Martin Waldseemüller
Martin Waldseemüller
El éxito editorial de la Geographia de Ptolomeo sobrepasó ampliamente el periodo incunable y alcanzó buena parte del siglo XVI ya que los más grandes y reputados cartógrafos del Renacimiento abordaron el estudio de la obra de Ptolomeo y decidieron reinterpretar sus mapas a la luz de los últimos descubrimientos geográficos. Uno de los primeros en hacerlo y quizás el más brillante fue el cartógrafo Martin Waldseemüller quien, además de bautizar como América al nuevo continente, publicó en Estrasburgo en 1513, junto con sus compañeros del Gymnasium Vosagense de Sant-Dié, una de las ediciones más ambiciosas y bellas que conoció la obra del genio alejandrino, la primera en incorporar con detalle los nuevos territorios hallados al otro lado del Atlántico. Junto con el incunable de la Geographia de Ulm de 1486 es la obra cartográfica más antigua, valiosa e importante de las colecciones complutenses.
Durante el periodo incunable fue en Italia donde vieron la luz la mayoría de las ediciones, salvo las dos de Ulm de 1482 y 1486. Sin embargo a lo largo de la casi toda la primera mitad del siglo XVI, la iniciativa pasó al otro lado de los Alpes y fueron las ciudades de Estrasburgo, primero, y Basilea, después, las que llenaron las páginas de la bibliografía ptolemaica. Esta transición, sin embargo, no fue inmediata: hubo años en los que el vértigo producido por las noticias de los nuevos descubrimientos parecía ahogar cualquier iniciativa ya que, como es conocido, las primeras impresiones de la Geographia coincidieron al poco tiempo con los viajes ultramarinos realizados por los navegantes españoles y portugueses. De hecho, no se puede pasar por alto que, si desde 1475, fecha de publicación del primer incunable, las ediciones se suceden a un ritmo acelerado, estas se detienen abruptamente en 1490 y no se reanudan hasta casi veinte años después, en 1507, cuando sale a la luz la edición romana de Bernardinum Venetum de Vitalibus que incluye el famoso Mapamundi de Johannes Ruysch, uno de los primeros en incluir los recientes descubrimientos de las expediciones marítimas de españoles y portugueses. No sin cierta razón el estudioso Sanz se preguntaba cómo en plena fiebre de descubrimientos y expediciones marítimas se habían podido suspender las ediciones de la Geographia de Ptolomeo y le extrañaba que se hiciera esperar tanto la publicación de mapas impresos que dieran cumplida representación gráfica de cuanto los españoles y portugueses habían descubierto en tan lejanas tierras. A pesar de que no se puede ignorar que estos nuevos descubrimientos socavaban en parte el concepto cosmográfico que la obra de Ptolomeo había impuesto, esta tardanza se debió además, como acertadamente señala este erudito, a motivos mucho más prosaicos, ya que los primeros mapas manuscritos de españoles y portugueses que recogieron estos descubrimientos -como el de Juan de la Cosa- permanecieron ocultos por considerarse secretos de Estado. Esta reserva a la postre favoreció que el honor de publicar las primeras representaciones cartográficas impresas de los nuevos descubrimientos ultramarinos recayera en reputados geógrafos extranjeros.
Y estas imágenes no tardaron en ver la luz: en la década inicial del siglo XVI, entre los años de 1506 y 1507, aparecieron los primeros mapas impresos en los que se incluye una representación de los nuevos territorios hallados al otro lado del Atlántico: los planisferios de Contarini-Roselli de 1506 y de Martin Waldseemüller de 1507 en los cuales se inspiró el Mapamundi de Johannes Ruysch, este último dado a conocer en una edición de la Geographia de Tolomeo publicada en 1507 y 1508 en Roma como ya hemos indicado más arriba. Sin duda entre todos ellos el más famoso es el planisferio de Martín Waldseemüller, ya que es el primer mapa impreso donde aparece la palabra "América" sobre la parte sur del hemisferio occidental, y por ello este autor ha pasado a la Historia con el honor de haber "bautizado" con el nombre de América al nuevo continente. Cuando realizó este mapa Martín Waldseemüller, también conocido como Martinus Ilacomylus, estaba involucrado junto con Matías Ringman (Philesius) en una edición de la obra Ptolomeo que finalmente vio la luz en Estrasburgo unos años más tarde en 1513 y que es la obra que ahora nos ocupa.
