Biblioteca Complutense

Mujeres en la Biblioteca Histórica: Pioneras y precursoras

Pioneras y precursoras

Algunas mujeres destacaron a lo largo de la historia por la defensa de la mujer o de sus derechos en un ambiente de marcada misoginia, rebatiendo en su textos la consideración general de la mujer como un ser inferior y defendiendo su acceso a la educación y al trabajo remunerado. Fueron verdaderas precursoras en un avance lento, pero firme, hacia la igualdad de la mujer. Algunos textos conservados en la Biblioteca Histórica, como los de Lucrecia Marinelli o  Josefa Amar y Borbón dan fe de su contribución y su lucha por mejorar la consideración de las mujeres. 

En otras ocasiones estas pioneras lograron superar los obstáculos de su época abriendose camino en sectores en los que parecía no haber espacio para la mujer. En el campo la educación superior podemos destacar a María Goyri, la primera alumna oficial de la universidad Central o Dolores Aleu, la primera mujer en licenciarse en Medicina y la segunda en obtener el título de doctora. 


Lucrezia Marinelli (1571-1653)

Lucrezia nació en Venecia en 1571. Su padre Giovanni Marinelli, filósofo y médico especializado en enfermedades femeninas, publicó obras de diferente temática, destacando tres sobre medicina para mujeres.
Lucrezia fue educada en un entorno humanista, conociendo la filosofía y la literatura de los clásicos y de sus contemporáneos. Se casó tardiamente y tuvo dos hijos. Su considerable producción literaria se centró en obras de carácter espiritual, como vidas de santos y de la Virgen, y un poema épico L'Enrico. Pero será con su obra La nobilta, et l'eccellenza delle donne, co'diffetti, et mancamenti de gli huomini con la que pasaría a la historia de la filosofía y el feminismo. Con esta obra rebate cada uno de los puntos con los que Giovanni Passi demostraba la inferioridad de la mujer, y basándose en los textos clásicos y contemporáneos, concluye que si un género es inferior a otro, ese es el masculino.
 
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Fig. La nobilta, et l'eccellenza delle donne, co'diffetti, et mancamenti de gli huomini (In Venetia : appresso Gio. Battista Ciotti Sanese, all'insegna dell'Aurora, 1601) [BH FG 1788]

Jeanne Marie Leprince de Beaumont (1711-1780)

Marie Barbe Nicole Leprince, que muy tempranamente se hizo llamar Jeanne Marie por considerar "ridículo" su nombre de pilaletas, nació en Ruen el 26 de abril de 1711. Era hija de un escultor ebanista de clase media, Jean-Baptiste Le Prince y de Marie-Barbe Plantart, hermana del pintor Jean-Baptiste Leprince así como futura bisabuela del escritor Próspero Merimée. A diferencia de otras damas instruidas de su época, esta no perteneció a la nobleza ni siquiera a una burguesía acomodada, que utilizase la cultura como un pasatiempo o una mera satisfacción personal, sino que hubo de ganarse la vida, en un mundo de hombres, empleando como bagaje su inteligencia, sus ideas y sus conocimientos.
Parece ser que, estuvo a punto de profesar en la congregación de Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús en Ernemont, donde, durante 10 años, se había formado como profesora y  había trabajado en la educación de niños pobres, pero abandonó bruscamente el colegio y posteriormente trabajó como institutriz, música real, profesora de canto y educando a niños aristócratas.
Beaumont se apoyó en dos pilares fundamentales: La defensa ferviente de la fe católica, libre de su carga externa de lujo y retórica, y las ideas de la razón científica, la tolerancia y los derechos humanos para todos. Basánda en ellos, publicó a lo largo de su vida alrededor de 70 volúmenes que incluían cuentos, novelas, obras pedagógicas y una revista de divulgación científica: el Nouveau magasin français.

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Fig. Retrato de Madame Leprince de Beaumont. Anónimo pintado sobre marfil. S.XVIII. Colección particular.


Doña Josefa Amar y Borbón (1749-1833)

