Biblioteca Complutense

La vida universitaria en la primera mitad del siglo XVI. La dimensión institucional: Provisión del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros

Provisión del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros para que la villa de Alcalá de Henares deje introducir, libres de derechos, vino y otros mantenimientos para el Colegio de San Ildefonso.

Alcalá de Henares (12-oct-1508). Documento. Papel. 3 h. 310 x 221 mm. Sello de placa real.

Biblioteca Nacional de España. Mss/20217/41.

Aunque la universidad de Alcalá de Henares y el Colegio de San Ildefonso, su cabeza, gozarán de la amplísima protección financiera y política del arzobispo Jiménez de Cisneros, el prelado se preocupó de garantizar la susbsistencia de la nueva institución educativa a través de una larga serie de mercedes y privilegios de carácter fiscal y comercial. Como la villa pertenecía a los arzobispos de Toledo, quienes ejercían sobre ella una jurisdicción señorial, le fue relativamente sencillo a Cisneros otorgar una serie de privuilegios para su Colegio. Es el caso de esta provisión, con la que se procuraba asegurar que los estudiantes pudieran acceder a los alimentos básicos de su dieta, pan, carne y vino, a precios baratos, ya que el municipio no gravaría con impuestos su venta en la villa (1508). En su escrito Cisneros se dirige al concejo alcalaíno para manifestarles que el rector y consiliarios del Colegio de San Ildefonso le habían informado de que el municipio no les permitía comprar vino y otros alimentos fuera de Alcalá. Se acogía el concejo a cierta ordenanza, pero de su prohibición se deduce con claridad la pretensión de los comerciantes del la villa por monopolizar la venta de suministros a la nueva Universidad, aprecios que no serían baratos. El Colegio pidió que se le dispensara de dicha ordenaza, y la provisión cisnerina así lo estableció: «E Nos, acatando quanta utilidad e prouecho del dicho Colegio se sigue a esta dicha nuestra Villa en el estudio y exerçiçio de la Sçiençia, e quanto Dios nuestro Señor dello se sirue, touimoslo por bien». Una multa de diez mil maravedís para quien infringiera esta norma parecía suficientemente disuasoria. La fecha de esta concesión no es casual, pues fue en dicho año cuando se asentaron los primeros colegiales en San Ildefonso, iniciando las clases pocos meses después. En el curso 1509-1510 ya era muy numerosa la población estudiantil que se había matriculado en la unirsidad alcalaína, atrañisdos tanto por la oferta educativa diseñada por Cisneros, como por las condiciones de vida que garantizaba.  Contiene además estev documento a continuación un traslado autorizado de dicha provisión, fechado en Alcalá de Henares el 28 de marzo de 1582, dato que ejemplifica la vigencia de la disposición cisneriana siete décadas después.

JLGS-M

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Bibliografía: Santiago AGUADÉ NIETO. “Los orígenes de la Universidad de Alcalá y la política universitaria de los arzobispos de Toledo”, en Antonio ALVAR EZQUERRA. La Universidad de Alcalá de Henares a principios del siglo XVI, pp. 19-89; Antonio ALVAR EZQUERRA. La Universidad de Alcalá de Henares a principios del siglo XVI. Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá, 1996; Juan MESEGUER FERNÁNDEZ. El cardenal Cisneros y su villa de Alcalá de Henares. Alcalá de Henares: Institución de Estudios Complutenses, 1982.