El Cardenal Giuseppe Garampi fue un importante bibliófilo italiano, coleccionista de documentos y libros históricos. Tuvo una brillante carrera eclesiástica, diplomática y cultural. Perteneció a una familia de la nobleza Ultramontana, siendo el segundo hijo de la Marquesa Diamante Belmonti y del Conde Lorenzo Garampi, en cuyo Palacio vio la luz. Fue un niño precoz que pronto se interesó por los estudios históricos. Dejó Rimini a los 17 años para continuar sus estudios, primero en Florencia, y luego en Módena, donde fue nombrado Vicecustodio de la Biblioteca Gambalunghiana, dedicándose a estudiar los manuscritos antiguos que allí se conservaban. A los 20 años contaba ya con una reputación de joven con gran erudición e ingenio, que junto a cualidades como su modestia, castidad y piedad, hicieron que pronto se trasladase a Roma, donde ordenado Sacerdote, comenzó su carrera eclesiástica. Ingresó en la Academia de Historia de la Iglesia, fundada por Benedicto XIV, quién lo empleó en el Archivo Secreto del Vaticano en 1749, y lo nombró Prefecto del Archivo en 1751. Entre 1749 y 1772, hizo un importante trabajo en los índices del Archivo Secreto, ya que él y sus ayudantes redactaron alrededor de 1.500.000 etiquetas, que pegadas dentro de 124 grandes volúmenes de almacenamiento, formaron una útil herramienta para los investigadores. En estos años la figura de Giuseppe Garampi domina la historia del Archivo, quien, entre otras cosas, es el principal artífice del fichero que lleva su nombre. Realizó numerosas adquisiciones, depósitos y transferencias de material archivístico. Fue nombrado en 1759 Prefecto del archivo del Castel Sant"Angelo. Entre 1761 y 1764, el Papa Clemente XIII le envió por dos veces a Alemania con importantes misiones diplomáticas. Nombrado Obispo de la Diócesis de Montefiascone en 1776, será allí donde irá a parar parte de su biblioteca personal, donada al Seminario. Nombrado Cardenal por el Papa Pío VI en 1785, no pudo participar nunca en ningún Cónclave, pues Pío VI que le había elevado a la púrpura, murió siete años después que Garampi, que falleció en Roma en 1792, a la edad de 66 años. El núcleo principal de su colección personal de libros antiguos, entre los que se encontraban 86 códices y 27 incunables, fue heredado por la Biblioteca Gambalunghiana, y el resto, alrededor de 40.000 volúmenes, fue puesto a la venta, para la cuál se publicó un catálogo en cinco tomos divididos por temas.