Nacido en Zaragoza el 20 de noviembre de 1914. Título de bachiller superior por la Universidad de Zaragoza en 1930. Título de licenciado en Ciencias Matemáticas por la Universidad de Zaragoza en 1935. Premio extraordinario de licenciatura. Título de doctor en Ciencias sección Exactas por la Universidad de Madrid en 1941. Premio extraordinario de doctorado. Catedrático de enseñanza media de Matemáticas por oposición en 1940. Catedrático de Geometría Analítica de la universidad de Zaragoza en 1942. Catedrático de Geometría Proyectiva de la Universidad de Madrid en 1949. Director del Instituto Jorge Juan de Matemáticas del CSIC desde 1958 hasta 1984. Director del Departamento de Algebra y Fundamentos de la Universidad Complutense de Madrid desde 1966 hasta 1984. Fué representante español en el ICME en el periodo 71-74. Encomienda de la Orden de Alfonso X el Sabio en 1974. Falleció en Madrid el 29 de julio de 1999.

Tesis doctoral:

Director: Prof. T. Rodriguez Bachiller, Catedrático de Análisis Matemático de la Universidad de Madrid.

Título: El problema de la curvatura íntegra en el caso de una variedad geométrica diferencial, de Hopf-Rinow, de dimensión par, completa y admitiendo una descomposición poliédrica que sea una pseudo-variedad cerrada.

Fecha: 3 de noviembre de 1941. Calificación: Sobresaliente y premio extraordinario. Lugar: Universidad Central (Madrid)

Actividad docente

1939- 1942 Auxiliar provisional de Geometría Proyectiva de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid

1942- 1949 Catedrático de Geometría Analítica de la Universidad de Zaragoza.

1949- 1984 Catedrático de Geometría Proyectiva de la Universidad Complutense de Madrid.

(" La labor del profesor universitario consta de dos partes: labor docente y labor de investigación. De las dos, la fundamental es la docente ya que si se suprime se podrá ser gran investigador pero no se será profesor. Por otra parte, la labor docente es un deber y una responsabilidad que acepta voluntariamente el profesor, cuyo incumplimiento o descuido no se justifica ni aún por una labor de investigación excepcional. Ahora bien, la labor del profesor, todavía como tal, no termina en la explicación, lo más correcta que puede, de su asignatura, sino que debe de continuar con la dirección de los primeros trabajos de investigación de aquellos alumnos capacitados que les interese su especialidad. De aquí resulta que el profesor debe de ser un especialista, e.e. debe de producir dentro de una especialidad (ya que en el estado actual de la Matemática difícilmente se llegará a producir algo de valor en todos sus campos). No creemos que ofrezca dudas que la especialidad del profesor debe de estar contenida en su propia asignatura o, por lo menos, en otra que posea la misma técnica que la suya, pues, en otro caso, si el trabajo de investigación era sincero, llegaría a perjudicar a la labor docente.")

Texto extraido de la Memoria correspondiente al primer ejercicio de las oposiciones a la Cátedra de Geometría Proyectiva de la Universidad de Madrid. Marzo 1949