Doña Josefa era una dama aragonesa, hija del médico de Fernando VI y emparentada con el Conde de Aranda por vía materna. En su familia todos tenían profesiones liberales como médicos, abogados, y sus hermanos pertenecían al clero o la milicia. Se casó a los 23 años. Se quedó viuda muy pronto y su hijo murió. Debido a su hidalguía y a su círculo social, dispuso de diversos mentores y de un margen de libertad suficiente para cultivar su inteligencia y utilizarla en aprender a reflexionar por si misma. Y son eso, sus reflexiones, lo que interesó en su época y ha llegado hasta nuestros días.
En su obra, propone una serie de reflexiones sobre la educación y el trabajo de la mujer: Discurso en defensa del talento de las mugeres y de su aptitud para el gobierno y otros cargos en que se emplean los hombres, (Memorial Literario, t. VIII, agosto de 1786, pp. 399-430) Discurso sobre la educación física y moral de las mujeres por...Madrid Benito Cano, MDCCXC. En este texto explica la importancia de la educación pues de ella depende la felicidad pública y privada y se cuestiona el dudoso provecho que obtienen los hombres de la ignorancia de las mujeres. Tiene una tesis muy interesante sobre la falta de cultura en las mujeres debido a la falta de premio por su esfuerzo. Nos dice que hay hombres que con sólo saber leer y escribir pueden conseguir unas buenas rentas. Aboga por cultivarse por el mero placer de hacerlo.

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Fig. Discurso sobre la educacion fisica y moral de las mugeres (En Madrid : en la Imprenta de D. Benito Cano, 1790) [BH FLL 26114]

 


Rosalía Puig-Dollers (s. XIX)

No tenemos ninguna información de la identidad de Rosalía Puig-Dollers, ni datos de la procedencia o su estado civil, solamente sabemos que había recibido una educación esmerada.
Fundó una Casa de Enseñanza para señoritas que obtuvo la Real aprobación en 1825, una vez comprobada su moralidad y conducta, y su comportamiento político en los años de gobierno liberal. En aquellos años son relativamente numerosas las fundaciones de casas de educación de niñas de carácter seglar en Madrid. La mayoría de estas casas eran creadas por mujeres, muchas veces carentes de formación, pues el Reglamento de las Escuelas Públicas de 1825 admitía que las maestras podían no saber escribir ni contar, que enseñaban labores de mano, además de doctrina cristiana. Eran la excepción aquéllos centros en los que se enseñaban también las asignaturas que cursaban los niños en la primaria. Uno de ellos era el de Rosalía Puig-Dollers, que, además de enseñar las disciplinas consideradas obligatorias : labores de todo tipo, doctrina cristina, religión, y moral, ofrecía también la opción de aprender  aritmética, gramática castellana, lengua francesa, geografía, historia sagrada e historia de España, y además las llamadas enseñanzas "de adorno", como música vocal, baile, piano y dibujo. Era un centro con régimen de internado regido por una disciplina estricta, a juzgar por su reglamento, que admitía también alumnas semipensionistas y externas.
Su casa de educación seguía funcionando en 1837. Su iniciativa revela un alto grado de autonomía personal, y su apuesta por elevar el nivel de educación de la mujer la coloca dentro del grupo de mujeres que reivindicaban un mayor papel de la mujer en la sociedad. A pesar de la restauración absolutista, seguía avanzando la corriente subterránea nacida al amparo de la Ilustración, que reivindicaba la igualdad de los sexos.  

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Fig. Establecimiento de educación para señoritas, autorizado por S. M. y dirigido en Madrid, calle de los Remedios, número 21, frente á la Merced (Madrid : Imprenta de D. Miguel de Burgos, 1828) [BH FOA 448(1)]


Dolores Aleu i Riera (1857-1913)

Entre el valioso fondo de tesis doctorales del siglo XIX de la Universidad Complutense de Madrid, destaca la tesis de Dolores Aleu i Riera, por ser la primera mujer en España en licenciarse en medicina, y la segunda en obtener el título de doctora en la misma carrera, cuatro días después de que lo hiciera Martina Castells Ballespí, aunque de las dos Dolores Aleu fue la única en ejercer la profesión. 

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Fig. De la necesidad de encaminar por una nueva senda la educación higiénico-moral de la muger : discurso para obtar al grado de Doctor ... presentado por Dolores Aleu y Riera [BH TD 9].


María Goyri (1873-1954)

 

María Goyri nació en Madrid en 1873. Hija natural de Amalia Goyri, fue educada por ésta alejada de los convencionalismos de la época. Pronto demostró sus cualidades y muy joven obtuvo el título de Profesora de Comercio e Institutriz, así como el de maestra. Fue la primera estudiante oficial en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid en el curso 1891-1892, primero como oyente y un año más tarde como alumna oficial. Debía presentarse en el despacho del catedrático para ir acompañada por él al aula, y allí se sentaba alejada de sus compañeros. Obtuvo la licenciatura en 1896 y se doctoró en 1909.
En su tesis La difunta pleiteada: estudio de literatura comparativa [BH TD 12], María Goyri analiza este tema que fue difundido en varios ocasiones a través de los años, en dos comedias de teatro antiguo, una novela y un romance popular. Narra la milagrosa resurrección de una dama difunta y el derecho que tiene a quedarse con ella su legítimo marido o el enamorado que la sacó de la tumba.

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Fig. Fotografía de María Goyri.