Rubén Darío: Las huellas del poeta. Más información
El ámbito familiar:
Es su relación con Francisca Sánchez el eje principal en torno al cual giran la mayoría de los documentos. Algunos son borradores de Darío escritos de su puño y letra y otros están relacionados con la vida cotidiana de una familia.
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La separación de sus padres, Manuel García y Rosa Sarmiento lleva a Rubén Darío a la casa de la tía Bernarda (mamá Bernarda) y su marido Félix García, hogar en el que tantas veces se refugiara su madre. Estudia primaria con un profesor particular y sigue estudios con los jesuitas de León. |
Fotografía de Francisca Sánchez y Rubén Darío Sánchez de primera comunión |
Poco después de conocerse, Rubén Darío y Francisca Sánchez establecen su hogar en la calle del Marqués de Santa Ana. El enseña a Francisca los rudimentos básicos de la cultura y con ella tendrá tres hijos, aunque solo uno sobrevivirá, Rubén Darío Sánchez, "Güicho". "A FRANCISCA" (fragmento):
"Sé conmigo
un amigo sé lo que debes ser,
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Dibujo infantil de Rubén Darío Sánchez
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Un extenso número de los documentos conservados son poemas y borradores de puño y letra de Rubén Darío, algunos de los cuales parecen escritos más en el ambiente familiar que en el retiro del poeta. |
Factura de la farmacia Rodriguez |
El transcurrir diario de una familia como la de Rubén Darío queda reflejada en documentos como los que aquí se exponen: facturas, recetas, recibos, suscripciones, compras de mobiliario, etc. Su difícil situación económica encuentra su contrapartida en el gusto en el vestir, como muestran las facturas del sastre y la modista. |
La difusión de la obra de Darío escritor:
Se realiza por diversos cauces, bien por la vía editorial en países como Francia y Argentina y, sobre todo, en España, o bien a través de la prensa periódica en la que Darío multiplica sus obras. Hay que subrayar que su actividad como escritor no se limita a la poesía. Los documentos conservados en el Archivo dan cuenta de la muy fluida relación que mantuvo con los editores y escritores más sobresalientes de su época.
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Factura con membrete de la Rev. de Archivos, Bibliotecas y Museos |
Desde su permanencia en Argentina la obra de Darío empezó a tener resonancia internacional en los ámbitos literarios. El mundo editorial inmediatamente se puso en acción para publicar todo lo que el poeta escribía, de manera que las relaciones con editores se convierten en parte integrante de la correspondencia habitual de Darío. A las editoras argentinas Talleres las Vasconia, Imprenta de Pablo Coni y otras, se sumaron una gran cantidad de editoriales españolas que le abrieron sus puertas, Renacimiento, Francisco Beltrán, Fernando Fe, Pérez de Villavicencio, Casa Editorial Hispanoamericana, Francisco Granada, Casa Editorial Maucci, Corona, Mundo Latino, etc. A las que se añadieron después las francesas Garnier y Bouret. Tampoco tardaron mucho en llegar los requerimientos para las traducciones de sus obras a distintos idiomas, lo que forma un apartado significativo dentro del Archivo, con un grupo de cartas que desde Inglaterra, Italia o Francia solicitan sus originales para ser traducidas. Es de señalar también el interés que suscitaron las traducciones, realizadas por el propio Darío de autores como Gorki. |
Revista Azul, Membrete con texto
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Si sus amigos colaboran en el proceso editorial y dejan su rastro en los libros que publica, no es menor el papel que desempeñan en la difusión de la obra de Darío a través de la prensa periódica y en la integración del poeta en la vida cultural española; a este respecto cumplen una gran labor Juan Ramón Jiménez, Martínez Sierra, Villaespesa, Valle Inclán, Azorín, Eduardo de Ory, etc. que aúnan esfuerzos con los hispanoamericanos Ricardo Rojas, Pío Bolaños, Francisco Contreras o Blanco Fombona quienes por su parte realizan gestiones en revistas como Le Mercure de France, Argus de la Presse, o El Figaro de La Habana. Alma española, Renacimiento, Helios y Azul, son, entre las revistas modernistas españolas, un espacio idóneo de difusión para Darío, sin olvidar distintas colaboraciones en otras revistas como La España moderna, Blanco y Negro, La lectura, y en diarios como El Imparcial, El Heraldo de Madrid, Diario Universal y ABC. |
