La encuadernación y la universidad en Alcalá de Henares
En el recorrido por esta “ciudad del saber” en la que el cardenal Jiménez de Cisneros había convertido Alcalá de Henares no puede quedar en el olvido el papel de los múltiples profesionales y artesanos del libros, como libreros, copistas y encuadernadores, que ayudaron a configurarla como tal. Si en las vitrinas anteriores hemos destacado la labor de los eruditos dedicados entre 1502 y 1517 a lograr una edición crítica de la Biblia; hemos destacado la pericia de la técnica tipográfica de Brocar, o hemos recorrido las aulas de la universidad cisneriana para “respirar” el ambiente cultural y religiosa que existían en ellas, no debe olvidarse que las gruesas y renacentistas piedras de este edificios estaban en realidad sustentadas por los humildes ladrillos que día a día proporcionaban para su sustentación y reparo los libreros, copistas y encuadernadores, que pronto se asentaron en Alcalá, atraídos por las amplias perspectivas de negocio que generaba la actividad de una universidad. Sin estos profesionales de la venta, copia y encuadernación de los libros, los profesores y estudiantes no podían desarrollar adecudamente ni su docencia, ni su aprendizaje. Fueron por tanto, unas figuras relevantes, aunque olvidadas por la historia académica oficial Aquí se muestran algunos ejemplos de su labor.