El Gymnasium Vosagense
Ambos eruditos formaban parte de un laborioso grupo de geógrafos humanistas que trabajaba para la corte del Duque René II de Lorena en el llamado Gymnasium Vosagense, situado en la pequeña ciudad Saint-Dié. Originalmente la edición de la Geographia, que fue proyectada hacia 1505 por los líderes del grupo, los hermanos Walter y Nicolas Ludd, debía de seguir muy de cerca las últimas ediciones incunables y contener tan sólo la versión latina del texto y los mapas tradicionales. Pero el deseo de enriquecer el texto latino con los nombres geográficos en griego complicó las labores de edición y retrasó inevitablemente la publicación del texto ya que Matías Ringman tuvo que viajar a Italia para consultar manuscritos con el texto original en griego. Además recibieron en aquellos años, junto a unos portulanos, una breve relación de las expediciones de Americo Vespucio y decidieron incorporar esta nueva información y trasladarla a nuevos mapas que complementarían los 27 de mapas de Ptolomeo y en los que, de acuerdo con la tesis del navegante florentino, aparecería el Nuevo Mundo descrito como la quarta pars de la tierra, es decir, como un continente nuevo. Así, antes de 1507 Martín Waldseemüller realizó para esta edición nuevos mapas que, entre otros espacios, representaban también el Nuevo Mundo y los territorios descubiertos en África y Asia por los portugueses, y que componen lo que se ha considerado como el primer atlas moderno.
La publicación de la Geographia de Ptolomeo se demoró tanto que provocó que algunos de los materiales preparados por Martín Waldseemüller bajo el influjo de la obra ptolemaica se dieran a conocer antes: en 1507 publicó en Saint-Dié, tres obras estrechamente relacionadas que resultaron ser fundamentales en el proceso de representación cartográfica del Nuevo Mundo: un texto, un globo y un planisferio, en los que por primera vez se hace mención de los nuevos territorios descubiertos por Cristóbal Colón con el nombre de América. El primero de ellos, el texto titulado Cosmographiae introductio, era un tratado sobre cosmografía que servía de introducción a la Geographía de Ptolomeo y que incluía un apéndice con la traducción latina de los cuatro viajes realizados por Americo Vespucio. La segunda de las piezas, Universalis Cosmographiae descriptio in solido, consistió en un globo terrestre de trazado tosco y de configuración similar al planisferio, la tercera de las obras y la más famosa: un enorme mapa mural pensado para ser expuesto como un tapiz o un fresco que constaba de doce planchas: el famoso Universalis Cosmographia secundum Ptholomaei traditionem et Americi Vespucii aliorumque lustraciones, comúnmente conocido como Planisferio de Waldseemüller.
La edición de la Geographia de 1513
Finalmente en 1513, tras un retraso de seis años y tras no pocos avatares, vio la luz la Geographia que fue publicada en Estrasburgo por Jacobus Aeschler y Georgius Übelin e impresa por Johannes Schottus según reza el colofón, (en N6v: "... MDXIII Marcii XII. Pressus hic Ptolomeus Argentinae ... castigatione industriaq[ue] Ioannis Schotti..."). En majestuoso folio mayor, lleva por título Claudii Ptolemei viri Alexandrini ... Geographiae : opus nouissima traductione e graecorum archetypis y está dividida en dos partes, cada una con portada propia: la primera "Pro prima parte continens CL Ptolemaei Geogrphiam per octo libros partitam, ad antiquitatem suam, integre & sine ulla corruptione ..." contiene el texto de la Geographia más los 27 mapas clásicos que acompañan a la obra de Ptolomeo, mientras que la segunda con el descriptivo título: "Pars secunda moderniorum lustrationum Viginte tabulis, veluti supplementum quoddam antiquitatis obsoletae, suo loco quae vel abstrusa, vel errnea videbantur resolutissime Pandit...", reúne los veinte nuevos mapas con breves comentarios, también a doble página, según dibujos de Martin Waldseemüller a los que hay que añadir las 15 últimas hojas sin numerar con el "Tractatus de locis mundi".
Al dorso de la portada figura una carta de Giovanni Francesco Pico della Mirandola (1470-1533) en la que relata los avatares editoriales del impreso, en particular los viajes de Matías Ringman (1482-1522) a Italia para consultar los códices griegos. También en el aviso a los lectores impreso en la ultima hoja antes de los mapas de la primera parte del trabajo se indica que la edición contenía el texto latino de Ptolomeo de Jacobus Angelus revisado por Mattias Ringman que ofrecía como gran novedad la inclusión por primera vez en el texto latino de la Geographia de los nombres geográficos en griego, motivo del retraso de la publicación de la obra. La obra además se enriquece con un copioso índice que contiene cerca de 7000 nombres geográficos que se encuentran en el texto del alejandrino. A continuación se incluyen los 27 mapas de Ptolomeo, a doble página y en gran formato. Aunque algunos contienen ligeras rectificaciones (en el mapamundi se ha eliminado la franja de tierra que al sur del Océano Índico unía África a Asia) estos mapas xilográficos toman claramente como modelo los realizados por Dominus Nicolaus Germanus para la edición de la cuidad alemana de Ulm de 1482 y 1486.
