Biblioteca Complutense

La recopilación de las fuentes textuales: Carta de Cisneros a Jorge de Baracaldo

Carta del Cardenal Cisneros a Jorge de Baracaldo para que pague una partida de 200 ducados a un librero de Salamanca.

Hornillos, 27 de junio de 1507. Documento. Papel.

Archivo General de Simancas. Secretaría de Estado, leg. 1-2, f. 103. 

Mientras la carta anterior era remitida a Salamanca, desde esta ciudad Baracaldo informó al mismo tiempo a Cisneros de las novedades bibliográficas que había podido encontrar en Salamanca. Se ha perdido esta carta, que debió cruzarse con la anterior, pues en su respuesta Cisneros le indica que «allá escriuo a Salinas que dé el dinero que para ello fuere menester», en clara referencia  a la misiva anterior. Sobre ésta, Elisa Ruiz y Helena Carvajal han destacado en La Casa de Protesilao que el prelado no escatimara medios económicos para la compra de libros, e incluso que trasvasara fondos (como los que pudieran obtenerse del pago de la deuda de dicho Fuentes), para conseguir sus fines. Escribe a Baracaldo: «Secretario: Vi tu letra y çerca destos ducados que deuia de dar ese Juan de la Fuente que está preso, el secretario Diego Lopez te escriue lo que se ha de hacer; en eso de los libros, esas obras nueuas, que son venidas, cónprense todas, y allá escriuo a Salinas que dé el dinero que para ello fuere menester. Sy d’ese Juan de la Fuente cobrares esos dineros que ha de dar, d’éstos se den a aquel librero de Salamanca dozientos ducados, como a Salinas escriuo».  Se desconoce los libros que fueron adquiridos en Salamanca, pero no era la primera vez que este secretario recibía encargos de este tipo, ya que en diciembre de 1503 había comprado «Un libro que se dize Cornucopia, griego, por enquadernar, en un ducado», destinado quizás a las primeras labores exegéticas de la Políglota. Se trataba de la edición veneciana del Thesaurus cornucopiae et horti Adonidis, impresa en 1496 (Biblioteca Histórica de la UCM, BH INC I-289).

Baracaldo siguió adquiriendo libros entre 1507 y 1509, como se sabe a través del Rendimiento de cuentas conservado en la Biblioteca Nacional de España, expuesto a continuación ( 8 ). Sabemos así que al abandonar Salamanca, el secretario se detuvo en Medina del Campo, donde a 30 de julio compró algunos libros más como, por ejemplo, un «Raimundus, De contenplacione», obra mística de Llull, a cuya filosofía mostraba ya una gran afición el  cardenal. Con la edición de la Políglota parecen tener relación directa otros libros comprados en Valladolid en julio de 1508. Entre ellos figuran una serie de gramáticas y glosarios relativos a las lenguas bíblicas, como dos ejemplares de un “De rudimentis ebraicis”, un “Vocabulario hebreo”, un “Vocabulario greco”, que debe ser el Lexicon graecum de Suidas, impreso por Johannes Bissolus y Benedictus Mangius en Milán, en 1499.  Asimismo, adquirió una serie de textos bíblicos, que iban desde una Biblia impresa, otra hebrea, parte de una tercera manuscrita en pergamino con caracteres hebreos y caldeos, que había sido llevada de Talavera a Burgos en noviembre de 1507, dos salterios, los evangelios en griego, los evangelios en árabe manuscritos en pergamino, y las epístolas de san Pablo en griego. No parece casual la adquisición de estas obras en plena fase preparatoria de la edición de la Biblia Políglota seis años antes de su puesta en marcha en 1514. Como su capellán y secretario, Baracaldo, oriundo de la localidad de su apellido, gozó de la mayor confianza de Cisneros, quien le envió a Bruselas para tratar con el príncipe don Carlos, y aunque a su retorno se le acusara de haberse dejado sobornar por los cortesanos flamencos, e incluso de que a instigación de estos había envenenado al propio cardenal, tales rumores no parecen tener fundamento. Al contrario, cayó en desgracia ante el nuevo rey Carlos I. 

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Bibliografía: Elisa RUIZ GARCÍA y Helena CARVAJAL GONZÁLEZ. La Casa de Protesilao: reconstrucción arqueológica del fondo cisneriano de la Biblioteca Histórica “Marqués de Valdecilla” (1496-1509), Madrid, UCM,p. 32; Pascual de GAYANGOS y Vicente de la FUENTE (eds.). Cartas del cardenal don fray Francisco Jiménez de Cisneros, Madrid: Imprenta del Colegio de Sordomudos y Ciegos, 1867, V Apéndice, p. 260.