Instituto de Biología y Sueroterapia (Madrid)
Desde inicios del siglo XX, se venía constatando la necesidad de culminar el proceso de investigación y experimentación sobre medicamentos que se llevaba a cabo en las clínicas, laboratorios y centros de investigación, de manera aislada e individual, con la creación de una organización industrial que permitiera una producción farmacéutica a escala suficiente para la satisfacción de la creciente demanda de los profesionales de la Medicina.
En este marco habría que ubicar la creación del Instituto de Biología y Sueroterapia, que se constituyó en Madrid en el mes de mayo de 1919, si bien la I Guerra Mundial retrasaría unos años el inicio de su funcionamiento.
En su Primer Consejo de Administración, presidido por el Dr. Carlos María Cortezo, figuran personalidades tan relevantes como los doctores Gregorio Marañón, José Madinaveitia o Augusto Pi Suñer, confiándose la dirección de la sección técnica-ejecutiva al ilustre epidemiólogo Dr. Gustavo Pittaluga.
La primera sede del Instituto IBYS estuvo ubicada en la calle Bravo Murillo, 45, y se complementó con una extensa propiedad en el pueblo de Barajas, dada la necesidad de contar con un lugar espacioso donde permanecieran los caballos, rumiantes y animales de experimentación necesarios para la producción de sueros, vacunas y preparados para opoterapia, término que alude al empleo terapéutico de las glándulas endocrinas bien en forma natural o bajo la forma de extractos o de hormonas reconstruídas por síntesis.
La aportación farmacológica del Insituto IBYS resultaría fundamental en campos como el de la Diabetes, la Vacunoterapia, la Opoterapia y la Sueroterapia, gracias al trabajo de grandes científicos de todos los campos como el microbiólogo D. Antonio Ruiz Falcó, verdadero maestro de la bacteriología médica en España, el insigne químico y farmacéutico D. Enrique Moles o el renombrado biólogo D. Faustino Cordón, bajo cuya dirección también IBYS llevó a cabo una importante labor social al emplear en sus instalaciones a multitud de presos políticos que tras cumplir su condena se veían abocados a un difícil panorama profesional en la España de los años 50.
En 1993, el patrimonio bibliográfico de IBYS fue donado a la Biblioteca de la Facultad de Farmacia de la UCM, pasando a enriquecer sus fondos con monografías y publicaciones periódicas que abarcan fundamentalmente las materias de Ingeniería química, Toxicología, Farmacognosia, Seroterapia, Vacunas, Insulina, Tuberculosis, Formulación de medicamentos etc. Destaca la rica colección de normas de la Organización Mundial de la Salud.
(Información tomada del blog ParacetaBlog, de la Facultad de Farmacia de la UCM).