Xavier Zubiri
«Lo difícil del caso es que la filosofía no es algo hecho, que esté ahí y de que baste echar mano para servirse a discreción. En todo hombre, la filosofía es cosa que ha de fabricarse por un esfuerzo personal. No se trata de que cada cual haya de comenzar en cero o inventar un sistema propio. Todo lo contrario. Precisamente, por tratarse de un saber radical y último, la filosofía se halla montada, más que otro saber alguno, sobre una tradición. De lo que se trata es de que, aun admitiendo filosofías ya hechas, esta adscripción sea resultado de un esfuerzo personal, de una auténtica vida intelectual. Lo demás es brillante ‘aprendizaje’ de libros o espléndida confección de lecciones ‘magistrales’. Se pueden, en efecto, escribir toneladas de papel y consumir una larga vida en una cátedra de filosofía, y no haber rozado, ni tan siquiera de lejos, el más leve vestigio de vida filosófica. Recíprocamente, se puede carecer en absoluto de ‘originalidad’, y poseer, en lo más recóndito de sí mismo el interno y callado movimiento del filosofar».
ZUBIRI [APALÁTEGUI], XAVIER (1898-1983)
Nac. en San Sebastián. Hasta 1936 fue profesor en ejercicio en la Universidad Central (Madrid). En 1941 profesó por breve tiempo en la Universidad de Barcelona, pero se retiró de la cátedra oficial y pronto comenzó a exponer su pensamiento, año tras año, en cursos privados dados en Madrid.
Durante mucho tiempo los que no estaban familiarizados con los cursos arriba indicados pudieron conocer de Zubiri únicamente los diversos trabajos publicados en revistas desde 1934 a 1942 y recogidos en libro en 1944 (Naturaleza, Historia, Dios), más algunos trabajos publicados en revistas. Especialmente importantes, e influyentes, fueron en este respecto los trabajos de Zubiri acerca del problema de Dios y acerca de la historia o «el pasado humano». Zubiri había examinado la dimensión en la que se plantea el problema de Dios, dimensión dada por «la religación como posibilitación de la existencia en cuanto tal». En cuanto a la historia, había mostrado que no es simple hecho pasado, ni tampoco producción actual de realidades, sino, como hemos visto en el artículo Potencia, el «hacer un poder», que convierte la historia en una «cuasicreación».
En algunos de los trabajos de referencia se hacía patente el interés de Zubiri por una «filosofía primera». Así, por ejemplo, cuando trataba de mostrar la necesidad de descubrir una nueva ratio entis —una ratio previa al concepto y dentro de la cual el propio concepto adquiriese sentido—. A este efecto escribía Zubiri que «no sólo el ser en el sentido de concepto, se dice de muchas maneras, sino que, ante todo, se dice de muchas maneras la razón misma del ente». Se trataba, al parecer, de una progresiva constitución del ámbito mismo del ser en el curso de una dialéctica de las rationes del ente.
La publicación, en 1962, de Sobre la esencia, parte de una serie de «Estudios filosóficos», dio a conocer un aspecto importante del pensamiento de Zubiri, tanto en lo que toca a su «filosofía primera» como a algunas de las vías recorridas por su «filosofía segunda». Nos hemos extendido sobre varios aspectos del pensamiento de Zubiri en distintos artículos de la presente obra; remitimos a los dedicados a las nociones de Constitución y constitutivo; Esencia; Formalización; Hábito; Individuo; Inteligencia; Real y realidad; Substancia; Substantividad, substantivo; Tal, talidad; Trascendental, trascendentales. Entre estos artículos destacamos el dedicado a la noción de esencia.
Zubiri trató de dilucidar y aprehender lo que constituye formalmente la realidad, tanto en su ser real en cuanto real como en su ser «tal». Para Zubiri la realidad es previa al ser; lejos de ser la realidad un tipo de ser, por fundamental que se suponga, el ser se funda en la realidad. Lo que se llama «ser» es más bien «el momento de actualidad de lo real en esa respectividad que constituye trascendentalmente el mundo»; el ser, en suma, está dado «como actualidad respectiva». La realidad es, por lo tanto y primariamente, algo «de suyo»; este ser «de suyo» es lo trascendental simple. Sólo «posteriormente» puede hablarse del mundo (de la respectividad) como un segundo momento trascendental. En suma: la realidad como realidad es lo fundamental y primario; sólo secundariamente, y como momento suyo, puede hablarse del ser.