Todo vuelo 1
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El periodismo constituye la actividad más dilatada en la vida de Rubén Darío. Para él no es solo fuente de ingresos, es consciente de la responsabilidad que implica la letra escrita y aboga por la identificación entre el periodista y el escritor. En pocas palabras, consideraba que lo primero para un periodista era "pensar y escribir bien". "No existe después de todo sino esto: hay periodistas que saben escribir y periodistas que no saben escribir, hay quien tiene ideas y quien no tiene ideas(...) mas hay artículos de periodistas que valen, por fondo y forma, lo que un buen libro". Entre sus colaboraciones en periódicos de América y Europa sobresalen las dedicadas a La Nación de Buenos Aires donde publica crónicas a lo largo de toda su vida. En ese diario aparecen por vez primera las que después reúne en España Contemporánea, así como las que forman parte de libros posteriores como Peregrinaciones, Parisiana, Todo al vuelo o Letras. En última instancia, Darío engrandecía el ejercicio del periodismo por la alta función intelectual que desempeñaba en la sociedad y por el valor añadido que le confería a lo escrito. "Todos los observadores y comentadores de la vida han sido periodistas (...). El periodista que escribe con amor lo que escribe, no es sino un escritor como otro cualquiera". |
Revista Mundial
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Después de una prolongada experiencia como corresponsal de diversos periódicos, su labor se vio coronada en 1911 con el encargo por parte de los hermanos Guido de la dirección de Mundial Magazine y la dirección literaria de Elegancias. En la revista Mundial se incluyen artículos sobre arte, literatura, novedades científicas y culturales, así como inéditos. Allí publica algunos de sus poemas como "Los motivos del lobo" y algunas de sus crónicas. Además aparecen obras inéditas de autores como Bonafoux, los hermanos Machado, Valle Inclán, Gómez Carrillo, José Francés, Francisco Contreras, Pompeu Gener, A. GonzáleZ Blanco, Ramón Pérez de Ayala, Mario Verdaguer, Villaespesa, Lugones, Edmundo Montagne, Alcides Arguedas, Joaquín Lemoine, Carrasquilla Mallarino, Max Grillo, Luis Carlos López, Froilán Turcios, Francisco A. de Icaza, Bernardo Reyes, Luis A. Debayle, Fabio Fiallo, Hugo Barbagelata, Julio J. Casal, Victor Pérez Petit, Julio Piquet, junto a políticos como Sanjurjo o Salmerón. Escritores y pintores también se dan cita en una revista que conlleva para Darío un sinfín de preocupaciones para las que su estado de salud no está preparado. Durante varios meses tendrá que dejar en manos de Leo Merelo la publicación. |
Firma de Machado 1841, firma de Juan R. Jimenez, 1825-1826 y firma de G. Martínez Sierra 1860
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Aunque Darío no fue bien comprendido por un gran sector de la crítica y de los escritores españoles, los jóvenes modernistas no dudaron en considerarlo de inmediato un maestro indiscutible de las letras españolas y le arroparon con gran afecto en momentos de dificultades. Juan Ramón Jiménez, que fue uno de sus más grandes amigos y admiradores, se indignaba ante el desconocimiento reinante sobre la verdadera dimensión de Darío: |
1860, Dibujo
