5. Asombro en lo poético
Hablamos de la capacidad de sorprendernos con palabras y metáforas inesperadas.
El asombro en lo poético es una de las formas más puras de la admiración y el descubrimiento en la literatura. No se trata solo de la poesía en sí como género, sino de una actitud, una mirada especial sobre el lenguaje y el mundo que genera una experiencia de revelación. Lo poético transforma la realidad en algo nuevo, más profundo o más bello, y nos invita a maravillarnos ante aquello que antes pasaba desapercibido.
La poesía como expresión del asombro
Desde la Antigüedad, la poesía ha sido el arte de capturar la emoción y la belleza del mundo en palabras. El poeta se asombra ante la existencia y traduce ese asombro en imágenes y ritmos que conmueven al lector.
Homero, en la Ilíada y la Odisea, convierte la guerra y los viajes en epopeyas llenas de grandeza y misterio. Safo, en su poesía lírica, transforma la experiencia del amor en una revelación casi divina.
Dante Alighieri, en La Divina Comedia, nos asombra con su visión del más allá, donde el lenguaje poético da forma a lo sublime y lo terrible.
Lo poético en la literatura en prosa
No solo en la poesía se encuentra el asombro poético; muchas novelas y cuentos logran capturar esta emoción a través de un uso especial del lenguaje. Eduardo Galeano, en Las palabras andantes, hace brotar el asombro entre pequeños cuentos cargados de poesía. Juan Rulfo, en Pedro Páramo, nos sumerge en un mundo de voces espectrales donde el lenguaje poético intensifica la sensación de asombro y extrañamiento. Marguerite Yourcenar, en Memorias de Adriano, convierte la reflexión filosófica en pura poesía, asombrando con la profundidad de sus imágenes y pensamientos.
La mirada poética sobre lo cotidiano
El asombro poético también aparece en la observación de lo común con una sensibilidad especial. Lo cotidiano se vuelve extraordinario cuando se nombra con belleza y precisión. Octavio Paz, en El laberinto de la soledad, mezcla ensayo y poesía para asombrarnos con la identidad y la historia de México. Federico García Lorca, en su Poeta en Nueva York, transforma el paisaje urbano en un escenario surrealista y conmovedor.
Alejandra Pizarnik, en sus versos breves y punzantes, logra que una sola imagen nos transporte a un estado de asombro y contemplación.
¿Por qué el asombro en lo poético es tan poderoso?
Lo poético tiene la capacidad de suspender el tiempo y abrir una puerta a la contemplación. Nos obliga a detenernos, a ver el mundo con otros ojos, a sentir la belleza de lo inesperado. La poesía no solo describe, sino que nos hace experimentar el asombro directamente a través del ritmo, la metáfora y la intensidad del lenguaje.
Decía Rainer Maria Rilke que la verdadera patria del hombre es la infancia, porque en la infancia todo es nuevo, sorprendente, poético.