Ello significa —o, mejor dicho, presupone— que la realidad es el primer inteligible. La realidad se da como «realidad sentida» en «impresión de realidad». Y puesto que el inteligir presenta las cosas reales como reales, el hombre puede ser definido, o presentado, como «animal de realidades». Como tal «animal de realidades», o inteligencia sentiente, el hombre es capaz de sentir la realidad misma en su formal carácter de realidad. La función primaria del hombre, dice Zubiri, es la de «enfrentarse sentientemente con la realidad de las cosas».
La «filosofía primera» de Zubiri es el fundamento de toda «filosofía segunda», pero a la vez la «filosofía segunda» apoya y complementa la «filosofía primera». En efecto, y para citar un solo ejemplo, la caracterización del hombre por medio del hábito de la «inteligencia sentiente», que hace posible comprender el sentir la realidad en su formal carácter de realidad, es posible gracias a un largo examen del comportamiento de diversos niveles de «realidad». Fundamentales en este examen son nociones como las de «habitual» —a que nos hemos referido en Hábito— y «formalización». (Véase también Sentido). A la vez, porciones considerables de la «filosofía segunda» —tales, las que tratan de la cuestión de la «relación cuerpo-alma», los problemas de la personalidad (y «personeidad»), voluntad, libertad, etc.—, están estrechamente ligadas a las cuestiones centrales de la filosofía primera. En rigor, la cuestión de la relación posible entre filosofía primera y «filosofías segundas» constituye uno de los problemas que se plantean dentro del pensamiento de Zubiri. Fundamental es asimismo dentro de este pensamiento la relación posible entre una «filosofía intermundana» y una «filosofía trasmundana».
Para Zubiri es, pues, fundamental el estudio de la intelección humana y de los distintos niveles a que ella es capaz de abrirse. Zubiri culminó sus trabajos sobre ese tema con una gran trilogía que pudo ver publicada poco antes de su muerte: Inteligencia sentiente (1980), Inteligencia y logos (1982), Inteligencia y razón (1983). Los tres volúmenes están dominados por tres conceptos clave: inteligencia, logos y conocimiento, respectivamente. Por la inteligencia se produce la «aprehensión primordial» y básica, que es la captación de las cosas como «reales». Ello, sin embargo, no es más que el primer paso para que el logos pueda exponerlas —a través de los juicios de la lógica— tal como son «en realidad». En ambos momentos, sin embargo, lo único que está en juego es la «intelección» no el «conocimiento». En eso se han equivocado, según Zubiri, las filosofías anteriores, mayormente desde Kant. Y puesto que el estadio del logos tampoco puede ser el supremo —con ello simplemente se logifica y formaliza la inteligencia—, es importante llegar hasta el tercer nivel, el del auténtico conocimiento, por el que se llega a la apertura de lo que son las cosas «en la realidad». Sólo desde ahí se puede entender el sentido último de la existencia humana, esencialmente religada y abierta a la transcendencia. Es la comprensión —no meramente lógica, sino racional, es decir, experiencial— de este nivel, lo que posibilita que el hombre viva de verdad como una persona libre, o, lo que es lo mismo, que el hombre «sepa estar en la realidad». Porque el ser humano se movería, según Zubiri, por una permanente «voluntad de verdad real», no por una mera «voluntad de verdad de ideas».
Obras:
- Ensayo de una teoría fenomenológica del juicio, 1923 (tesis).
- «Sobre el problema de la filosofía», Revista de Occidente, 39 (1933), 51-80; 40 (1933), 83-117.
- «Note sur la philosophie de la religión», Bulletin de l'Institut Catholique de Paris, 2.ª serie 28 (1937), 333-341.
- Naturaleza, Historia, Dios, 1944; 5.ª ed., aum., 1963; 9.ª ed., 1987 [incluye, entre otros trabajos, varios de ellos publicados antes en revistas: «Hegel y el problema metafísico» (1931); «La idea de Naturaleza: la nueva física» (1934), «Dios y la deificación en la teología paulina» (notas procedentes de un curso dado en 1934-1935); «¿Qué es el saber?» (1935); «En torno al problema de Dios» (1935-1936); «Sócrates y la sabiduría griega» (1940); «Ciencia y realidad» (1941); «El acontecer humano: Grecia y la pervivencia del pasado filosófico» (1942); «Nuestra situación intelectual» (1942)].
