Biblioteca Complutense

Los anatomistas españoles

Los anatomistas españoles
 

Los anatomistas españoles fueron pioneros en el uso de la disección humana para el conocimiento, con Andrés Laguna publicando el primer libro de anatomía en París. También corrigieron errores cometidos por Vesalio, mejorando el rigor y la precisión de los estudios anatómicos. Los anatomistas españoles desarrollaron métodos de enseñanza vocacional basados en experiencias de disección personal e introdujeron manuales ilustrados para mejorar la comprensión. Promovieron el uso del español como idioma científico para ampliar la accesibilidad del conocimiento médico. Los anatomistas españoles introdujeron claridad, simplicidad y rigor en el lenguaje científico. El trabajo de Juan Valverde es notable por sus ilustraciones detalladas y correcciones a los hallazgos de Vesalio.
Sin olvidar a los pioneros de la anatomía española del siglo XVIII como Antonio Gimbernat (1734-1816), ya a mediados del XIX, el famoso Doctor Velasco (1815–1882), que posteriormente fundaría el Museo Antropológico de Madrid, participó en diversos proyectos editoriales para suplir las deficiencias de la enseñanza anatómica en España, entre ellos el "Atlas de Anatomía descriptiva" impreso por Alejandro Gómez Fuentenebro (1799-1865).
Otros profesores españoles también se esforzaron en mejorar los materiales docentes de la disciplina, que consistían principalmente en resúmenes y traducciones de obras francesas.
El gaditano Manuel José de Porto (1792-1860) publicó en 1846 su "Manual de anatomía patológica", que fue el primer compendio español de la especialidad usado en la enseñanza obligatoria de la misma. Juan Fourquet Muñoz (1807-1865) aplicó su experiencia en disecciones para redactar un manual completo, pero su prematuro fallecimiento le impidió concluir su obra, que fue continuada por su discípulo Julián Calleja y Sánchez (1836-1913). Calleja, que sería Decano de la Facultad de Medicina de Madrid durante veinticinco años, publicó cuatro de los siete volúmenes proyectados de su "Tratado de anatomía humana", recogiendo las aportaciones inéditas de su maestro Fourquet, así como un "Nuevo compendio de anatomía descriptiva y general" con la colaboración de Ferderico Olóriz Aguilera (1855-1912).
Por su parte, Olóriz, que alcanzaría gran fama por sus trabajos sobre dactiloscopia entre otras aportaciones, publicó en 1890 su Manual de técnica anatómica, también muy usado en las Facultades españolas.