Encuentro Internacional "Paul Ricœur, filosofía en diálogo"
Exposición en la Biblioteca de Filosofía, del 16 al 31 de mayo de 2013
Si algo caracteriza plenamente la obra de Paul Ricoeur y su pensamiento, es que abarca una amplia variedad de temas y referencias filosóficas, que aún hoy, son objeto de reflexión y debate. Marcelino Agís Villaverde, en Conocimiento y razón práctica lo considera "fiel expresión de la filosofía del s. XX y exponente paradigmático de un nuevo talante filosófico para el siglo XXI". Filósofo atento y preocupado, no sigue dogmáticamente una sola y misma línea. Su principio metodológico le impone una constante actualización en paralelo a las preocupaciones de su tiempo.
"Ricoeur confronta siempre a distintos autores, previamente seleccionados, para optar por una línea propia que es lo que, en definitiva, configura esa originalidad suya, situada entre lo erudito, lo dialógico y lo crítico" (Agís Villaverde, Marcelino. Paul Ricoeur en el panorama filosófico contemporáneo. Anthropos, n.181, 1998, p. 16).
Diversos autores lo han definido desde muy distintos puntos de vista, precisamente por este aspecto polifacético que le caracteriza. Tomás Domingo Moratalla define la filosofía de Ricoeur como "fenomenología poética" (La configuración de la filosofía de Paul Ricoeur. En: Lecturas de Paul Ricoeur, p. 127). Por otro lado, Manuel Maceiras habla de "fenomenología existencial", filosofía encaminada a tratar de responder a la pregunta kantiana ¿qué es el hombre? (Paul Ricoeur: una ontología militante. En: Paul Ricoeur: los caminos de la interpretación, p. 45).
Filósofo de la acción, comprometido, pero opuesto a todos los totalitarismos y profundamente cristiano, Ricoeur fue un espíritu libre y un pensador exigente de la modernidad. Intelectualmente, participó en los grandes debates de posguerra : sobre la lingüística, el psicoanálisis, el estructuralismo y la hermenéutica, con un interés particular por los textos del cristianismo.
«Me encuentro siempre combatiendo en dos frentes o conciliando adversarios recalcitrantes al diálogo.». Esta frase de Ricoeur resume, tanto la intención como el permanente estado de su vasta obra: un estado que es un incesante proceso de búsqueda de mediaciones. Y precisamente por su posición intermedia y mediadora, ha sido el texto de Ricoeur testigo implicado, observador participante, de buena parte de los debates de la historia reciente: existencialismo contra racionalismo, estructuralismo contra filosofía del sujeto, filosofía del lenguaje frente a filosofía de la acción, analítica contra hermenéutica, deconstrucción frente a teoría de la argumentación. Más de medio siglo de labor intelectual incesante, atenta a los diferentes desarrollos de la filosofía, pero también de las ciencias humanas y sociales, de la literatura o de la ciencia política. Más de medio siglo de magisterio repartido, fundamentalmente, entre dos continentes y tres países: Francia, Canadá y Estados Unidos. (Patxi Lanceros. Paul Ricoeur. Filósofo de la finitud, maestro de la sospecha)
Nada escapó a su curiosidad teórica: el valor metafórico del lenguaje (merece destacarse aquí su interesante y agria polémica con Derrida en «La metáfora viva»), la función cognitiva del mito o del símbolo, el significado del concepto de «ideología» o el estatuto de la narración en la forja de la identidad personal y colectiva.
Gracias a esta curiosidad y a este espíritu inquieto, Paul Ricoeur abordó todos los temas cuestionándose hasta el fondo de sus implicaciones y sus consecuencias, recordando el consejo de su profesor de filosofía Roland Dalbiez:
"cuando un problema los perturbe, los angustie, los asuste, nos decía, no intenten evitar el obstáculo: abórdenlo de frente. No sé hasta qué punto he sido fiel a este precepto; sólo puedo decir que jamás lo he olvidado" (Autobiografía intelectual, p. 15).
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Texto: Elena Garralón García-Quismondo y Carmen Fernández Luna
En la Biblioteca de la UCM, se encuentra una selecta colección de obras relacionadas con esta exposición. Los libros y artículos sobre Paul Ricoeur figuran en los fondos de la Biblioteca de Filosofía en su mayor parte, pero además es posible acceder a ediciones en línea, crítica, capítulos, ensayos, etc., lo que constituye la colección digital que la UCM posee sobre este autor.
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