- Sobre la esencia, 1962; 5.ª ed., 1985.
- Cinco lecciones de filosofía, 1963; 6.ª ed., 1988 [sobre la idea de la filosofía en Aristóteles, Kant, Comte, Bergson y Husserl, con apéndices sobre Dilthey y Heidegger].
- «El hombre, realidad personal», Revista de Occidente, 2.ª época, n.° 1 (abril 1963), 5-29.
- «El origen del hombre», ibid., n.º 17 (agosto 1964), 164-173.
- «Notas sobre la inteligencia humana», Asclepio, 18-19 (1966-1967), 341-353.
- «El hombre y su cuerpo», ibid., 25 (1973), 3-15.
- «La dimensión histórica del ser humano», Realitas, vol. 1 (1974), 11-69.
- «El espacio», Realitas, vol. 1 (1974), 479-514.
- «El problema teologal del hombre», en A. Vargas-Machuca, ed., Teología y mundo contemporáneo. Homenaje a Karl Rahner en su 70 cumpleaños, 1975, 55-64.
- «El concepto descriptivo del tiempo», Realitas, vol. 2 (1976), 7-47.
- «Respectividad de lo real», Realitas, vols. 3-4 (1979), 13-43.
- Reflexiones teológicas sobre la Eucaristía, 1980.
- Inteligencia sentiente, 1980; reed. 1981 y 1984 (esta última con el título Inteligencia sentiente. I: Inteligencia y realidad. Se cita siempre por esta última edición).
- Inteligencia y logos, 1982.
- Inteligencia y razón, 1983.
Han aparecido póstumamente:
- «Dos etapas», Revista de Occidente, 32 (1984), 43-50.
- El hombre y Dios, 1984; 4.ª ed., 1988.
- Sobre el hombre, 1986.
- Estructura dinámica de la realidad, 1989.
- Sobre el sentimiento y la volición, 1992.
Bibliografía:
Véase:
- Julián Marías, Filosofía española actual: Unamuno, Ortega, Morente, Zubiri, 1948, páginas 133-147.
- José Luis L. Aranguren, A. del Campo, Francisco Javier Conde, Dionisio Ridruejo et al., Homenaje a Zubiri, 1953.
- Vicente Fatone, La existencia humana y sus filósofos, 1953, cap. IV.
- Pedro Cerezo, Jesús Arellano y Joaquín Ferrer, artículos sobre el libro Sobre la esencia, en Documentación crítica iberoamericana de filosofía y ciencias afines, año 1, n.º 1 (1964), 15-109.
- Ignacio Ellacuría, Sobre la esencia, de Xavier Zubiri: Índices, 1965.
- José Ferrater Mora, «The Philosophy of Xavier Zubiri», tr. George L. Kline, en George L. Kline, ed., European Philosophy Today, 1965, págs. 15-29.
- Germán Marquínez Argote, En torno a Zubiri, 1965.
- Paulino Garagorri, Unamuno, Ortega, Zubiri en la filosofía española, 1968 (págs. 123-168, 195-205, 226-228).
- Ignacio Ellacuría, Alfonso López Quintás et al., artículos en Homenaje a Xavier Zubiri, 2 vols., 1970.
- Ignacio Ellacuría, ed., Realitas: Seminario Xavier Zubiri, 1974.
- Francesco Sanguinetti, Xavier Zubiri: Pensiero filosofico e scienza moderna, 1975.
- Armando Savignano, Psicologismo e giudizio filosofico in M. Heidegger, X. Zubiri, J. Maréchal, 1976.
- Ceferino Martínez Santamarta, El hombre y Dios en Xavier Zubiri, 1981.
- Gregorio Gómez Cambres, La realidad personal. Introducción a Zubiri, 1983.
- Antonio Pintor-Ramos, Génesis y formación de la filosofía de Zubiri, 2.a ed. ampliada, 1983.
- J. A. Mainetti, E. T. Segura et al., Hombre y realidad. Homenaje a Zubiri, 1898-1983, 1985, ed. María Lucrecia Rovaletti.
- Diego Gracia, Voluntad de verdad. Para leer a Zubiri., 1986.
Fuente: Diccionario de Filosofía Ferrater Mora