Biblioteca Complutense

José Luis L. Aranguren

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«La importancia de la cuestión del principio o punto de partida es fundamental. Husserl ha dicho que el filósofo es ein wirklicher Anfänger, un verdadero principiante. ¿Por qué «verdadero principiante»? Principiantes en el sentido obvio de la expresión lo somos muchos, lo somos casi todos. Pero el filósofo es principiante porque se ocupa de la arkhé, del principio mismo. Y por eso, según el mismo Husserl , la filosofía podría llamarse también arqueología o, mejor, arcología, tratado de la arkhé o principio».

ARANGUREN, José Luis L. Ética. Madrid: Revista de Occidente, 1958, p. 15


ARANGUREN, JOSÉ L[UIS] L[ÓPEZ] (1909-1996)

Nac. en Ávila, fue profesor de ética y sociología en la Universidad de Madrid de 1955 a 1965; en esta última fecha fue separado de la cátedra por motivos políticos. Desde 1965 profesó durante un semestre cada año en la Universidad de California (Santa Bárbara). En 1976 le fue restituida la cátedra de Madrid con todos los derechos, hasta su jubilación en 1979. En 1993 fue nombrado Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid. Fue también objeto de numerosos reconocimientos académicos e institucionales. La influencia de Aranguren sobre las jóvenes generaciones de filósofos españoles de la época fue considerable.

Los primeros trabajos de Aranguren en ética y en filosofía de la religión pusieron de relieve la importancia del talante religioso. (Para el sentido que ha dado Aranguren a ‘talante’, véase Temple). Aranguren se interesó por las relaciones entre ética y religión. En su investigación de la ética del protestantismo, Aranguren puso de manifiesto que éste se desliza fácilmente hacia una excesiva ruptura entre lo ético y lo religioso. Esta ruptura debe ser rechazada. Debe ser rechazada asimismo, sin embargo, la identificación entre lo religioso y lo ético según la propugnan, consciente o inconscientemente, algunas tendencias filosóficas (las cuales, por otro lado, más que identificar lo religioso con lo ético subordinan éste a aquél). Aranguren indicó que la ética está «abierta a la religión», de modo que la posible confluencia entre ambas se encuentra más en el punto de partida que en el de llegada. Especialmente a partir del ejercicio de su cátedra en 1955, Aranguren difundió corrientes filosóficas contemporáneas, dando amplia cabida a las discusiones de problemas éticos por parte de filósofos de tendencia analítica y otras tendencias, como la marxista. Esto no significaba para Aranguren adscribirse estrictamente a ninguna de estas corrientes, sino más bien introducir problemáticas hasta entonces poco cultivadas en España en ambientes universitarios. Personalmente, Aranguren se preocupó por proveer a su teoría ética de una dimensión social y ligarla al debate de cuestiones fundamentales sociales y políticas. Entre otros conceptos, Aranguren introdujo los de «aliedad» y «alteridad» como dos niveles o aspectos de la «otredad» humana en que se dan respectivamente lo moral estrictamente social y lo moral interpersonal. Aranguren ha investigado la constitución social de lo moral individual en una larga serie de estudios literarios, históricos y sociológicos sobre varios aspectos de la vida moderna y contemporánea. Es importante su concepto del Estado de justicia social, equidistante del simple «Estado de bienestar (social)», por un lado, y de todo «totalitarismo», incluyendo el que se presenta bajo la forma de un «socialismo». Tanto en el campo de las creencias católicas como en todos los demás problemas filosóficos, políticos, sociales y culturales ha caracterizado el pensamiento de Aranguren en los últimos años una actitud de inconformismo y de «heterodoxia», así como una mezcla de compromiso intelectual y moral con un cierto distanciamiento que el propio Aranguren ha calificado de «irónico».

 

Edición de obras selectas:

 

Sus numerosas obras publicadas han tenido diversas ediciones y reimpresiones. Aquí subrayamos particularmente las primeras ediciones:

 

Obras:

 

Además Aranguren ha editado, con amplias introducciones, una Antología de Miguel de Unamuno, 1964, y una edición de Obras de San Juan de la Cruz, 1965.

 

Autoexposición:

 

Bibliografía:

 

Véase:

 

Fuente: Diccionario de Filosofía Ferrater Mora