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La gran estela literaria de Dario y el lugar preponderante que le confieren los poetas españoles no debe eclipsar la sincera y valiosa camaradería que entre ellos se acrisola a lo largo del tiempo. De ahí que cuando Darío redacta su Autobiografía en 1912 no olvide a aquellos escritores que le habían brindado su amistad y habían contribuido a dar un sentido a su vida en España:"Me juntaba siempre con antiguos camaradas, como Alejandro Sawa, y otros nuevos como el charmeur Jacinto Benavente, el robusto vasco Baroja, otro vasco fuerte Ramiro de Maeztu; Ruiz Contreras, Matheu y otros cuantos más; y un núcleo de jóvenes que debían adquirir más tarde un brillante nombre: los hermanos Machado, Antonio Palomero, renombrado como poeta humorístico bajo el nombre de Gil Parrado; los hermanos González Blanco, Cristóbal de Castro, Candamo; dos líricos admirables, cada cual según su manera: Francisco Villaespesa y Juan Ramón Jiménez; Caramanchel, Nilo Fabra, sutil poeta de sentimientos y arte; el hoy triunfador Marquina y tantos más." |
Hotel Calais, Lugones
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La documentación conservada evidencia el permanente contacto de Darío con los escritores hispanoamericanos más eminentes de la época. Estas relaciones responden y estimulan el interés que en todo momento manifiesta por las novedades literarias y culturales que se producían a lo largo del continente. |
Retrato de Rubén Darío con 40 años
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Pese a sus crisis, Blanco Fombona, Vargas Vila, Francisco Contreras, dejan constancia de su amistad que alterna en ocasiones con polémicas sonadas cuyo origen se encuentra en motivos políticos, deudas con respecto a colaboraciones literarias (sobre todo de Mundial) o la falta de respuesta por parte del poeta. |
Obras
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Las relaciones de Darío con el ámbito cultural europeo no son decisivas. A menudo sus amigos se preguntan por qué no participa con mayor fervor en los salones literarios, sobre todo en París. Mientras algunos escritores como Gómez Carrillo se promocionan generosamente, Darío prefiere permanecer en la sombra. Su admiración por Hugo, como reflejan sus cartas, o Verlaine, encuentra su espacio en el ideal de su mundo interior. Desde Londres, donde tiene su residencia el ministro Crisanto Medina, envía alguna noticia. Como éste, otros embajadores hispanoamericanos, diseminados por Europa, contribuyen a facilitar y afianzar su breve enlace con el mundo europeo. |
Grabados
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La verdadera dimensión de Rubén Darío como escritor se nos brinda a través de una tipología muy variada de documentos que revelan en qué ámbitos podían desenvolverse los admiradores de su obra. Invitaciones de toda clase se distribuyen en el Archivo, tanto para dar conferencias como para participar en inauguraciones en lugares muy diversos, incluso ajenos a la cultura (pastelerías, salones de moda o cafeterías). El intercambio de poemas y prólogos siguen la doble vía de la solicitud y de la donación, que indica la enorme admiración que Rubén Darío despertaba a su alrededor. Es el caso de Juan Ramón Jiménez, Valle Inclán, Salvador Rueda, E. De Ory, R. Pérez de Ayala. Los retratos de Darío constituyen para muchos un preciado fetiche solicitado incluso por poetas de renombre, que no solo pretenden ilustrar libros o artículos, sino tener cercana la imagen del poeta en su gabinete de trabajo. |
Menú
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Derivado de su enorme proyección internacional como poeta central de las letras españolas a Darío se le multiplican las invitaciones para dictar conferencias o ser socio de honor en sociedades culturales, literarias y sociales. En España cabe subrayar su asidua asistencia a las sesiones del Ateneo y de la Unión Iberoamericana, en Madrid. En Barcelona colaboró activamente en el Ateneo Barcelonés y en la Casa de América y su presencia se requirió en otras importantes instituciones culturales de la geografía española. |
Tarjeta postal alemana |
Los viajes en la vida de Darío son muy frecuentes. En ocasiones están relacionados con su actividad diplomática, y, en otros casos, es su función como corresponsal deLa Nacióno de El Fígarode La Habana, la que origina su visita a otros lugares. |
Su labor diplomática
Ocupa un amplio espacio en el Archivo: se conservan sus nombramientos como cónsul en Buenos Aires y París, como embajador en España además de otros cargos honoríficos.
