Biblioteca Complutense

José Gaos

Cabecera Gaos


«Los momentos esenciales de mi vida son:

aquel en que me encontré con la filosofía y la profesé;

aquel en que me pregunté: ¿qué es filosofía? ¿vale para algo? ¿vale la pena abstraer la vida en ella?;

y aquel en que me respondí: soberbia, y seguí abstrayendo la vida en ella…».

GAOS, José. “Gaos visto por sí mismo”. En: Id, Obras Completas. Vol. III, Ideas de la filosofía, (1938-1950). México: UNAM, 2003, p. 410

 

«En la ostentación del título de filósofo hay algo del advenedizo».

GAOS, José. 10 %: ensayo y prosa varia. México: Fondo de Cultura Económica, 1957, cap. LXXX, aforismo IV


GAOS, JOSÉ (1900-1969)

Nac. en Ablaña (Asturias), fue profesor en la Universidad Central de Madrid y último rector —antes de la caída de la República— de la Universidad de Madrid. Al desterrarse (o transterrarse) a México, en 1939, fue profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México. En ésta formó un grupo de discípulos que se han distinguido en el estudio de la historia de las ideas, especialmente en Iberoamérica. Gaos ha empleado en sus análisis filosóficos conceptos procedentes del existencialismo (aunque ha negado ser existencialista) y sobre todo de la filosofía de Heidegger, a quien ha traducido y comentado. El tema principal del pensamiento de Gaos es la actividad filosófica. Pero la «filosofía de la filosofía» a que conduce tal pensamiento no es una disciplina filosófica más, es el resultado del ponerse en cuestión el filósofo a sí mismo. Por lo demás, tal filósofo no es el filósofo en general, sino un hombre concreto a quien le ocurre haber sido seducido por la vida filosófica en un acto de vocación, haber descubierto el fracaso de tal vocación, haberse obstinado soberbiamente en ella y haber terminado por reconocer que lo que pretendía al comienzo no es susceptible de comunicación a los demás y se transforma en una confesión personal. Las consecuencias más inmediatas de esta actitud son, pues, la afirmación de un completo inmanentismo. Pero ello no conduce, al parecer, a la destrucción de la filosofía, sino a su purificación de toda pretensión falsamente objetivante. Una vez reconocido el carácter personal del filosofar, se descubre que en esta vivencia se hallan elementos que ligan al hombre a algo que está más allá de él. La actividad filosófica es, pues, constitutivamente abierta y no cerrada. Ello permite establecer una auténtica fenomenología de la filosofía. En un escrito de 1954, Gaos se manifiesta muy explícitamente sobre sus propios puntos de vista: la metafísica, dice, concluye en el fracaso; la filosofía es menos de índole histórica que «personal»; hay que admitir solamente los hechos, los fenómenos (pero en un sentido más amplio que el concebido por el positivismo cientificista: incluyendo, por ejemplo, valores). Gaos predica un «rekantismo» en el cual la «filosofía de la filosofía» se convierte en ciencia, pues es la única capaz de afrontar los sistemas filosóficos como fenómenos. «Adiós a los sistemas metafísicos del universo, en lo que tienen de pseudocientíficos, no en lo que contienen de fenomenología».

Estos dos puntos de vista, y otros similares, han sido recogidos y organizados por Gaos en sus cursos de 1960 (De la filosofía) y de 1965 (Del hombre), que a la vez anuncian y postulan muy diversos desarrollos (entre ellos, desarrollos éticos). Gaos ha tratado en estos cursos el problema de las expresiones filosóficas en particular, así como el problema de la existencia. El problema de las expresiones incluye temas tales como el de la substancia y sus modos, lo singular y lo plural, los todos y las partes, los universales, los conceptos y las situaciones. El problema de la existencia incluye temas tales como el ser, el ente, el fenómeno, la negación, la razón de ser, etc. En el tratamiento de todos estos temas, Gaos ha insistido en el carácter subjetivamente válido de sus proposiciones —que son proposiciones filosóficas relativas a la filosofía—, pero ha entendido ‘subjetivo’ en un sentido distinto del habitual. En efecto, por un lado la subjetividad ha sido entendida como «momentaneidad», de suerte que el autor entiende que puede ir disintiendo de sus propias proposiciones. Mas, por otro lado, tal subjetividad es una realidad plena, realidad de «sujeto demasiado humano», por lo que al «rekantismo» antes indicado ha podido añadirse un «renietzscheanismo».

 

Obras:

 

Gaos es autor de varias antologías:

 

Ha publicado y anotado la Filosofía del entendimiento, de Bello (1948) y varios tratados de J. B. Díaz de Gamarra (1947). Ha realizado numerosas traducciones (Kant, Fichte, Hegel, Husserl, Scheler, etc.); entre ellas destaca la de Sein und Zeit, de Heidegger.

 

Edición de obras:

 

Biografía

 

Bibliografia:

 

La impulsión que ha dado Gaos al estudio de la historia de las ideas en países de lengua española se ha manifestado, entre otras formas, en las publicaciones surgidas de seminarios por él dirigidos; entre estas publicaciones citamos:

 

Véase:

 

Fuente: Diccionario de Filosofía Ferrater Mora