Biblias españolas y biblias ilustradas
La Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense conserva una extraordinaria colección de biblias, en las que se observa con claridad la evolución impresa de las mismas. Durante la primera mitad del siglo XVI y al calor de la reforma protestante, el texto bíblico se tradujo a las lenguas “vulgares” para llegar a más sectores de la sociedad. De biblias en grandes formatos se pasó a biblias en pequeños formatos, de nobles a populares. A este proceso, España (como otros países católicos) se incorporó tardíamente. La Inquisición prohibió la impresión y lectura de los libros sagrados en lenguas vernáculas. Este hecho originó que las primeras biblias impresas en castellano sean consideradas por la iglesia española biblias “prohibidas o heterodoxas”, de la diáspora y del exilio. Entre ellas están la Biblia de Ferrara, (1553), la Biblia del Oso (1569), o la Biblia del Cántaro (1602). Hay que esperar al reinado de Carlos IV para que imprimiera una Biblia autorizada en lengua española, tarea que asumió escolapio Felipe Scio. Destacan dos ediciones de la obra, una de lujo en gran folio (1790-1793) y otra en pequeño formato (1794-1797).
MTSD