Retrato de Vázquez Díaz
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Su labor como diplomático ocupa un amplio espacio en el Archivo. Se conserva incluso su nombramiento como cónsul de Colombia en Buenos Aires, que tuvo lugar en 1893. Producto de amistades consolidadas en el tiempo, son también resultado de su pensamiento bolivariano y arielista como refleja su interés por participar como delegado en la Conferencia Panamericana de Río de Janeiro. Sus palabras traslucen su decepción: "Aquella conferencia en la que los escritores eramos gigantes y los ministros pigmeos", que resume en los versos de la "Epístola a la señora de Lugones" : "yo panamericanicé/ con un vago temor y con muy poca fe" |
Fatura de caballos y coches de lujo
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El presidente de Nicaragua, General José Santos Zelaya, tras el triunfal viaje por Nicaragua le nombra Ministro de Nicaragua ante la corte Española. Con motivo de la presentación de credenciales redacta un folleto titulado: Alfonso XIII, donde revela sus impresiones sobre el rey, cuya "seguridad y cordura" percibe de inmediato. El ambiente que encuentra en el salón de recepciones hace aflorar al poeta sobre el ministro. "Aquella pompa, aquella ceremonia, aquel joven descendiente de los más gloriosos Reyes, fueron, por unos instantes, la Historia". |
Muy siglo XVIII
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La caída en Nicaragua de sus amigos y presidentes José Santos Zelaya y José Madriz, a su llegada a México como Ministro delegado en la conmemoración de la Independencia, da origen a una situación desairada para Darío: el presidente Juan José Estrada ni le cesa como Ministro ni le renueva el nombramiento. De esta manera y a partir de este momento, Darío cesa su actividad diplomática. |
Retrato de Rubén Darío
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Su utopía en torno al mundo que le tocó vivir se refleja con claridad en el inconcebible viaje en pro de la Paz que se le propone y que le lleva finalmente a León. Pese a la insistencia de Francisca y de sus amigos Vargas Vila y Eduardo de Ory, se empeña en emprender el último viaje. Su llegada y estancia en Nueva York (12 de noviembre) no pueden ser más desastrosas. Fatigado y enfermo, contempla como poco a poco se desvanecen los proyectos de lecturas y conferencias. Aislado, solo, apenas si consigue alguna colaboración en el periódico La Prensa de Nueva York, para poder subsistir. Los amigos -Fiallo y Bolaños-que en otra ocasión le habían protegido, ya no se encuentran allí. Enferma gravemente de neumonía y tendrá que ser atendido en el hospital francés. Sólo la cordura de algún filántropo como Huntington y la recepción en la Liga de Autores organizada por Helen Woodruff pueden hacerle más llevadera su estancia en un lugar inhóspito. Cuando recibe la medalla que la Hispanic Society brinda a los genios de la literatura, ésta no es la de oro, sino la de plata. Apenas si en febrero, tres meses después de su llegada, logra dictar su conferencia, el poema "Pax", en la Universidad de Columbia. Será su último legado: le queda menos de un año para, tras una funambulesca estancia en Guatemala, alcanzar a llegar a León para morir. Los amigos habían insistido ante Estrada Cabrera para cursar una invitación a Guatemala. Allí los banquetes y la participación en los múltiples cenáculos, deterioran aún más su ya maltrecha salud. Rosario Murillo le sale al encuentro y marcha con él a Nicaragua. |
PAX
"Ved el ejemplo amargo de la Europa deshecha.
Ved las trincheras fúnebres, las tierras sanguinosas;
Y la Piedad y el Duelo sollozando los dos.
No, no dejéis al Odio que dispare su flecha,
Llevad a los altares de la Paz, miel y rosas.
Paz a la inmensa América. Paz en nombre de Dios."
Esta muestra multidisciplinar incluye una cuidada selección de más de 150 documentos darianos que constituyen únicamente una parte del Archivo Rubén Darío y que ahora se exponen por primera vez. En ella conviven fotografías, retratos, cartas y notas manuscritas, postales, tarjetas de visita, ediciones de su obra literaria, escultura y pintura.
La Biblioteca Histórica de la UCM participa en este evento de una manera especial, dado que, a partir de este año 2008, albergará y dará servicio público del Archivo Rubén Darío.