Biblioteca Complutense

Historia de la Biblioteca de la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología

Historia de nuestra biblioteca
 

Orígenes de la biblioteca

 

A pesar de la larga trayectoria de sus especialidades dentro de la Universidad de Madrid, nunca existió una biblioteca propia de Enfermería, Fisioterapia y Podología. Al haber formado parte sus estudios de los de la Facultad de Medicina, los fondos utilizados por los alumnos se integraban en las bibliotecas de la propia Facultad.

Es a partir de 1977, con la transformación de los estudios de Enfermería en Escuelas Universitarias, cuando la Biblioteca adquiere entidad propia. Su primera ubicación fue en el Colegio Mayor Nuestra Señora de la Almudena, que había sido hasta esas fechas patrocinado por la Sección Femenina.

La Biblioteca, situada como el resto de la Escuela en el Ala 1 del antiguo Colegio Mayor, estaba formada en su mayoría por donativos de particulares, restos de la antigua Escuela de ATS de la Sección Femenina y de algunas otras escuelas de ATS, y ascendía a una cantidad cercana a los 200 volúmenes, totalmente anticuados, con fondos, sobre todo de los años cincuenta.

A pesar de ser la Unidad Central de las Escuelas de Enfermería correspondientes a la Universidad Complutense, es indudable que no podía servir de Biblioteca base de las mismas.

En 1980 se trasladan los fondos de la exigua y anticuada Biblioteca del Colegio Mayor Nuestra Señora de la Almudena a la planta tercera del pabellón 2 de la Facultad de Medicina, sin que hubiera un lugar para acomodarlos ni persona encargada de procesarlos. Por ello se decide arrinconarlos, en espera de mejores tiempos, en lo que posteriormente sería la Sala de Conferencias de la Escuela.


Modernización de la Biblioteca

 

Al año siguiente, todavía dependiente de la Facultad de Medicina, dirigida por Rafaela Castrillo Márquez, se le asigna personal de la recien creada Escala de Auxiliares de Archivos, Bibliotecas y Museos de la UCM, con lo cual ya se pudo comenzar a establecer una política bibliotecaria de adquisiciones y proceso de la colección. La persona desginada fue doña Fuencisla Sanz Luengo, directora de la biblioteca hasta su jubilación en el año 2016.

Es en abril de 1983 cuando la Escuela se independiza, comenzando la etapa actual. Se le asignan como ubicación los bajos del aula 1, situada entre los pabellones 1 y 2 de la Facultad de Medicina, y se decide desde el principio que, para evitar los errores cometidos en otras bibliotecas, dispersión y falta de accesibilidad de los fondos, nazca como una biblioteca totalmente centralizada.

Durante los cursos 1987 a 1993 tiene que ocupar dos despachos de la Escuela por obras de acondicionamiento de la Clínica Podológica: en uno se situó la zona de trabajo, compartida con la zona de consulta de revistas, mientras que en el otro se colocaron los libros, que habían de ser prestados mediante papeletas de préstamo.

Acabadas las obras de la Clínica, vuelve a sus locales primitivos, totalmente remozados, más claros y funcionales, durante el curso 1993-1994.

En esta nueva ubicación la biblioteca constaba de: una sala de lectura, semicircular, de 302 metros cuadrados de superficie, con 160 puestos de lectura, 350 metros de estanterías, colocadas radialmente, para albergar la colección de libros, especialmente de Enfermería, Fisioterapia, Podología, Nutrición humana, Salud Pública, Drogodependencias y, en general, todas las materias relacionadas con las Ciencias de la Salud, en acceso directo.

Además la Biblioteca contaba con tres Opac's para la consulta pública del catálogo y dos depósitos para albergar la colecciones en desuso o los fondos más atrasados de las revistas, uno de ellos habilitado con estanterías compactas, lo que da una longuitud de 221 m. de estantes, capaces de albergar más de 7.000 volúmenes.

Por último, disponía de una sala de 45 metros cuadrados para la información bibliográfica y bases de datos, con tres ordenadores, y la consulta en ocho puestos de lectura de publicaciones periódicas, situadas por orden alfabético en libre acceso, junto con un despacho de dirección que era al mismo tiempo sala de trabajo.

