Biblioteca Complutense

Biografía

La ciencia en conjunto aparece como una meditación de la vida, según frase exacta de Espinosa, y no la meditación de la muerte, o lo que hay o puede haber después de la vida… la ciencia es una preparación para la vida presente….

Luis Simarro. Misión de la ciencia en la civilización, 1903


Luis Simarro Lacabra nació en Roma en 1851, mientras su padre realizaba estudios de Bellas Artes. La prematura muerte de su padre, el pintor Ramón Simarro Oltrá, seguida del suicidio de su madre, le dejaron huérfano con tan sólo tres años, desarrollándose su infancia y adolescencia en internados de Xátiva y Valencia, bajo el amparo de familiares y benefactores, como Luis Madrazo.

En Valencia, Simarro participó en la Junta Revolucionaria en 1869 y en el levantamiento cantonal. Allí inicia sus estudios de medicina. Su defensa del positivismo y su radicalismo le obligaron a terminarlos en Madrid en 1874, donde frecuenta el Ateneo y la Institución Libre de Enseñanza en donde ejerció como profesor de óptica. También mantiene contactos con Aureliano Maestre de San Juan y en la Escuela Práctica Libre de Medicina y Cirugía, organizada por Pedro González de Velasco, enseñó higiene, tema de su tesis doctoral en 1875.

Comenzó a ejercer en Madrid como Primer Médico Supernumerario del Hospital de la Princesa y en la Casa de Dementes de Santa Isabel en 1877, pero se siente desconectado de los progresos científicos y renuncia a su plaza para continuar sus estudios en París. Entre 1880 y 1885 trabaja con el anatomista Mathias Duval y junto a Jean Martin Charcot en la Salpêtrière. Louis-Antoine Ranvier le instruye en la técnica de tinción histológica con nitrato de plata, publicada por Camilo Golgi en la Gazzeta Medica Italiana en 1873, que permite identificar el cuerpo neuronal y sus ramificaciones.

Con una buena formación neurohistológica aplicará las técnicas aprendidas –con desarrollos posteriores originales, como el ‘método fotográfico’, favorecidos por su afición a la fotografía– a su vuelta a España, en un pequeño laboratorio privado en la calle del Arco de Santa María y, posteriormente, junto a Madinaveitia, en la calle General Oráa.

La importante labor que Simarro desempeñó en el campo de la histología del sistema nervioso no ha sido suficientemente valorada porque no publicaba. En esta época descubre, simultáneamente con Fisher, las placas seniles. Su capacidad incitadora le aproxima a Santiago Ramón y Cajal, quien acude en 1887 al Instituto Biológico y, posteriormente, a su laboratorio, donde Simarro le muestra sus preparaciones con impregnaciones argénticas.

Es también en este laboratorio donde N. Achúcarro, G. R. Lafora, M. Gayarre o J. Sacristán, entre otros, aprenden las técnicas histológicas con piezas que provenían de las autopsias de Madinaveitia y de colecciones de embriología e histología comparada del sistema nervioso realizadas por Simarro.

En 1902 obtiene la primera cátedra Psicología Experimental, desde donde desarrolló la psicología científica en nuestro país. Desde las ópticas experimentales neurofisiológicas y evolucionistas europeas, impartió lecciones en la Institución Libre de Enseñanza, en el Ateneo de Madrid y en la Escuela de Criminología, y fundó el primer Laboratorio de Psicología Experimental en España, en el Museo Pedagógico y, posteriormente, en la Universidad de Madrid.

Republicano activo, librepensador, agnóstico y monista, fue Gran Maestre de la masonería. Tras la Semana Trágica –Barcelona, 1909– salió en defensa de Francisco Ferrer Guardia, fundador de la Escuela Moderna de Barcelona acusado de inducir la revuelta. En 1910 publicó El proceso Ferrer y la opinión europea, con gran repercusión internacional. En 1913 fundó la Liga para la Defensa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Casado con Mercedes Roca, no tuvo hijos, pero su reconocido carácter generoso le llevó a acoger en su propia casa a algunos de sus alumnos favoritos, como Achúcarro. Tras la prematura muerte de su esposa en 1903, vivió dedicado a sus amistades, como la del pintor Joaquín Sorolla y Juan Ramón Jiménez.

 

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	 LUIS DE MADRAZO Retrato del Doctor Simarro Óleo sobre lienzo.

Retrato del Doctor Simarro

Luis de Madrazo. Óleo sobre lienzo. 120 x 90 cm.

[UCM. Donación Marina Romero Serrano]