La Políglota entre tradición sefardita y el humanismo cristiano: Pentateuco hebreo
Pentateuco hebreo.
Siglos XIV-XV. Manuscrito. Papel. 245 h. [i.e. 256]. 220 x 160 mm.
Biblioteca Nacional de España. MSS/5456
A partir del Concilio de Vienne se aprobó el estudio del hebreo, del árabe y de otras lenguas orientales en las universidades. El impulsor de esta medida fue el franciscano mallorquín Ramón Lllull, convencido de que así se lograría formar predicadores capaces de evangelizar a los judíos y a los musulmanes. Las cátedras de hebreo y de árabe fueron creándose lentamente en buena parte de los países europeos, Anotado en latín y en castellano, con traducciones escolares del texto hebreo a ambos idiomas. Parece tratarse de los apuntes de un estudiante de la universidad de Salamanca, en la que los exámenes de teología exigían al alumno demostrar el dominio de esta lengua bíblica. El propio Cisneros (quien estudió en Salamanca), había contratado a un rabino de Sigüenza (de donde el franciscano era entonces canónigo) para recibir lecciones de hebreo. Se ha especulado con que fuera entonces cuando surgiera en el futuro cardenal la idea de editar una primera biblia políglota. Escribe a este respecto uno de sus biógrafos barrocos, Pedro Quintanilla (1653): "Tan aficionado como esto era de las letras y de hacer fundaciones, si bien a la Sagrada Escritura era toda su inclinación, pues como otro Jerónimo, empezó a aprender la lengua Hebrea y Caldea de un judío de esta ciudad (Sigüenza) para entenderla perfectamente y fueron tan buenos estos principios, que se valió mucho de ellos en el trabajo de la Biblia Complutense”. Fue también en Sigüenza donde Cisneros entabló estrecha amistad con Juan López de Medina, fundador del Colegio-Universidad de san Antonio de Portaceli de Sigüenza, y quien según parece le sobre cómo proceder para su propia fundación universitaria en Alcalá de Henares.
JLGS-M