Profundizando en el asombro
El asombro es una emoción compleja y multifacética que ha sido objeto de creciente interés en la psicología, especialmente en campos como la psicología positiva, la psicología emocional y la psicología de la percepción. Aunque tradicionalmente ha sido un tema menos explorado en comparación con otras emociones, en las últimas décadas ha ganado atención por su impacto en el bienestar, la cognición, el aprendizaje y el sentido de trascendencia. A continuación, ofrecemos una visión más profunda del asombro desde la psicología.
El Asombro como una emoción compleja
El asombro es una emoción que generalmente se experimenta en respuesta a algo inesperado, impresionante o fuera de lo común. Es una experiencia emocional que combina tanto la admiración como el desconcierto.
A menudo, está relacionado con situaciones que nos sorprenden, pero, a diferencia de la sorpresa, que es generalmente una emoción de corta duración, el asombro puede tener un impacto más duradero, especialmente cuando involucra un sentido de lo sublime, lo misterioso o lo inexplicable.
Características del Asombro:
- Dualidad emocional: El asombro tiene una cualidad paradójica, pues, aunque se experimenta con admiración y fascinación, también puede generar una sensación de incertidumbre o ansiedad, ya que nos confronta con algo que no comprendemos completamente.
- Inestabilidad cognitiva: El asombro activa un proceso cognitivo complejo. Nos encontramos ante un estímulo que desafía nuestras expectativas o marcos de referencia, lo que genera una necesidad de acomodación cognitiva. Esto puede llevar a una expansión de nuestra percepción del mundo.
- Conexión con lo trascendental: Muchos estudios en psicología positiva y emociones trascendentales sugieren que el asombro puede inducir una sensación de conexión con algo más grande que uno mismo. Esta emoción está frecuentemente vinculada a experiencias religiosas, espirituales o filosóficas.
Psicología Positiva y Emociones
Dentro de la psicología positiva, el asombro ha sido estudiado como una de las emociones que favorecen el bienestar psicológico. Se asocia con sentimientos de humildad, gratitud y un aumento de la conexión social. La emoción de asombro puede desencadenar un sentido de propósito en la vida y fortalecer los lazos sociales, ya que nos hace más conscientes de la vastedad y la belleza del mundo que nos rodea.
El papel del asombro en el bienestar:
- Reducción del egocentrismo: El asombro provoca una "reducción del yo", donde el individuo se siente pequeño frente a la magnitud de la experiencia. Este fenómeno puede resultar en un aumento de la empatía y la pro-socialidad.
- Impulso al aprendizaje: El asombro puede actuar como un motivador para el aprendizaje y la curiosidad. Al enfrentar lo desconocido, la mente humana tiende a buscar explicaciones, lo que puede estimular el crecimiento cognitivo y emocional.
- Fomento de la gratitud: El asombro también está asociado con el sentimiento de gratitud, ya que nos confronta con algo que valoramos profundamente (como la belleza natural, una obra de arte, una hazaña humana, etc.).
La investigación contemporánea ha comenzado a examinar el asombro desde una perspectiva más científica y empírica. Algunos estudios se enfocan en cómo el asombro influye en la salud mental, el rendimiento cognitivo y las relaciones sociales.
Así, por ejemplo, Dacher Keltner ha argumentado que el asombro es una emoción que no solo afecta la cognición y la percepción, sino que también tiene efectos positivos en la manera en que nos relacionamos con los demás y con el mundo. El asombro nos lleva a sentirnos más humildes y más conectados socialmente. Dacher Keltner, uno de los principales exponentes de la psicología positiva, ha dedicado parte de su trabajo al estudio de las emociones que contribuyen al bienestar humano, como la gratitud, el orgullo, la admiración, y, en particular, el asombro. Keltner sostiene que el asombro tiene un papel clave en el bienestar humano, pues fomenta un sentido de conexión con algo más grande que uno mismo, lo que puede llevar a un mayor sentido de propósito. Keltner habla del asombro como una emoción que fomenta la humildad y la conexión con lo sublime.
