Fue hombre de letras, comprometido en los conflictos políticos y religiosos de su tiempo, doctor en derecho y teología, maestro y rector de la Universidad de Salamanca. Marcho pronto a Roma, con el patrocinio del Cardenal Mendoza, donde ejerció como cubiculario del Papa Sixto IV. Residió en España, entre 1485 y 1488, como nuncio de Inocencio VIII. Fue nombrado obispo de Astorga, de Badajoz, de Cartagena y de Sigüenza. Alejandro VI le nombro Cardenal, primero con el título de los santos Marcelino y Pedro, en 1493, y después, a instancias de la reina Isabel, con el título de la Santa Cruz en Jerusalén, en 1495. Desempeñó también cargos de carácter civil. Encabezó el cismático Conciliábulo de Pisa en el año 1511, aunque se retractó ante el Papa León X. Se encuentra enterrado en la iglesia de la Santa Cruz de Jerusalén, en Roma, de la que era titular.

Calvo Fernández, Vicente. “El cardenal Bernardino de Carvajal y la traducción latina de Ludovico de Vartema”. Cuadernos de Filologóia Clásica. Estudios latinos. 2000, 18: 303-321.

Ejemplares en la Biblioteca Complutense

 

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