Dentro de la inmensa producción de pintura y dibujo científico-artístico que nos han dejado los naturalistas desde el siglo XVIII hasta nuestros días, la Geología está relativamente poco representada. Mientras que es frecuente encontrar en libros de Historia Natural numerosas ilustraciones de plantas, hongos, aves, insectos y otros animales, la representación de minerales y rocas es más escasa y, muchas veces, de menor calidad y precisión. Sin embargo, el mundo mineral es una fuente inagotable de formas, texturas y colores que merece la pena seguir explorando para nuestro placer intelectual y estético. En este sentido, «pintar piedras», sobre todo si sabemos algo sobre su origen, no es solo una grata actividad, sino también una buena manera de acercarnos al mundo natural.

Carlos M. Pina