a natura tempore demum profiliat. Provenit in montibus uliginoso solo mortalibus opein latura. Namque praesentaneo remedio adversus viperarum caeterorumque venenatorum morsus ictusue, ac pestiliferos morbos quoscunque, tam e folis, quam e radice succus desumitur, praebeturque potandus. Comitialibus item ingruente insultu[m] mire affectis subuenit. Cardiacis item datur & vertiginosis. Enimvero commanducata per se radix tristiriam discurit, hilaritatem que conciliat. Quinetiam lacteus radicis succus oculorum aciem aciuit. In summa tota planta magni est ad omnia usus...” (Matthioli, 1561: 379-380).

[43] “At doleo profecto plurimum, quod tuae petitioni, ut velim, satisfacere nequeam. Nam planta haec peregrina antea mihi visa non est, & si fortasse visa, no[m] tamen cognita...”.(Matthioli, 1561: 380).

[44] Quien probablemente tomó sus datos del mencionado texto de Pietro Andrea Matthioli, a quien cita de manera expresa (cf. Monardes, 1565: fol. [124r]): “Todo esto ha enseñado el uso y experiencia desta yerva sin tener auctor a quien seguir (...) Ioan[n]es Odericus Melchiorius medico Aleman, escribe una epistola a Andrea mathiolo, diziendo que Pedro Carnicer medico Cathalan, le embio la yerva Escuerçonera seca a Alemania. Pregunta este medico a mathiolo que yerva sea, do pone y descrive la yerva muy bien, y el Mathiolo no atina que yerva sea, ni otro alguno hasta agora lo ha dicho, ni escrito...”

[45] Ocupa los fols. [75r]-[131r]. Forma parte del volumen titulado: Dos libros. El uno trata de todas las cosas q[ue] traen de n[uestr]as Indias Occide[n]tales, que sirven al uso de Medicina, y como se ha de usar dela rayz del Mechoaca[n], purga excele[n]tissima. El otro libro, trata de dos medicinas maravillosas q[ue] son co[n]tra todo Veneno, la piedra Bezaar, y la yerva Escuerçonera. Con la cura de los Venenados... Sevilla: [en casa de Sebastián Trujillo], 1565.

[46] Cf. Monardes (1565: fol. [116r]-[118r]); sigue a él la descripción de la planta, muy similar a la presentada por Jarava (Amberes, 1557) y Matthioli (Praga, 1561).

[47] De la similitud entre la condrila de Dioscórides (Chondrila juncea L.) y la escorzonera (Scorzonera hispanica L.) también se ocupa Monardes, de quien quizás tomó la referencia Francisco Franco (cf. Monardes, 1565: fol. [124r]-[124v]).

[48] Cf. Franco (1569: fol. XXIIR-XXIIv).

 

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