Presentación
No es posible hablar de la España del siglo XX sin mencionar a Julián Marías. Su amistad con Ortega, su colaboración con Besteiro y la militancia en el Ejército republicano, le acarrearon persecución política y el ostracismo académico en el régimen de Franco. Sin embargo, permaneció toda su vida difundiendo su palabra y su pensamiento no sólo en España, sino en Europa y América de manera fecunda y logrando un prestigio poco frecuente.
Fue un prolífico escritor y conferenciante desde su estilo característico, en el que se percibe siempre una voz original, profunda y clara.
Defensor de la integridad de la herencia recibida por sus maestros, su obra transita por una profundísima pasión española que se abre al universo de las ideas y culturas, siendo así un hombre universal.
Impulsor incansable de la tradición liberal española, defiende una interpretación positiva de nuestro pasado colectivo, desde la afirmación de una convivencia social regida por la libertad, la democracia y, sobre todo, por los valores propios de la realidad personal del hombre.
Julián Marías estuvo activo casi hasta el final de su vida, impartiendo cursos, escribiendo libros o viajando. Murió el 15 de diciembre de 2005. Hacía sólo unos meses que había publicado su última obra, La fuerza de la razón.
Entre sus miles de páginas queda el autorretrato de alguien auténtico, siempre puesto a prueba por los tiempos, siempre por encima de las modas; la imagen de alguien que nunca mintió, que no es sino la cortesía del verdadero intelectual; alguien, en fin, que ha permanecido firme como una roca, defendiendo sus convicciones sin herir a nadie.