Desde el punto de vista cartográfico, la segunda parte es, desde luego, la más interesante de la edición y su importancia radica en que está considerado como el primer atlas impreso moderno ya que incorpora veinte nuevos mapas a la obra, lo que supera con mucho las adiciones que enriquecieron las últimas ediciones incunables (que llegaron a lo sumo a incluir cinco o seis mapas nuevos) y en su conjunto representan no sólo buena parte del mundo conocido sino también los nuevos territorios recién descubiertos. Aunque la obra se publicó en 1513, estos mapas xilográficos estaban preparados al menos desde hacía seis años antes y probablemente fueron grabados entre 1505 y 1507. El autor es Martín Waldseemüller, aunque su nombre no se declara en esta edición sino en otra posterior (1522) cuando el famoso cartógrafo ya había fallecido[6]. Esta novedosa serie está constituida por un mapamundi (1º Hydrographia, sive Charta marina: continens typum Orbis universalem iuxta Hidrographorum traditionen) y diez mapas de Europa, incluyendo uno que representa también la costa occidental de América (2º Oceani occidentalis, seu Terrae novae; 3º Iberniae, Angliae, & Scotiae; 4º Ispaniae; 5º Galliae; 6º Germaniae; 7º Hungariae, Poloniae, Russiae, et Vualachiae; 8 Norbegiae, et Gotthiae; 9º Italiae, siciliae et Sardinae; 10º Italiae et Sciliae altera; 11ºBossinae, Serviae, Greciae et Sclavoniae) dos de África (12º Primae portionis Aphricae y 13º Secundae portionis Aphricae) y tres de Asia (14ºAsiae minoris prima sive maior Turcia ; 15ºTerrae sanctae, sive Iudeae, Palestinae,...; 16ºIndici maris accolas haec habet), estos últimos los más imperfectos. La carta marina y estos quince nuevos mapas siguen más o menos de cerca la distribución geográfica que aparece en la serie de Tolomeo, de tal manera que pueden considerarse en muchos casos como una versión actualizada de los mismos. Al final, a modo de complemento incluye cuatro novedosas corografías (Quattuor deinde Chorographiae, particulariores et magis extensae proedictis tabulae: (17ºChorographia eremi elvetiorum; 18ºChorographia provincia Rheni 19º Chorogrphia Cretae ; 20º Chorographia Lotharingiae).
De todos ellos destaca el nuevo mapamundi "Hydrographia, sive Charta marina" a la que también se le conoce comúnmente como la "Carta del Almirante". Al verso de la portada de la segunda parte se lee: Charta autem Marina , Quam hidrographiam vocant per Admiralem quondam serenissimi Portugaliae regis Ferdinandi ceteros deinque lustratores verissimis peragrationibus lustrata,... Este pasaje se ha interpretado como una afirmación de que el mismo almirante Cristóbal Colón dibujo una porción del Nuevo Mundo que se representa en la Carta, hipótesis que se refuerza con la ostensible inscripción que se lee en la "Tabula Terrae Novae": Haec terra cum adjacentibus insulis inventa est per Columbus Ianuensem exmandato regis Castellae. Este último mapa, número dos de la segunda parte, contiene una extensa nomenclatura que detalla todo el litoral oriental del Nuevo Mundo y las islas adyacentes recién descubiertas (Fig. 1). En esta edición también figuran dos excelentes mapas de África a doble folio de gran exactitud y con gran riqueza de nombres a lo largo de las costas que tendrán una poderosísima influencia en las posteriores representaciones de este continente (Fig. 2). El mapa de Asia demuestra en cambio como las nociones geográficas sobre la península indostánica seguían siendo todavía muy vagas a principios del siglo XVI.
En cuanto a los ámbitos más próximos la edición incorpora numerosos mapas nuevos, algunos, como los de Gran Bretaña (Iberniae, Angliae, & Scotiae), Grecia y los países balcánicos (Bossinae, Serviae, Greciae et Sclavoniae) o Asia Menor (Asiae minoris prima sive maior Turcia) inspirados claramente en portulanos ya que el interior se ha dejado prácticamente dejado en blanco. Los nuevos mapas de España (Ispaniae), Francia (Galliae), Italia (Italiae, siciliae et Sardinae; Italiae et Sciliae altera) o Escandinavia (Norbegiae, et Gotthiae; Hungariae, Poloniae, Russiae, et Vualachiae) y Tierra Santa (Terrae sanctae, sive Iudeae, Palestinae,...) parecen seguir muy de cerca los que con la misma temática enriquecieron la edición de Ulm. Otros mapas son novedosos como los de centro Europa (6º Germaniae; 7º Hungariae, Poloniae, Russiae, et Vualachiae) y sobre todo las cuatro corografías (Chorografiae) que los editores Aeschler y Übelin insertaron al final. Mucho más detalladas y en mayor escala que los mapas, representan tres regiones próximas al lugar de edición (Suiza, provincia del Rhin, y Lorena) y la cuarta a la isla de Creta.
