Rigobert Bonne
Rigobert Bonne, 1727-1795
Rigobert Bonne (1727-1795) fue uno de los cartógrafos más importantes de finales del siglo XVIII, autor de los mapas más precisos y detallados de su tiempo y digno heredero de la escuela cartográfica francesa. Tras un largo periodo de formación y una brillante carrera como astrónomo y matemático, en 1773 sucedió a Jacques Nicolas Bellin como primer Ingenieur-Hydrographe de la Marine y, como tal, su interés se dirigió a la producción de cartas naúticas. Sus trabajos más destacados fueron: Atlas Maritime (1762, reeditado en 1778), Petit Tableau de France (1764), Atlas Moderne (1776), Atlas Portatif (1783), Atlas de geographie ancienne (1783) y Atlas Encyclopedique (1787, reeditado en 1827) estas dos últimas obras publicadas junto con Nicholas Desmaret. También proporcionó mapas para el Atlas de toutes les parties connues du globe terreste (1780) de Guillaume Raynal. A Rigobert Bonne también se le conoce por la proyección cónica que lleva su nombre, aunque esta realmente tiene sus orígenes en el siglo XVI.
Su último trabajo, presente en las colecciones complutenses, el Atlas Encyclopédique, publicado entre 1787 y 1788, poco antes del estallido de la Revolución Francesa, es una obra destacada de la geografía de su tiempo ya que fue concebida como complemento a la Encyclopédie methodique -también conocida como Encyclopédie "Panckoucke"- obra monumental que pretendía completar y mejorar la Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers de Diderot y D'Alembert. El Atlas incluye un total de 140 mapas y está dividido en dos volúmenes, cada uno con una estructura muy similar: una primera parte de texto dedicada a analizar los mapas -en los que se indica la posición de unos 1540 puntos, un verdadero alarde para su tiempo y del que se vanaglorian los autores en la introducción- seguida de una segunda parte con los mapas propiamente dichos. Si el primer volumen se centra en la geografía de la Antigüedad, -incluye casi 20 mapas históricos-, Francia y los países vecinos, el segundo recoge las áreas más alejadas, incluyendo mapas bastante detallados de las nuevas regiones descubiertas. Sus mapas, que presentan su característica proyección cónica, se alejan ya del recargamiento decorativo que acompaño el trabajo de sus predecesores y es un buen ejemplo del gusto por la sencillez que comenzó a imperar en la cartografía francesa en el último cuarto del siglo XVIII.