Biblioteca Complutense

Los Bestiarios y Lapidarios

La unión de herbarios, bestiarios y lapidarios en la Edad Media bebe de dos fuentes muy diferentes. Por un lado está la Materia Médica de Dioscórides, texto con finalidad científica, que recopiló  sustancias con las que elaborar fármacos, siendo estas sustancias de origen vegetal, animal y mineral. Por otro lado está el Fisiólogo, texto con finalidad religiosa, que reunió una serie de animales reales y fantásticos incidiendo en su simbología, pero que incluyó también plantas y piedras, a las que igualmente otorgó un valor aleccionador en el marco de la religión cristiana. Esta sección pone el acento en ciertos facsímiles que incluyeron animales y minerales, y en los que, además de insistir en su simbolismo cristiano, se aportó alguna explicación sobre sus propiedades curativas. 

Los bestiarios están representados en la exposición virtual por el facsímil del Bestiario de Oxford (original en la Bodleian Library, ms. Ashmole 1511). Los bestiarios, florecientes en el siglo XII, se nutrieron de diversas fuentes: la zoología de Aristóteles, las fabulosas descripciones de animales asiáticos de Ctesias y Megastenes, la Historia natural de Plinio, las fábulas moralizantes de Esopo y Fedro, el Fisiólogo y los exempla de los sermones, entre otros. Combinaron texto e imagen y fueron muy variables entre sí, si bien hay animales que se incluyeron en casi todos ellos, como el unicornio, el león, el basilisco o el águila. En ellos el sentido de autoría tenía poca importancia, así que normalmente se tienen por anónimos. Del Bestiario de Oxford resaltamos el folio dedicado al unicornio (fol. 14v), animal de significado cristológico, pero cuyo cuerno largo y torsionado, inspirado bien en el de los rinocerontes bien en el de los narvales, fue también incluido en recetarios medievales. El cuerno de narval (o unicornio) fue además objeto frecuente de coleccionismo, como explicó Von Schlosser y como testimonia el existente en el Museo de Farmacia Hispana de la UCM.

Los lapidarios están representados en la exposición virtual con el facsímil del Lapidario de Alfonso X (original RBME h.I.15), tratado en el que se interrelacionaron geología, astronomía, química y medicina. En él se recogen diversas piedras relacionadas con la obstetricia,  como el  ceraquiz, que es redonda, blanca, liviana y porosa, y que si se ata con un cuero de cordero a la naturaleza de la mujer, facilita el alumbramiento. O el ambruz, que presenta muchas formas y colores, y que impide un aborto antes de tiempo. O el abietityz, caliente y seca, con forma de bellota, blanda y ligera, con un leve tono blanco, que si se guarda en cuero de ciervo y se ata a la mujer, facilita el parto. O el movedor, de color verde poco intenso, que si se reduce en polvo y se disuelve en agua, ayuda a que la gestante expulse el feto muerto. Estas piedras medicinales perfectamente pueden relacionarse con la sección dedicada a la obstetricia.


Fol.14v con unicornio, del Bestiario de Oxford
(Bodleian Library, Oxford, ms. Ashmole 1511)
Facsímil de la Biblioteca de Geografía e Historia y original en Bodleian Library


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