 

Desde el momento en que comenzó una verdadera política bibliotecaria, se vio la necesidad de fomentar la utilización de la colección de publicaciones periódicas de la Escuela, esencialmente compuesta por títulos españoles, mediante la realización de ficheros, tanto de autores como de materias, producto del vaciado de revistas. Lo que comenzó siendo un simple catálogo de uso casi interno de la especialidad terminó convirtiéndose, con el correr de los años y el avance de las tecnologías, en una verdadera base de datos de revistas españolas de Enfermería, Fisioterapia y Podología, Nutrición, Drogodependencias y Salud Pública, que se bautizó como ENFISPO, nombre derivado de las siglas de la Escuela.

A pesar de las limitaciones espaciales y de personal, la biblioteca seguía cumpliendo con el papel que le correspondía dentro del Centro, como quedó patente con al inauguración el día 24 de marzo de 2004 del Centro de Documentación de la Escuela, que tenía como objetivo proporcionar a los investigadores, aprovechando las tecnologías del momento, todos los recursos de información existentes en Ciencias de la Salud.


 Fuente:

Sanz Luengo F. La Biblioteca de la Escuela Universitaria de Enfermería, Fisioterapia y Podología. En: Gállego Rubio MC, Méndez Aparicio JA, coords. Historia de la biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid. Madrid: Editorial Complutense; 2007.


Centro de documentación inaugurado en 2004


Sala de lectura

Sala de lectura actual


Sala de trabajo en grupo


Sillones entrada

Acceso a la biblioteca



Biblioteca antigua

Antigua Biblioteca de Enfermería (1980-1983)


Sala de lectura 1994-


Dña. Fuencisla Sanz Luengo. Directora de la biblioteca 1981-2016.

 

D.ª Fuencisla Sanz Luengo.

Directora de la biblioteca. 1981-2016.


ENFISPO original

Imagen original de ENFISPO


La biblioteca actual

 

A partir del año 2008 se produce un rediseño de la biblioteca y adquiere su configuración y distribución actual. Se produce una renovación del mobiliario dotando a todas las mesas de la sala de lectura de sistemas de electrificación y se realiza una importante inversión en equipamiento informático. La sala de lectura se renueva y se pinta en una combinación de colores blanca y azul que le proporciona su aspecto tan característico.

La Biblioteca de Enfermería, Fisioterapia y Podología se incorpora desde el principio a la adquisición de recursos electrónicos, tanto de algunas de las principales bases de datos de su especialidad como CINAHL o NNNConsult, como de una importante colección de libros electrónicos (Elsevier, Panamericana…), que le permite ampliar sus servicios y acceso a las colecciones desde cualquier dispositivo conectado a Internet, las 24 horas del día.

En el año 2016 se produce una renovación en la Dirección de la biblioteca tras la jubilación de doña Fuencisla Sanz Luengo, y la biblioteca prosigue su actividad adaptándose al ritmo de los tiempos.

Entre los años 2017-2019 se renuevan la iluminación y los espacios de acceso a la biblioteca, se incorpora a los recursos de la biblioteca una colección de ordenadores portátiles y auriculares para su préstamo entre sus usuarios y se crea un espacio destinado a trabajo en grupo de hasta 6 personas.

En los últimos años, la biblioteca ha realizado un importante esfuerzo en el campo de la formación de usuarios, diseñando junto con el resto de las bibliotecas del área de Ciencias de la Salud el programa formativo BYPass, incorporando formaciones anuales de los principales recursos adquiridos por la biblioteca y desarrollando seminarios orientados a dar apoyo a los estudiantes para la preparación de sus Trabajos de Fin de Grado.

Junto a sus objetivos tradicionales, la biblioteca se esfuerza por ampliar sus servicios e innovar para mejorar la experiencia de sus usuarios a través de actividades como el apoyo de la edición y gestión audiovisual, la creación de una colección de cómics a modo de “Medicina Gráfica”, el desarrollo de talleres de aprendizaje basado en juego (“Game Experience”) o su colaboración con instituciones y asociaciones externas (BiblioMadSalud).

La crisis sanitaria producida por la pandemia en el año 2020 ha trastocado también el funcionamiento y organización de los servicios presenciales de la biblioteca, lo que ha contribuido a potenciar y mejorar los recursos electrónicos y sus servicios virtuales.


La historia de la biblioteca ha demostrado su capacidad de adaptación para satisfacer las necesidades de los usuarios en cada momento, alineándose con los objetivos de la Facultad, la docencia e investigación. Tarea en la que seguirá trabajando en los próximos años.