El afán reformista de Carlos III alcanzó también el mundo del libro  a través de políticas de protección tanto en su fabricación como en su desarrollo artístico. durante su reinado se constituyó la Real Compañía de Impresores y Libreros del Reino, se establecieron medidas de regulación en  la  importación  y  exportación de libros, la fabricación del papel, la fundición de tipos y la encuadernación. Respecto a esta última se promulgó en 1778 una Real Orden de prohibición de importación de  libros encuadernados que contribuirá de forma significativa en el desarrollo de las Artes del libro. Madrid, como eje de la corte, se convierte así en el centro de producción de encuadernaciones  dónde destaca, sobre todo,  el taller de Antonio de Sancha.

Poseedor de una importante biblioteca, los super libros reales que la distinguen adoptarán cambios importantes a lo largo de su reinado. El ejemplar expuesto presenta un gran escudo central con las armas reales de Nápoles y de Sicilia -Carlos III fue rey de las Dos Sicilias y, desde 1759, rey de España- en las que se funden las armas reales de su padre Felipe V y las de la familia Farnesio. Procede de la colección de la condesa de Campo Alange.