Biblioteca Complutense

Real Colegio de Cirugía de San Carlos (Madrid)

En 1780 el Rey Carlos III  funda el Real Colegio de Cirugía de San Carlos. Aquí culmina un proceso de reforma de los estudios de Cirugía en España que se había iniciado unos años antes con la fundación del  Colegio de Cirugía de Cádiz y el de Barcelona en 1748 y 1764 respectivamente. El Real Colegio de Cirugía de San Carlos estará dedicado a la formación de profesionales que atenderán las necesidades de la población civil como, de forma expresa,  consta en el texto de la Real Cédula promulgada el 13 de abril de 1780.

            “con el propio objeto de la utilidad pública... he venido en resolver se establezca en Madrid un Colegio, y Escuela de cirugía”

En 1795 Carlos IV, siguiendo el modelo iniciado por su padre, continua la reforma de la Medicina con la creación del Estudio Real de Medicina Práctica. Ambas instituciones se unirán en 1799 y formarán el Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Carlos. En los años siguientes, los dos Colegios sufrirán procesos de unión y desunión en diversas ocasiones hasta que, en 1843, se suprimen los  Colegios de Medicina, Cirugía y Farmacia y se crea una única Facultad de Ciencias Médicas que concentrará todas sus enseñanzas. Finalmente, tras el  Plan Pidal  de 1845, Farmacia se desgaja de esta estructura y los colegios de Medicina y Cirugía de San Carlos se convertirán en la Facultad de Medicina de la recién estrenada Universidad de Madrid.

Desde sus primeros pasos, el  Colegio prestó gran atención en conseguir la formación de una buena biblioteca para profesores y alumnos. El interés que los responsables del Colegio tuvieron desde sus comienzos en ello, nos lo indica la definición que las ordenanzas de San Carlos de 1787 dedican a la biblioteca:

            “una de las oficinas principales…que se colocará en pieza capaz, de buenas luces y adorno serio, sus libros pertenecerán a las materias de Cirugía, Medicina, Anatomía humana y veterinaria, Ciencias Naturales…” así como la Orden Real en la que se ordena a las autoridades del Colegio que hicieran listas con los libros que se necesitaban. Listas que a su vez fueron enviadas a los diplomáticos destacados en París y Londres para que compraran los libros más novedosos en el panorama científico europeo.

Cuando a San Carlos se le une el Real Estudio de Medicina Práctica también se incopora su biblioteca. En 1796 se recibieron un número considerable de libros de los Reales Estudio de San Isidro entre los que se encuentran importantes autores clásicos de la medicina.

Importantes bibliotecas privadas se han ido incorporando a las colecciones de San Carlos a lo largo de su historia. Estas bibliotecas pertenecieron, en su mayoría, a  catedráticos o médicos que ejercieron su magisterio en San Carlos y fueron adquiridas  por consejo de los sucesivos responsables del Colegio. Tal es el caso de las bibliotecas de los catedráticos Joaquín de Villalba, bibliógrafo y bibliófilo, y la de don Juan de Navas adquiridas por el Colegio en la temprana fecha de 1798.

A mediados del siglo XIX se incorporan importantísimas bibliotecas personales, algunas de la envergadura de la de D, Antonio Hernández Morejón, autor de la monumental Historia Bibliográfica de la Medicina Española, o la biblioteca personal de Anastasio Chinchilla, discípulo del anterior e importante historiador de la medicina española del siglo XIX. Ambas conforman la gran colección de fuentes historiográficas de la medicina española procedentes de San Carlos y conservadas hoy en la Biblioteca Histórica.

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BH MED Foll.31 

Bibliografía:

 

Ejemplares en la Biblioteca Histórica