Por otra parte, Paul Piff y sus colaboradores, en un artículo publicado en el Journal of Personality and Social Psychology, investigaron cómo el asombro está relacionado con comportamientos pro-sociales. En sus investigaciones, encontraron que las personas que experimentan asombro tienden a ser más generosas y altruistas.
Psicología Filosófica y Psicología Humanista
Autores como William James y Abraham Maslow han relacionado el asombro con las experiencias trascendentales que definen los picos de la experiencia humana.
Abraham Maslow y las Experiencias Cumbre
En su teoría de la autorrealización, Maslow sugirió que el asombro está vinculado a las "experiencias cumbre", momentos intensos de conexión con algo trascendental que provocan un sentido profundo de asombro, alegría y realización. Maslow lo vinculó a los estados de autorrealización, cuando las personas experimentan momentos de plena conexión con lo divino o lo sublime. Estas experiencias pueden, en su opinión promover la salud mental y el bienestar, al permitirnos alcanzar un mayor sentido de conexión con el universo y con nuestros valores más profundos.
William James y la Trascendencia
William James, en su trabajo sobre la conciencia y las experiencias religiosas, también exploró cómo los momentos de asombro pueden alterar profundamente nuestra percepción de la realidad y nuestras creencias fundamentales. El asombro en estos contextos puede inducir sentimientos de paz y comprensión más allá del sentido lógico o racional.
William James, psicólogo y filósofo pragmatista, abordó el tema de las experiencias trascendentales y emocionales profundas, que incluyen momentos de asombro. En su teoría sobre la conciencia y la experiencia, James sugiere que los momentos de asombro pueden cambiar nuestra forma de percibir la realidad y promover estados de conciencia elevados.
Otros enfoques
El tema del asombro ha sido abordado por otros psicólogos y corrientes dentro de la psicología, aunque no siempre como un concepto central. Veamos algunos otros psicólogos y líneas de la psicología que han explorado el asombro desde diferentes perspectivas:
Paul Ekman (Psicología Emocional)
Paul Ekman es uno de los psicólogos más influyentes en el estudio de las emociones. Aunque no se centra exclusivamente en el asombro, su trabajo en la identificación y clasificación de las emociones universales (como la sorpresa y el miedo) ha influido en la comprensión de cómo el asombro puede formar parte de las emociones primarias. La sorpresa es una de las emociones básicas que Ekman identificó, y el asombro puede verse como una forma más intensa de sorpresa. Sus contribuciones clave se centran en las emociones básicas, la expresión facial y la universalidad de las emociones.
Mihály Csíkszentmihályi (Psicología del Flujo)
Csíkszentmihályi, conocido por su trabajo sobre el concepto de "flujo", estudió cómo las personas se sumergen en actividades que las absorben completamente. Si bien el flujo no es exactamente lo mismo que el asombro, se puede considerar que ciertos momentos de asombro (como al enfrentarse a una obra de arte o una maravilla natural) pueden inducir estados de flujo, donde la persona se siente completamente involucrada en una experiencia sublime. Su contribución clave se centra en el flujo y su relación con experiencias de inmersión profunda, que pueden estar relacionadas con el asombro.
Jonathan Haidt (Psicología Positiva y Moral)
Jonathan Haidt, en su trabajo sobre psicología moral, ha explorado el concepto de "lo sublime" y su relación con el asombro. Haidt sostiene que el asombro es una de las emociones fundamentales que nos conecta con lo divino, lo maravilloso y lo trascendental, lo que puede inducir una sensación de humildad, gratitud y admiración por el mundo. Haidt define el asombro como un motor de la moralidad y el bienestar, promoviendo la humildad y la conexión con los demás.
Psychology of Awe – (Psicología del Asombro)
La psicología del asombro ha sido tratada también por varios estudios recientes dentro de la psicología positiva, como parte del estudio de las emociones que fomentan el bienestar y la gratitud. El asombro se ha comenzado a investigar como una emoción que nos conecta con lo trascendental y nos permite percibir el mundo de una manera más amplia y significativa.