Flora peruviana
Flora Peruviana et Chilensis
Flora Peruviana, et Chilensis, sive Descriptiones, et icones plantarum Peruvianarum, et Chilensium
Madrid : Typis Gabrielis de Sancha, 1798-1802
BH FOA 4378, BH FOA 4380-4382
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Durante el siglo XVIII surge en toda Europa un gran interés político por los viajes científicos. Ambiciosos proyectos de exploración tienen el respaldo oficial de los gobiernos lo que supone un estímulo para el progreso científico. Patrocinados por la Corona española, Hipólito Ruiz y José Pavón, comienzan uno de los proyectos más importantes y ambiciosos de la Historia Natural española: la expedición botánica a Perú y Chile. Esta expedición, que se realizó en colaboración con Francia, duró más de diez años, a lo largo de los cuales los botánicos españoles recogerán información de gran número de especies vegetales que se reflejarán en dibujos y grabados.
Los expedicionarios parten del puerto de Cádiz en octubre de 1777. Durante su estancia en Perú y Chile recolectan numerosas muestras que llevan a la metrópoli en forma de grandes colecciones de herbarios, ilustraciones botánicas, descripciones de plantas, así como otros materiales zoológicos, etnográfico, mineralógicos y arqueológicos recogidos a su paso por tierras americanas.
A su vuelta a España, los botánicos y pintores que habían participado en la expedición comienzan a trabajar sobre los materiales recolectados. En 1792 ocupan una sede propia, la Oficina de la Flora americana" cuya misión será cobijar las colecciones de historia natural procedentes de "las expediciones y facilitar así su publicación.
En 1798, seis años después del inicio de los trabajos en Madrid, aparece el primer volumen de la Flora en la imprenta de Gabriel de Sancha, hijo del famoso impresor Antonio de Sancha. El tomo segundo se publica en 1799 y el tercero y último en agosto de 1802.
El plan de la obra sigue cuidadosas instrucciones. La descripción literaria debe ir acompañada de dibujos lo más cercanos posibles al natural, su representación debe de ser lo más científica posible de manera que permita la correcta identificación y clasificación de las plantas.
Dibujantes y grabadores serán dirigidos por los propios botánicos. Un equipo de profesionales vinculados a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando fueron los encargados de los grabados e iluminación de las láminas de la Flora. Intervinieron en el proceso 51 grabadores que realizaron las 325 estampas que acompañan las 751 descripciones botánicas de la que es, sin duda, una de las obras científicas más bellas de la imprenta española.