Razón Poética
Poesía y razón se completan y requieren una a otra. La poesía vendría a ser el pensamiento supremo para captar la realidad íntima de cada cosa, la realidad fluyente, movediza, la radical heterogeneidad del ser. Razón poética, de honda raíz de amor
Obras completas. I. libros (1930-1939), p. 177
Una constante en la vida de María Zambrano fue la compañía de poetas. Tuvo relación con escritores de la generación del 27 y de la llamada generación del 36, entre otros. Escribió sobre Antonio Machado, León Felipe, Luis Cernuda, José Bergamín, Emilio Prados, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Lezama Lima, Octavio Paz, Lydia Cabrera, José Ángel Valente, Carlos Barral, Jaime Gil de Biezma, María Victoria Atencia... Trato o cierto grado de amistad, ya fuera en el exilio o en su propia tierra. Esta amistad con poetas la sitúan en un contexto poético. Y la poesía fue uno de los ejes de su filosofía.
La poesía es secreto hablado
“Un singular modo de pensar Junto a la poesía” y no sobre la poesía” que la distingue de otras reflexiones filosóficas es lo que resume su pensamiento. “Razón poética”, término acuñado por Nietzsche y por Machado y que Zambrano adquiere buscando la unidad de la filosofía y de la poesía: “Yo he buscado la unidad, la fuente escondida de donde salen las dos, pues a ninguna he podido renunciar” (carta a Jorge Guillén, 1957).
El pensamiento de Zambrano es “pensamiento poético no sólo por ser discurso de lo poético y sobre lo poético, sino, ante todo, porque se produce como toda razón que elige la poesía como forma,… avanza en imágenes” (Amorós Moltó, 1983, p. 63). La poesía que no está cargada de pensamiento no es valiosa, pero tampoco es posible a la inversa, una razón sin poesía: “He tenido el proyecto de buscar los lugares decisivos del pensamiento filosófico, encontrando que la mayor parte de ellos eran revelaciones poéticas. Y al encontrar y consumirse en los lugares decisivos de la poesía me encontraba con la filosofía” (citado por Ortega Muñoz, 2007, p. 11) . “La pura razón es la pura monotonía… Es necesario adentrarse en la fuerza de la palabra. Y quienes mejor descifran la fuerza de la palabra son los poetas, los inventores (poiesis) de la palabra. El instrumento que apoya al conocimiento” (Blanco Martínez, 2009, p. 31). Dos conceptos: razón, que se forma de episteme y nous; y poesía, poieo que significa crear, y especialmente crear con la palabra. La razón poética se asienta no sólo en la fusión de la poesía y la filosofía, también en la religión