La enseñanza del latín: retrato de Erasmo de Rotterdam
Hans Rudolf Manuel Deutsch (1525-1571)
Retrato de Erasmo de Rotterdam. 313 x 209 mm.
Xilografía de en la Cosmographia de Sebastián Münster. Injuriado.
Colección José Luis Gonzalo.
La censura de las obras de Erasmo se extendió también a la de su propia imagen. Mientas en la primera mitad del siglo XVI la acuñación de medallas del humanista y la ilustración de su retrato en libros eran prácticas muy extendidas, de acuerdo con el interés y admiración que su pensamiento religioso y humanístico conllevaba en gran parte de Europa, durante la segunda mitad de la centuria se produjo no solo la prohibición y censura de sus obras, sino también una cierta iconoclastia, como la que se observa en este grabado xilográfico. Este retrato, elaborado por Hans Rudolf Manuel Deutsch, está basado no tanto en los previos de Holbein el Joven, encargados para ilustrar libros procedentes del taller de Froben en Basilea, como en el retrato pintado que el mismo Holbein hiciera del humanista, obsequio para Tomás Moro, y que se conserva en el Museo del Louvre. Deutsch debió conocer el original del lienzo, o una copia en Basilea, si bien también es posible que hubiera conocido a Erasmo años atrás. Este retrato fue encargado por el hebraísta y humanista Sebastián Münster para ilustrar su Cosmographia. La primera edición de esta obra se publicó en alemán en 1544, dedicada al emperador Carlos V. Fue la primera visión geográfica moderna del mundo, ilustrada con vistas y descripciones de varias ciudades. Reeditada en 1550, entre este año y 1628 más de veinte ediciones aparecieron en seis idiomas diferentes. Fue uno de los best-sellers del Renacimiento. Con un buen sentido de la popularización, ofrecía una mezcla de historia, astronomía, cartografía, histórico natural, folclórica y todo tipo de otra información de la descripción de las ciudades del mundo, pero también sobre los personajes célebres de cada región o nación. Erasmo fue de uno de los escogidos.
No resulta sencillo identificar a qué edición alemana en concrero perteneció esta hoja suelta, sí resulta más interesante destacar que este tipo de “injurias” a la imagen de Erasmo no estaba determinada por ninguna disposición del Santo Oficio al respecto, sino que era el propio lector quien ejecutaba su particular censura. En la Biblioteca Nacional de España se conserva otro ejemplar de esta obra (Basilea: Heinrich Petri, 1550, R/33638), donde el lector también se ha “vengado” del humanista, desfigurando con tinta su retrato y escribiendo al margen: «Erasmo, Sancho Panza y su amigo Don Quijote». No parece que siempre estas tachaduras fueran obra de un inquisidor (como suele decirse), pero este ejemplo nos demuestra que no se trataba de una acción indivual, sino que existía una cierta costumbre al respecto.
JLGS-M
Bibliografía: Marcel BATAILLON. Erasmo y España. Estudios sobre la historia espiritual del siglo XVI, México: Fondo de Cultura Económica, 1986 p. 799 y lámina XXX; Concha HUIDOBRO. “El grabado en la Europa de Erasmo. Un arte nuevo”, en en Erasmo en España: la recepción del humanismo en el primer renacimiento español. Escuelas Menores de la Universidad de Salamanca 26 de septiembre de 2002 - 6 de enero de 2003, Madrid: Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior, 2002, pp. en especial las pp. 151 y 152; Corinna RÖSNER. “Manuel, Hans Rudolf”, Neue Deutsche Biographie 16 (1990), p. 97.