Guía para elaborar trabajos académicos (TFG y TFM)
Cómo evaluar la información
Es necesario evaluar la información que consultamos para la realización de los trabajos académicos, porque de ello depende en gran medida su calidad. Esto es debido a que no todas las fuentes de información son fiables o adecuadas a nuestro propósito.
Para ello es fundamental realizar un análisis crítico de la información con vistas a seleccionar sólo aquellos documentos de mayor relevancia científica.
Teniendo en cuenta que la evaluación de una fuente de información conlleva la valoración de una serie de elementos intrínsecos de la misma, a continuación indicamos los más relevantes, distinguiendo entre aquellos que se tienen en cuenta para valorar las fuentes convencionales como monografías, artículos o tesis y los que se consideran para examinar las fuentes en Internet, como páginas web, blogs, etc.
Los criterios para la evaluación de la calidad de las fuentes tradicionales están vinculados con su contenido, considerándose los siguientes:
Autoría
Se evalúa la competencia del responsable intelectual del recurso, en cuanto a prestigio profesional y especialización.
Además, en el caso de las obras colectivas debe tenerse en cuenta la función que desempeña en las mismas (dirección, coordinación, colaboración, revisión, etc.).
También podemos consultar un indicador de la calidad profesional de los científicos, como es el índice h. Éste mide la misma en función de la cantidad de citas que han recibido sus artículos, teniendo en cuenta el total de su publicaciones. Por lo que el índice h equivale al número en el que coinciden el número de orden con el número de citas recibidas. Es ofrecido por la Web of Science, por Scopus y por Google Académico.
Editor
Debe considerarse también al responsable de su publicación, si es comercial o institucional, que mecanismos de control de calidad utiliza, etc.
Actualización
La actualización de la información es especialmente relevante en Biomedicina, donde ésta envejece rápidamente.
Sin embargo, este criterio es irrelevante en los estudios retrospectivos centrados en una época determinada o en aquellos en que la perspectiva histórica es el objeto de los mismos.
Audiencia
El tipo de público al que se dirige influye en el rigor con que se elabora el documento y determina la profundidad o superficialidad de su exposición o la exhaustividad o brevedad de detalle.
Objetivo
Se toma en consideración la finalidad del documento, es decir si ésta es científica, profesional o meramente divulgativa.
Contenido
Por medio de este criterio se evalúa la calidad de la obra, teniendo en cuenta su precisión y exactitud, interés intrínseco y originalidad, así como la cantidad, en cuanto a cobertura o exhaustividad.
También se valora la objetividad de la información, por medio de la distinción de los hechos de las opiniones, y si ésta es verificable, a través de la bibliografía.
Estructura
La organización de la información es un criterio a tener en cuenta, en lo se refiere a la distribución en capítulos o secciones, si incluye prólogo o introducción, resumen, metodología o conclusiones.
También puede tenerse en cuenta la calidad de la expresión y la de las ilustraciones, mapas y gráficos o si incluye información complementaria como glosarios, índices, anexos, etc.
Tipo de fuente de información
Es necesario considerar que, así como los artículos científicos ofrecen la información más actualizada, las monografías aportan una visión más amplia, al tiempo que las obras de referencia permiten conocer el estado de la cuestión.
Además de estos criterios, hay una serie de consideraciones a tener en cuenta para valorar una publicación, como es su repercusión en el ámbito científico o en el de una disciplina concreta.
Esta repercusión se mide a través de las citas que recibe, es decir, por medio de su mención e inclusión en las referencias bibliográficas de otros trabajos.
La medición de las citas se hace por medio de los indicadores bibliométricos, como el factor de impacto y el Scimago Journal Rank.
El factor de impacto mide la frecuencia con la que una revista ha sido citada en un año concreto y es un instrumento para comparar revistas y evaluar su importancia relativa dentro de un mismo campo científico. Además, determina la posición (cuartil, tercil o decil) que ocupa una revista determinada, dentro del total de la categoría donde está presente, en los rankings que se elaboran a partir del mismo.
Scimago Journal Rank es un índice de medición que establece la calidad de las publicaciones cientificas combinando el número de citas que recibe cada publicación y la importancia y el prestigio de las revistas de donde proceden las citas, considerando, en base a esto, que no todas las citas valen lo mismo.
Y es teniendo en cuenta estos indicadores, entre otros aspectos, como se elaboran los rankings de revistas existentes, como el Journal Citation Reports (JCR), integrado en la plataforma Web of Science, o el Scimago Journal & Country Rank (SJR), vinculado a la base de datos Scopus, o el listado de revistas con el Sello de Calidad FECYT.
Por otra parte, la EVALUACIÓN DE CALIDAD DE LOS RECURSOS EN INTERNET ha de centrarse, además, en la forma en que éstos se organizan y presentan su contenido, así como en el modo de acceso y uso de los mismos.
En este caso la evaluación es mucho más necesaria que en el de las fuentes convencionales, muchas de las cuales establecen sus propios procesos de revisión, como la revisión por pares en el caso de las revistas científicas, por lo que además de los criterios mencionados para las fuentes tradicionales, hay que tener en cuenta:
Virtualidad
Debido a la capacidad del medio digital como contenedor de información, la cantidad de información es un importante factor a tener en cuenta, además de otros aspectos como:
Navegación y recuperación
En cuanto a la navegación a través de los recursos en Internet, son criterios a considerar las opciones de navegación, si es secuencial, estructural o está vinculada a los contenidos; si ésta dispone de elementos complementarios, como mapas del sitio; la homogeneidad de la misma. Y en lo referente a su recuperación será un valor añadido el hecho de integrar un motor de búsqueda, la disponibilidad de mecanismos de ayuda, etc.
Usabilidad
La usabilidad habrá de tener en cuenta la capacidad de adaptación de la fuente a cada usuario, la facilidad de lectura, la posibilidad de realizar las mismas acciones por distintos medios, la oportunidad de rectificar actuaciones y deshacer errores, la velocidad de descarga o las políticas de acceso al recurso.
Interactividad
También se considerará el hecho de que se puede realizar alguna clase de actividad o transacción.
Luminosidad
Se tendrán en cuenta el número de enlaces que contiene hacia otras páginas web.
Visibilidad
Asimismo, se valorará el número de webs que mantienen enlaces hacia el recurso digital.
Bibliografía
(1) Ayuso García, MD, Martínez Navarro, V. Evaluación de calidad de fuentes y recursos digitales: guía de buenas prácticas. An. Doc., 2006;9:17-42.
(2) Codina, L. Evaluación de recursos digitales en línea: conceptos, indicadores y métodos. Rev. Esp. Doc. Cient., 2000;23(1);9-44.
(3) Universidad de Alicante, Biblioteca Universitaria. Cómo evaluar la información encontrada. [Citado 9 de octubre de 2018]. Disponible en: https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/46567/1/ci2_avanzado_2014-15_Como-evaluar-informacion.pdf