Morales, Ambrosio de, 1513 -1591
Historiador, arqueólogo y cronista del reino. Nace en Córdoba en 1513, en el seno de una familia que iba a marcar decisivamente su carrera intelectual. Era hijo de Antonio de Morales, médico, catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares y gran aficionado a la Antigüedad clásica, pero quien más influyó en su educación humanística fue su tío Fernán Pérez de Oliva, destacado humanista, catedrático de Filosofía y Teología en la Universidad de Salamanca. A esta ciudad se traslada en 1526 o 1527 con su tío el Maestro Oliva, donde inicia sus estudios universitarios en el grupo de nobles. Tras la muerte prematura de su pariente regresa a Córdoba y en 1532 ingresó en la Orden Jerónima, ordenado sacerdote un año más tarde
Es en la década de 1540 cuando culmina su formación en la Universidad de Alcalá, donde tendrá como profesores entre otros a Juan de Medina y Melchor Cano, eminentes teólogos. En esta Universidad, obtiene la cátedra de Retórica en 1546, alternando su vasta producción científica con la docencia en la Universidad y en su propia casa, donde instruía a los hijos de nobles familias, entre los que figuran don Juan de Austria, Juan de Zuñiga y Cárdenas y Diego de Guevara.
Fue nombrado rector del Colegio de San Felipe y Santiago (Colegio del Rey) fundado en Alcalá por Felipe II cuando aún era príncipe (1550-51)
Su proyección científica como arqueólogo e historiador comenzó hacia 1559, cuando Morales recibe los primeros encargos regios, entre los que está incrementar los fondos de la Biblioteca de El Escorial, y culmina con su nombramiento como Cronista del Reino, en 1563.A partir de aquí, inicia una serie de encargos e informes que sitúan a Morales como uno de los expertos y eruditos más prestigiosos de la época.
Su trabajo historiográfico más notorio fue la Crónica General de España, un auténtico trabajo de campo que le exigió realizar numerosos viajes, en los que recopiló crónicas, anales y otras fuentes históricas, al tiempo que comprobó in situ los vestigios arqueológicos de los diferentes lugares. Otros títulos conocidos son: Las Antigüedades de las ciudades de España, El viaje santo, Las obras de San Eulogio, o el Discurso sobre la lengua castellana.
Demuestra su pericia en la lengua griega y castellana, su interés por la historia eclesiástica y afición a las antigüedades, que le llevó a describir inscripciones, investigar documentos antiguos, monedas, restos arqueológicos, convirtiéndose en un auténtico coleccionista. En la Biblioteca Histórica se conserva un único ejemplar de este erudito cordobés, con la anotación manuscrita “Tiempo fue, que tiempo no fue”.
Bibliografia:Domínguez, Juan Francisco.Diccionario biográfico y bibliográfico del humanismo español (siglos XV-XVII). Madrid: Ediciones clásicas, 2012 Categoría: Profesores, Religiosos, Eruditos, Historiadores
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