Realizados con objeto de actualizar la visión del mundo acorde con las nuevas tierras descubiertas, estos mapas componen el primer atlas moderno de todas las regiones del mundo conocido realizado con bases científicas. Si bien la obra de Ptolomeo influyó decisivamente de una manera u otra en estos nuevos mapas, éstos son auténticas revisiones y actualizaciones de los que acompañan a la obra de Ptolomeo y son fruto tanto de la experiencia personal y de los extensos conocimientos geográficos de los cartógrafos que los elaboraron como de la información geográfica procedente de conocidos navegantes y exploradores como Marco Polo, Cristóbal Colón o Américo Vespucio.
Como tributo a la edición incunable del Ulm, la obra concluye con el ya famoso "De locis ac mirabilibus mundi", el mismo que aparece en aquella, modelo de esta de Estrasburgo de 1513 en tantas otras cosas. Como ya señalamos al hablar de este incunable se trata de un texto de gran popularidad en el siglo XV pero de muy escaso interés geográfico: un erudito y abigarrado tratado en que se enumeran islas, cabos, montes, ríos, vientos, pueblos, costumbres, lenguas y todo tipo de sucesos prodigiosos y que termina con la descripción y situación de los vientos y otra serie de fenómenos atmosféricos. Más etnográfico que geográfico, funciona más bien como un capítulo de curiosidades. Además de en la edición de Ulm se insertó en las de Roma de 1490, 1507 y 1508.
Las reediciones de 1520, 1522 y 1525
Esta obra fue generosamente reeditada en los años siguientes en Estrasburgo con ligeras variantes respecto a la original de 1513. Como señala Sanz fue reimpresa en 1520 por Joannes Scotus sin la carta de Pico de Mirandola, la dedicatoria de Aeschler y Übelin y la segunda portada con el prefacio en su reverso. Los mapas se estamparon con las mismas planchas salvo la Tabula Nova Eremi Helvetiorum que se rehizo en escala más reducida. En 1522 volvió a reeditarse con añadidos cartográficas ya que incluye un nuevo mapamundi firmado por Laurentius Frisius (que está inspirado en el de Waldseemüller y en el que por primera vez en la Geographia de Ptolomeo se llama a America a la parte sur del nuevo continente) y dos mapas de Asia Oriental (Tabula moderna Indiae y Tabula superioris Indiae et Tartarie Majoris) sin apenas interés geográfico. La obra alcanza un total de 50 mapas y si bien los 27 de Tolomeo, muy desgastados, proceden de las planchas utilizadas en las ediciones de 1513 y 1520, las 23 Tabulae novae son planchas nuevas copiadas de las de las anteriores, la mayoría en escala más reducida, salvo las tres originales ya citadas. El texto apenas aporta novedades, aunque tiene el interés de señalar a Martinus Ilacomylus (Martín Waldseemüller) como autor de los mapas. Volvió a publicarse ilustrado con las mismas 50 planchas en 1525 aunque esta edición fue más rica desde el punto de vista tipográfico y decorativo que las anteriores, la más bella de la serie según los especialistas. El texto fue corregido por Regiomontanus.
El ejemplar complutense
El ejemplar complutense [BH FLL Res.7] pertenece a la edición de 1513 y procede de las colecciones del Colegio Mayor de San Ildefonso (Alcalá de Henares) al igual que el otro texto de Martin Waldseemüller que conservamos en nuestras colecciones, Cosmographie introductio... [BH FG 2131], lo que nos habla de la riqueza y actualidad de las primeras colecciones formadas en el Colegio Mayor alcalaíno. Encuadernado en pergamino, su estado de conservación es bastante bueno a pesar de que lamentablemente presenta brutales mutilaciones en algunos de sus mapas, los más valiosos y novedosos. Así nuestro ejemplar carece de la mitad izquierda del mapamundi y la Tabula Secunda Africae de la primera parte consagrada a la Geographia de Ptolomeo y las siguientes piezas cartográficas de la segunda parte: la primera (Hydrographia, sive Charta marina), la cuarta y quinta (Ispaniae, Galliae), el decimoquinto (Terrae sanctae, sive Iudeae, Palestinae, etc.) y la primera corografía (Chorographia eremi elvetiorum)
Enlaces relacionados
El bautismo de América: la Cosmographiae introductio de Martín Waldseemüller (Folio Complutense)
Ejemplares
Ptolomeo, Claudio
Claudii Ptolemei viri Alexandrini ... Geographiae : opus nouissima traductione e graecorum archetypis. Argentinae : castigatione industriaque Ioannis Scotti, 1513
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