Biblioteca Complutense

La enseñanza del latín: Comentarios in omnes Psalmos

Arnobio, El Joven, (s. V).

Io. Frobenius ... en optime lector, rarum damus thesaurum ... D. Erasmi Roterodami praefationem ad nuper electum pontificem ... Adrianum ... Sextum. Arnobij ... Commentarios, pios iuxta ac eruditos in omnes psalmos ... per Erasmum Roterodamum proditos et emendatos ...

Basilea: Johann Froben, 1522. [12], 265, [1] p. ; Fol. Libro. Papel.

Biblioteca Histórica de la UCM. BH DER 972(1).

Enlace al catálogo y al texto completo

Solo dos años después de la publicación de las Annotationes de López de Zúñiga contra Erasmo, Brocar publicaba ya una edición del salterio, debida a la pluma del humanista holandés. La lección de esta obra no parece casual. Acabada la guerra de las Comunidades, en la que Alcalá se había alzado contra Carlos V, esta edición estaba dedicada por Erasmo a Adriano de Utrech, ya papa, pero solo uno meses antes el gobernador del rey que había sofocado la rebelión castellana. La Universidad abrazaba a Erasmo al igual que ofrecía su fidelidad al monarca. El interés que los Salmos despiertan en las comunidades cristianas primitivas tiene que ver con su consideración de profecías mesiánicas. Durante los siglos III al IV varios Padres de la Iglesia, como Orígenes, Eusebio de Cesárea, Juan Crisóstomo, Agustín o Jerónimo, desarrollaron una intensa actividad sobre estos textos que leen con un interés histórico tanto en la versión griega de los Septuaginta como en la latina de Jerónimo. Se trata de buscar en el Antiguo Testamento precedentes del Nuevo Testamento y dar al cristianismo raíces en la tradición profética judía. De ahí surgen las diferentes interpretaciones (profética, tipológica, o alegórica, moral, literal, etc.) de los Salmos. En época moderna el salterio será leído tanto por católicos como reformadores que prefieren la interpretación literal a la alegórica o moral. El interés de Erasmo por este texto bíblico se refleja en la edición que realizó de los Comentarios a los Psalmos de Arnobio el Joven, autor latino de origen africano que hacia el año 450 era monje en Roma, donde atacó la doctrina de la predestinación de Agustín por considerarla herética. Cuando Erasmo realizó la edición confundió al autor con su homónimo Arnobio Afer. Éste, conocido también como Arnobio el Viejo (s. IV), era un orador originario de Sicca en el África proconsular, que tuvo como pupilo a Lactancio y que escribió un tratado titulado Disputationes contra Gentes, a quien Erasmo atribuyó la autoría del comentario a los Salmos.

 Debajo de cada uno de los salmos aparece el comentario de Arnobio, por lo general breve en la que realiza una interpretación mística y alegórica a casi cada uno de los pasajes de los salmos y refiere la mayoría de ellos a la persona de Jesucristo. El texto de los salmos está impreso en un cuerpo de letra mayor que la del comentario y ocupa las 206 primeras páginas. Los comentarios de Erasmo continúan en las páginas 207 a 265, pero con portada propia. El holandés dedicó la edición a Adriano VI, elegido papa tras la muerte de León X en enero de 1522. El holandés lo conocía de sus tiempos en Lovaina, de modo que esta dedicatoria se consideró una demostración pública de complacencia por la elección. La impresión vio la luz en agosto de 1522 en el taller del impresor Juan Froben quien utilizará en la portada de esta edición los mismos grabados realizados por Urs Graf, Hans Holbein y Hans Franck que vemos empleados en la segunda edición del Nuevo Testamento griego de Erasmo (1519).  

 Por su parte en Alcalá uno de los primeros libros que edita Miguel de Eguía es un voluminoso comentario sobre los Salmos, Erudita in Davidicos Psalmos expositio (Alcalá, 1523) en cuyas páginas iniciales Francisco de Vergara celebra en versos latinos los poemas de David. En 1525 Eguía aprovechará la visita a Alcalá del nuevo arzobispo de Toledo, Juan de Fonseca, para dedicarle una edición de la Precatio Dominica seguida de la Paraphrasis in tertium Psalmum. El volumen se enriquece con el De libero arbitrio. Adorna la portada del libro con el escudo de Fonseca que en adelante se convierte en el patrocinador de las ediciones de Erasmo que lleva a cabo y que para Bataillon constituyen la primera manifestación del erasmismo español. El ejemplar expuesto perteneció al doctor Juan Hernández de Villegas, cuya rúbrica aparece en éste y otros ejemplares de la biblioteca del Colegio Menor de Teólogos de Alcalá. Este colegio fue fundado por Cisneros en 1513 y estaba dedicado al estudio de la Teología y la Medicina. Desde el año 1780 el edificio pasó a ser Colegio de la Concepción, nombre con el que se marcó todos los libros de la biblioteca como atestigua la etiqueta en papel que figura en la hoja de cortesía. Las obras de Erasmo fueron incluidas en el índice de libros prohibidos lo que explica la indicación de “author damnatus” que figura en la portada y la censura que presentan algunas hojas del comentario de Erasmo.

ADM

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Bibliografía: Marcel BATAILLON. Erasmo y España. Estudios sobre historia espiritual del siglo XVI, Madrid-México: Fondo de Cultura Económica, 1979, pp. 159-165; Peter G. BIETENHOLZ y Thomas Brian DEUTSCHER (eds.). Contemporaries of Erasmus. A biographical Register of the Renaissance and Reformation, volumes 1-3. Toronto: University Press, 2003, pp. 5-9; Collected works of Erasmus. v. 9: The Correspondence of Erasmus: Letters 1252 to 1355, 1522 to 1523 translated by R.A.B. Mynors, annotated by James M. Estes, Toronto: University Press, 1989, (ep. 1304).